DESDE EL ABISMO…
PROLOGO
"Estaba lista para saltar, pero tomaste mi mano…y saltar ya no pareció tan buena idea…"
Despertó, era de día. Una habitación de hospital como tantas otras veces, un lugar que no era suyo pero que en los últimos meses se le hacían mas personal que su mismo departamento. A ésta entró una enfermera seguida de una mujer rubia de hermosos ojos, Tsunade sama.
-Veo que sigues…
-Sobreviviendo?—respondió ella
-Iba a decir en condiciones de levantarte e intentarlo de nuevo, ¿no? Porque supongo que eso harás; esperar unas semanas y volver a intentarlo, ¿me equivoco?
La joven cerró los ojos, dejando caer una lágrima…
-Iba a ser la última vez, solo ibas a tener que firmar los papeles y ahora resulta que tendrás que darme otro sermón, y sé como odias los sermones
-Si, los odio, pero odio más que te culpes de haber sobrevivido. Debes seguir, ya han pasado 6 meses…
Seis meses…y había cumplido 16 entre pastillas y botellas de licor hace una semana…fue ese día en que iba a terminar con todo, con el sufrimiento y las pesadillas, con ver el rostro de sus compañeros ensangrentados y sus manos temblorosas arrastrándolos hacia la villa; no lo recordó bien al principio pero luego las imágenes se hicieron cada noche mas vividas en detalles y en oscuridad, hasta que ya no pudo mas…
Su guerra no fue mas que un episodio de sangre de los tantos que deben padecer los shinobis de sus edad, pero ella no era tan fuerte como otros, no tenía grandes habilidades, solo tenía su agilidad felina y sus armas…y la lucha que debió enfrentar fue demasiado para ella, y para sus compañeros, debieron enfrentar a tres miembros de Akatsuki, que desde la muerte de sus lideres mayores aún seguían deambulando en busca de venganza…
Nunca sería un genio ni alguien destacado pero no le importaba, para eso estaban las grandes familias de la aldea, los genios declarados y algunos inconclusos…y ahora menos lo sería, no después de lo que había hecho, ella solo quería hacer su parte en la aldea, como le había dicho Iruka sensei en mas de una oportunidad, "Todos somos necesarios".Ella no olvidaría esa frase nunca y mas de una vez le daría fuerza para continuar, hasta que se dio cuenta que uno mas, uno menos no era realmente importante, que la vida de la villa seguía sin importancia mientras ella se quedaba sola…
Pues sus compañeros de equipo eran su vida. Su familia. Su hogar. Sin los ojos brillantes de Aoshi el sol no le volvería a calentar la piel, sin la ternura de Souyi nunca sonreiría…era así de simple, era lo que los diferenciaba del resto de los grupos, ellos eran uno, y esa tarde le cercenaron la vida…
-A propósito-dijo Tsunade sacando un regalo envuelto con una cinta azul-Feliz cumpleaños, Kizashi Yumi…espero que te gusten…no están afiladas por obvias razones-dijo la Hokage mirando de reojo sus muñecas
Yumi lo tomó con algo de desagrado…abrió el paquete solo para encontrar que dentro había un par de sai…
-Ya es hora que dejes de querer matarte y empieces a cumplir con tus tareas, es una orden…
Como desees, Tsunade sama-le contestó sarcásticamente…
