Disclaimer: Ningún personaje es mío, lo saben.
Falso Orgullo.
Estás llorando. Esas viles lágrimas caen por tu rostro, arañándote el orgullo en su camino. Tu acostumbrada soberbia ya no es más que un cúmulo de angustia plasmada en tu mirada; la imagen altanera que con tanto esmero te esforzabas en lucir, ya no es más que un montón de ruinas sepultadas en el olvido.
Siempre has sido un egocéntrico; siempre has sido tú y sólo tú en la pequeña esfera que conforma tu mundo, cegado por la ambición y el ferviente deseo de ganar apegado a tu pobre alma.
Y aun así, jamás te importaste a ti mismo. Tan sólo tu presencia, tu empaque; manteniendo a un Mello esbelto y altivo por fuera, cuando aquel oculto en tu interior moría en un silencio eterno. ¿Para qué quieres un porte encantador, cuando por dentro no eres más que escoria? Nunca fuiste egocéntrico…nunca; simplemente aparentabas serlo, como si hacer aquello fuera para ti un gesto digno de respeto.
¿Por qué dejarte sufrir así a ti mismo? Aferrándote a tu aspecto, a aquella falsa conducta soberbia de la cual tan orgulloso estabas. Ocultándote bajo un disfraz, dejando tu vida entera a la merced de una mentira. Y todos saben que las mentiras tienen patas cortas, Mello.
Ahora, ya no tienes ni a tu belleza. Aquella horrorosa cicatriz que decora tu rostro te hace ver tal monstruo bajo tus propios ojos; ya no eres más el joven apuesto que solías ser. Y temes. Temes a los espejos; has roto cada uno de ellos. Porque tienes miedo de tu reflejo…de volver a verte a ti mismo; a quien eres en realidad.
Perdiste tu imagen. Te perdiste a ti mismo en la soledad, silenciando el dolor por años y años de golpes continuos. ¿Qué más puedes perder entonces, cuando ya no te queda más que la lástima que sientes por ti mismo?
Sigues llorando, sin preocuparte en acallar tus audibles lamentos; ni siquiera te importa el que yo esté aquí, observando cómo te ahogas en un mar de lágrimas. Y es que ya no sientes más que impotencia, aquella misma impotencia de la cual has huido tu vida entera. ¿Qué más bajo puedes caer, luego de haber socorrido a mí como primer instancia?
–Mello –siempre has dicho que mi voz era una molestia. ¿Realmente lo era, o las palabras que solía pronunciar?–Tarde o temprano tendrás que irte de aquí…tengo mejores cosas que hacer que oírte llorar todo el día.
No alzas tu mirada a luchar con la mía, tal como en los viejos tiempos.
–Te odio, Near –pronuncias, en un sollozo.
–No más de lo que te odias a ti mismo.
No respondes; tan sólo lloras ante una verdad innegable. Tu realidad.
Tanto tiempo sin publicar nada...
Y lamento que lo primero en meses sea así de malo, pero bueno.
Aun así, espero que les haya gustado.
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Saludos, Glass Spires.
