en este momento estoy en un avion camino a port angeles,por que del sol al frio?. facil en mi antiguo instituto en phoenix habian decubierto mi maldicion,por eso habia tenido que mudarme ya que no aguantaba las burlas

-ya me dijieron que podias vernos asi que parame-me dijo una azafata-dile al de tu lado que quite el baso que se lo van a tumbar-bueno no era una azafata normal ya que traspasaba los objetos y solo yo la veia-YA!-y era impaciente

-señor deberia quitar el baso que se lon a derramar-el solo asintio,a los 5 minutos paso una azafata y se lo tumbo con el carrito

-es la tercera vez que la estupida lo hace-dijo molesta la azafata fantasma-por que no le avisaste,te dije que lo hicieras

-se lo dije-le dije a los dos antes de ponermes los audifonos de mi mp4 y escuchar debusy,pero antes de que empesaran las canciones el espiritu intervino mi mp4para decir

-que maleducada,ni un adios

que fastidiosos podian ser los espiritus,solo esperaba que charlie no se enterara queria ser normal aqui. Charlie me vino a buscar en una chevy roja,lo que me extraño ya que siempre usaba su carro de policia,cuando llegamos y bajamos mi bolso (si solo llevaba uno) le pregunte:

-y eso?-pregunte señalando la camioneta

-te gusta?

-si, por que?

-es tuya

-gracias-dije mientras lo habrasaba,no era un ultimo modelo pero aguantaria mis torpesas

-pero si todabia no te habia dicho que era tuya-dijo charlie confundido,ay me di cuenta que ¨alguien¨ detras de charlie habia respondido a mi pregunta

-lo adivine-dije nerviosa mientras subia corriendo,esa noche me acoste temprano

Me desperte mas temprano de lo normal ya que mi camioneta no iba muy rapido, baje y charlie ya se habia ido,desayune cereal y cuando sali el de ayer todavia estaba ay,cuando regresara debia preguntarle que le habia pasado.

Llegue y tube un ¨guia¨ que me llevo a secretaria con la señora Cope que me entrego mi horario,cuando sali ya habian llegado los demas y como en todo instituto habi fantasmas por todas partes,segui escuchando a Sofia pero sin responderle por que no queria que pensaran que hablaba sola.

las clases estubieron normales, y por supuesto todos me miraban por ser la nueva,cosa que me el almuerzo me sente con Jessica una muchacha de español,estaba comiendo cuando los vi.

Se sentaban en un rincón de la cafetería, en la otra punta de donde yo me encontraba. Eran cinco. No se parecían lo más mínimo a ningún otro estudiante. De los tres chicos, uno era fuerte, tan musculoso que parecía un verdadero levantador de pesas, y de pelo oscuro y rizado. Otro, más alto y delgado, era igualmente musculoso y tenía el cabello del color de la miel. El último era desgarbado, menos corpulento, y llevaba despeinado el pelo castaño dorado. Tenía un aspecto más juvenil que los otros dos, que podrían estar en la universidad o incluso ser profesores aquí en vez de estudiantes.

Las chicas eran dos polos opuestos. La más alta era escultural. Tenía una figura preciosa, del tipo que se ve en la portada del número dedicado a trajes de baño de la revista Sports Illustrated, y con el que todas las chicas pierden buena parte de su autoestima sólo por estar cerca. Su pelo rubio caía en cascada hasta la mitad de la espalda. La chica baja tenía aspecto de duendecillo de facciones finas, un fideo. Su pelo corto era rebelde, con cada punta señalando en una dirección, y de un negro intenso.

Aun así, todos se parecían muchísimo. Eran blancos como la cal, los estudiantes más pálidos de cuantos vivían en aquel pueblo sin sol. Más pálidos que yo, que soy albina. Todos tenían ojos muy oscuros, a pesar de la diferente gama de colores de los cabellos, y ojeras malvas, similares al morado de los hematomas. Era como si todos padecieran de insomnio o se estuvieran recuperando de una rotura de nariz, aunque sus narices, al igual que el resto de sus facciones, eran rectas, perfectas, simétricas, tenian a un espiritu atras

-quien sera ella-pregunte en un murmullo y ella y el de cabello cobriso voltiaron,ella se me aserco y yo me fui con la escusa que tenia que ir al baño,cuando estube lo bastante lejos de la mesa le dije sigueme