Hola, soy nueva por aqui y esta es mi primera historia. Les pido que le den una oportunidad y disfrute de este fic.
Los personajes de Naruto no me pertenecen, sólo la adaptación de la historia y algunos personajes que voy a inventar.
Prólogo
Era la noche más fría del invierno, la tormenta de nieve cada vez era más intensa. Todo se veía absolutamente blanco.
El equipo de Uchiha Sasuke, se encontraba en medio de la nada, regresando de una misión de Kumogakure.
—Sasuke-sensei, ¿ya mero llegamos a Konoha? — Dijo Boruto haciendo un puchero, su estómago hizo un ruido extraño— muero de hambre.
—Hmp...— Sasuke hizo unos cálculos en su mente— tal vez en media hora, quizás una por la tormenta.
—¡Qué bien!— exclamó el rubio con una gran sonrisa—, llegando a Konoha vamos a Ichiraku Ramen, yo invito, dattebasa.
"Igual que el dobe". Pensó Sasuke con una sonrisa disimulada.
—Si serás baka, todos tenemos cosas que hacer al llegar a Konoha— dijo Sarada, con una vena resaltando en su frente—, además, existen más cosas, no solamente el ramen.
—Creo que estoy un poco de acuerdo con Sarada-san — dijo Mitsuki, la morena ya estaba sonriendo por su triunfo, cuando el otro continuo hablando— sin embargo, no estaría mal dejar atrás durante un momento nuestras responsabilidades como ninjas e ir a disfrutar de comida caliente como en este caso, el ramen, y descansar un poco del camino.
—Hmp, hagan lo que quieran, sólo no me incluyan en eso—dijo finalmente Sarada, algo enojada por haber perdido en esa pequeña discusión, dandola por terminado.
Todo iba bien hasta que vieron un color más aparte de blanco. De pronto un intenso olor como de hierro penetra sus narices. Y se dan cuenta de lo que es.
Sangre.
—¡Todos atrás de mi, no bajen la guardia!— gritó Sasuke activando su sharingan.
Algo no estaba bien. Estaban en tiempos de paz, no era posible que fuera un ataque de ninjas renegados, puesto que los ninjas de Konoha eran los mejores. Con cuidado analizó la escena que estaba frente a él.
Sé paralizó. No era alguien de la aldea, lo que empeora las cosas.
Era una chica como de la edad de Sarada, su pelo era castaño claro, ondulado y largo, su piel era blanca, pero no demasiado. Estaba muy golpeada, con arañazos y moretes en todo el cuerpo. De donde venía más la sangre era de su estomago, manchando el sencillo vestido blanco que vestía de un rojo intenso, se encontraba descalza. Soltaba quejidos y gemidos, de seguro por el frío, más que por sus heridas.
Sasuke corrió hacia ella y se quitó su cálida capa para taparla y la cargó.
—Sarada, Bolt y Mitsuki, tenemos que llegar rápidamente a Konoha, así que el resto del camino correremos — miro a Bolt seriamente — enviale en mensaje de emergencia a tu padre.
Diciendo esto, todos se pusieron en marcha.
(*.*)
En menos de 10 minutos llegaron a Konoha. Sakura y Naruto los esperaban en la entrada mirandolos con preocupación.
—¡Teme! ¿Que ha pasado?— dijo Naruto al ver a la joven en los brazos de Sasuke.
—No es momento de explicaciones dobe— le contestó, luego dirigió su mirada a su esposa— Tenemos que ir al hospital ahora, llevatela, tengo que hablar con Naruto urgentemente.
—Chicos, vayan a casa— dijo Sakura, mientras tomaba a la chica y empezaba a hacer sellos— nos vemos luego Sasuke- kun— y desapareció.
Los chicos se fueron, pero no a sus casas, morían de la curiosidad y fueron al hospital porque estaban seguros de que de los otros dos no sacarían nada.
—Teme, dime ahora lo que ha pasado— dijo un serio Naruto, mientras caminaban para ir al hospital.
—Verás dobe, la encontramos poco más allá de las afueras de la aldea, pero, estoy seguro que no es de Konoha y si es de otra aldea...— suspiró esperando que el rubio entendiera lo que quería decir.
La comprensión llegó al rostro de Naruto. Luego una seriedad se notó en su cara. Lo había comprendido claramente.
(*.*)
Los 3 jóvenes se encontraban en una habitación de hospital, junto con su sensei, el Hokage Hokage y la médico. El silencio reinaba entre ellos. Todos mantenían su mirada en el mismo punto. Cada uno sumergido en sus pensamientos.
Un gemido rompió el silencio captando la atención de los presentes. La pelirosa se acercó rápidamente a la camilla.
La joven abría lentamente los ojos. Todo se veía borroso, una luz blanca y una mancha rosada era lo que distinguía. El olor a medicamentos inundó su nariz. Su vista se aclaró y lo que antes era una mancha rosa se convirtió en el rostro de una mujer. Rápidamente analizó la habitación y vio a los otros presentes. Casi toda la habitación era blanca, supuso que estaba en un hospitlal. Sentía su garganta seca.
—Hola, soy Haruno Sakura, ¿como te sientes? — dijo amablemente la pelirosa.
—¿Don...de es...toy?—ignoro su pregunta. Su voz salió ronca y entre cortada. Respiraba con dificultad.
La pelirosa se tenso. Todos sabían quien era ella y por ende, de donde era. No era posible que no supiera.
—Soy Uzumaki Naruto, y te encuentras en el hospital de Konoha—dijo este con una enorme sonrisa. La chica sólo se tenso y abrió los ojos como plato.
—¡¿Q-que es e...so?!— cuestionó alarmada. Era obvio que no se encontraba en su ciudad.
—Es la aldea shinobi más fuerte y reconocida de todas— contestó el ojiazul mayor algo extrañado, todos sabían de Konoha— ¿de donde eres tu?— le preguntó, se había insertado la duda en los presentes.
—Lon...dres...— su voz apenas fue audible, sino fuera por el oído desarrollado de los presentes no la hubieran escuchado.
"¿Londres?". Todos se preguntaban que era eso.
—Bueno, ¿como te llamas?— la pelirosa algo desconcertada cambió de tema.
—Nata...ly— la joven ya estaba recuperando su voz.
—Entonces Nataly, ¿que es lo que recuerdas?— pregunto Sasuke directamente al grano, ahora era obvio que la joven es 2 años menor que se hija, así no había más que preguntar.
Nataly se tenso. Recordó todo lo que había pasado. Se alteró y comenzó a llorar sin consuelo.
Bolt instintivamente se acercó a abrazarla, ella se refugió en sus brazos.
Nadie más habló, todos se limitaron a verla llorar, mientras se preguntabas la causa de tantas lágrimas.
Sólo en la mente de Nataly se encontraba la razón. Sus recuerdos no la abandonaban, quería dejar de sentir todo eso.
Tenía que ser fuerte y salir adelante. Pero ya no sería la misma de antes. Tenía que dejar su vida atrás y comenzar de nuevo.
Aunque eso significara dejar de ser ella.
Bueno, ese fue el prólogo. Espero que les haya gustado, díganme en los comentarios que les pareció. Los demás capítulos van a ser más largas y con más historia y creatividad. Gracias por leer mi fic. Nos vemos luego.
Sayonara
