Declaimer: No pretendo tener ningún fin lucrativo respecto a ésta historia, el maravilloso universo de HP y sus personaes pertenecen a la maravillosa J.K. Rowling. Que esta declaración sirva sus efectos para esta historia.
Aviso: La historia que vas a leer a continuacion participa en el reto "FELIZ CUMPLEAÑOS GRED Y FEORGE" del foro las cuatro casas.
A/N: Me he reido muchisimo escribiendo ésta historia, espero que disfruten de mis gemelos preferidos.
El Rodeo del Concursante 315
Los pasos acelerados de los gemelos se escuchaban, mientras sus carcajadas retumbaban en las paredes de piedra, iban subiendo las escaleras a la torre de Astronomía, mientras el miembro honorario y prefecto de Slytherin los seguía, ya habían planeado la broma, con bastante anticipación, así el rubio platino se vería distraído y los demás miembros del ED podrían entrar sin problemas a la sala de menesteres; Umbridge y su escuadrón ya los tenían hartos.
-¡Malditas comadrejas, no se van a salvar de ésta!—bufó Draco Malfoy haciendo reír más sonoramente a los gemelos.
Cuando llegaron a la cima de la torre, de pronto el silencio se hizo, ese silencio que avecina la peor de las catástrofes. Draco Malfoy volteaba a todos lados buscando a Fred y George Weasley, pero ni un solo rabillo de su encendida cabellera se divisaba. Entonces el blondo vio una gran "W" en una de las escaleras, que antes no estaba— ¿pero que carajo?—el Slytherin se acerco lentamente observando la gran "W", que ahora brillaba con colores neones, acercando mas su rostro, pera después cometer uno de los más grandes errores de su corta vida, colocó el pie justo en la "W", de la nada una cuerda le aferró ambos pies, Draco intentó liberarse por todos los medios posibles de dicha cuerda, sin embargo no lo lograba. Pocos segundos después escuchó algo parecido a un oink, oink, oink, su mirada siguió aquel sonido mientras su cara se iba contorsionando con un gesto de preocupación.
Ahí en el pie de la escalera estaban sus objetivos riendo, mientras se recargaban entre ellos para sostenerse en pie, doblándose de la risa, por solo imaginarse el resultado de aquella jugarreta. Atado ahí, al final de la cuerda había un cerdo salvaje enorme, en su trasero tenía pintada la cara de chico, la vida de Draco pasó frente a sus ojos, mientras Fred Weasley decía—Y ahora nuestro participante numero 315, Draco Malfoy—George puso sus manos en sus labios como para fingir la multitud reunida, mientras Fred aplaudía sonoramente—Buen viaje Malfoy—soltó de ultimo George, mientras le daba una nalgada fuerte al enorme animal, el puerco emitió un uhiii uhiii sonoro. Y Draco Malfoy era alado escaleras abajo por el puerco salvaje, mientras los gemelos se reían una vez más. Las últimas palabras que se oyeron del blondo—Mi padre se va a enterar de esto—
...
A la mañana siguiente Draco Malfoy, caminaba con su trasero un poco salido, El coxis había sido según Madame Pomfrey; llevaba una dona inflable para sentarse en sus clases, y en el gran comedor.
-Ahora el priiiincipe debe sentarse en las nubes también—dijo Fred en voz alta.
-Tan parece que así es Gred, no podemos esperar que su trasero real comparta los mismos asientos que la plebe—soltó George.
-¡ Ya lo verán, malditas sabandijas, se las verán con mi padre!—
Fred Y George se abrazaron en el gran comedor, mientras hacían un gran espectáculo aparentando estar asustadísimos, las risas de los Gryffindor no se hicieron esperar, mientras las carcajadas de los gemelos invadían el lugar y gritaban a todo pulmón—¡Travesura Realizada!—
Draco Malfoy cargó su dona bajo el brazo dos meses más.
