No me pertenece nada excepto mi creatividad

No me gusta leer ni escribir cosas cortas, pero ya que, esto está para las personas que disfrutan de esta pareja

Pareja: Fliqpy x Flippy


Primera persona

Te veo en el espejo cada mañana que me levanto, aunque no te lo diga, mis pies se mueven para ir a verte, admirar esos hermosos ojos amarillos llenos de una alegría y una tristeza oculta. Conversas conmigo y yo contigo, somos tan opuestos, pero encontramos cosas de que hablar, eres el único que me escucha y aunque a veces peleamos como esa vez que te golpeé y terminé rompiendo el espejo y ensangrentando mi mano, nos reconciliamos más tarde porque me pides disculpas, si pudieras me llevarías mil ramos de rosas, pero me conformo con que me des un beso en la mejilla cuando presto esta para que lo hagas, sé que te gustaría poder abrazarme esas tardes que paso a solas contigo mi tiempo, extender tu mano y tratar de alcanzar la mía, pero no puedes, no puedes hacer algo más que mirarme desde lejos o cuando tengo un cuchillo entre mis manos y te veo reflejado en su brillo metálico, entonces sonríes para que no me dé cuenta de lo solo que te sientes, pretendes ser feliz porque me quieres ver feliz, pero no soy feliz.

Quiero sentir tu calor cada noche que paso pensando en ti y la forma que me tocarías, son malos pensamientos mientras pronuncio tu nombre en voz alta y me escuchas, sabes lo que hago y te diviertes, te gusta también imaginarme, comparto tu entretenimiento y te proporciono los medios para pasar una linda velada romántica los dos.

Pero no se siente bien despertar y ver el lado vacío de mi cama, nunca estuviste ahí y lo sé, aunque todas las sabanas de mi cama estén revueltas por mi culpa y como rutina me levanto temprano y voy a mirarte en el espejo del baño, eres un peor desastre que yo, pero me das los buenos días y me pides besarte.

La fría superficie no son como unos labios, mediocre e insípida me entristezco conmigo mismo y me enojo también, es ahí cuando no quiero que veas la cantidad de pastillas que tomo antes de salir de casa y hacer actividades, estoy suficientemente medicado para sonreír como idiota todo el día y nadie se da cuenta, ha sido así todo este tiempo, no recuerdo día en que no vea lindos arcoíris de colores por las drogas fuertes, y como todo termina, llego a casa, escucho que me gritas porque el momento feliz terminó e impotente me vez atar como cada semana, una cuerda desde el techo y me preparo para cometer pecado contra la vida.

Siento la familiar sensación de la cuerda que se desliza por mi garganta y sin pensarlo, quito el banquillo en el cual me subí.

Es cuando siempre te veo parado frente a mí llorando, cuando siento que estás aquí decepcionándote de las decisiones que tomo, cuando sí puedo sentir tus manos ser cálidas con mi rostro, pero estás ahí, sé que estás ahí, te veo ahí y te siento ahí, para después no sentir nada.

Y como cada mañana no sé quién es el que me baja de la cuerda y con cuidado me coloca en la cama, siento mi cuerpo sucio, están las evidencias de que estuviste aquí, los rasguños en mi piel y los chupetones, pero cuando pregunto del tema tú no sabes nada, no me dejas otra opción más que seguir conformándome con mirarte sonreír y darte esos fríos besos, compartiendo el secreto que no sale de la habitación y por el cual todo el mudo me cree loco, tú existes y no puedes irte.