Este fic participa para el reto especial "Primero de septiembre" del foro La Noble y Ancestral Casa de los Black

El reto: Cada ficker debe escribir una pequeña viñeta centrándose en lo que sintió o vivió el personaje que elija el día 1 de septiembre del año en que comenzó su curso en Hogwarts.

Palabras: 350

Disclaimer: Todo lo que reconozcan pertenece a la señora J. K. Rowling, yo no gano ni un knut partido por la mitad por escribir esto.

Fotografías

Colin Creevey llegó a la estación de King Cross con más energía que la que alguien que no había dormido en toda la noche debería tener. La emoción no lo había dejado dormir, había pasado toda la noche intentando imaginarse como sería Hogwarts, los amigos que tendría, las clases que recibiría, aunque a ciencia cierta no sabía que esperar, su imaginación se encargaba de llenar los huecos.

Cuando llegó a la división entre los andenes nueve y diez, y miró a su familia con duda. Cuando lo había llegado a visitar en verano la profesora McGonagall le había explicado que para llegar a la plataforma 9 ¾ debía atravesar la barrera entre esos dos andenes, pero no había mencionado si las personas sin magia podían entrar. Temiendo que su familia se estrellara en la barrera decidieron mejor despedirse ahí.

Le dio a su padre y a su madre el abrazo más fuerte del que fue capaz, no podía creer que pasarían meses antes de volver a verlos. Luego abrazó a Dennis y se sorprendió al descubrir que su hermano estaba llorando.

—No llores enano, volveré en Navidad y en pascua también. — dijo consolando al niño que apenas cumpliría nueve años. — Además, ahora tienes nuestra habitación para ti solo, puedes hacer lo que quieras con él.

—Y puedo pintarla como yo quiera y dejar mis cosas donde yo quiera, pero voy a estar solo. — afirmó el niño secándose las lágrimas.

Colín le dio un segundo abrazo a su hermano y luego se separó para tomarle una foto a su familia con su cámara nueva. Su padre había hecho un gran esfuerzo para comprársela y Colin no dejaba de agradecérselas.

Atravesó nervioso la barrera hacía el Anden 9 ¾, maravillándose con la variedad de gente que encontró ahí, niños cargando distintos animales, por todas partes había magos y brujas vestidos con túnicas de brillantes. Era un espectáculo casi tan vistoso como el callejón Diagon. Abrazó la cámara a su pecho, y subió a la locomotora rojo escarlata. No sabía que había adelante, pero seguramente sería impresionante y él se encargaría de fotografiarlo.

FIN

Si dejan review se ganan un año gratis de ranas de chocolate.

Besos

Tete