Aclaraciones: Después de tantos años se me ocurrió subir un fanfic que ya había escrito precisamente hace tiempo, solía escribir y actualizar historias pero ya no lo hago solo escribo sin compartir mis historias, decidí subir este porque me pareció bastante sencillo y con una trama descomplicada, a propósito es yaoi y la pareja digamos que... solo me inspiró pueden ser cualquier personaje de cualquier serie al final decidí que le colocaría los nombres de dos de mis personajes favoritos de Bakugan, quise decir los únicos que me agradan y ¡ha pasado tanto tiempo desde que vi esta serie! xD
En fin, basta de palabrerías y comencemos, ojala alguien lo lea y lo dudo.
Derechos: Bakugan Battle Brawlers no me pertenece, solo hago uso de sus nombres para escribir una historial propia.
Resumen: Por culpa de un estúpido error, dos jóvenes destinados se vuelven a encontrar sin saberlo realmente compartiendo su cotidianidad mientras trabajan en la panadería de Shiori, un poco de negación, romance y aceptación.
Panadería de Shiori
Era más de media noche y un grupo de chicos se habían dividido luego de una gran fiesta. Dos jóvenes subieron a la colina más alta, solo eran ellos dos y eso era lo que querían.
-ven, te digo que desde acá hay una gran vista – el chico sostenía de la mano a la muchacha ayudándola a subir.
-Estoy un poco entusiasmada – la chica sube fácilmente, se sentía un poco nerviosa porque sabía a lo que irían, lo sabía desde el inicio de la noche.
-Je – llegaron a la cima y entonces ven a otra persona, al parecer no estarían solos.
El chico observa la silueta de aquella persona intenta quizás reconocerle pero no podía, era una imagen única, el brillo de la luna le cubría revelando una cabellera y unos flequillos, no era una mujer pero casi lo confunde con una, se trataba de un chico que movía su telescopio en una dirección particular.
-Mierda – susurra el chico soltando la mano de la muchacha, se dirige hacia el "intruso" aunque en ese caso él sería el intruso.
-¡Vete de aquí! – exclama
El chico de cabello oscuro lo mira, luego dirige su atención a la chica y vuelve a su tarea – No
-¿Qué hace alguien aquí solo? Vete – él insiste
-chico alcoholizado ve a tener sexo a otro lado – le responde mirando por su telescopio
El chico molesto chasquea sus labios, se enfurece mientras la chica intenta jalearlo del brazo para que se calmara
-Vayámonos Ace, encontraremos otro sitio – dice la muchacha finalmente descubriendo su nombre.
-¡No! – El chico llamado Ace le lanza una mirada de enojo – 'ridículo, mirando las estrellas' – piensa e impulsivamente se acerca empujando el telescopio, este cae provocando un sonido horrible.
-¡¿Qué has hecho?! – exclama el pelinegro un poco ofuscado.
-¡Ace vamos! –la chica insiste
-Ahora sí, ¡lárgate! – le grita Ace, no había motivo para enojarse pero estaba alcoholizado y le habían arruinado el plan.
El pelinegro comienza a recoger sus cosas, recoge el telescopio un poco triste pero molesto, lo guarda y se dispone a irse pero antes de acerca al chico agresivo hablándole al oído
-Vas a saber de mi – le dice en un tono amenazante y se marcha.
Ace empuña su mano – estúpido
- Ace… - le llama la chica
-cállate, vete a tu casa
-¡¿Ah?! – la chica hace una expresión de sorpresa y luego una de enojo – No vuelvas a hablarme
Ace no responde, solo se cruza de brazos mirando hacia el cielo – 'maldita sea'
X x x
Día 1
-¡Ace! ¡Despierta! ¡Baja inmediatamente!
El joven abrió sus ojos, escuchó los gritos de su padre y se levantó de golpe, no le gustaba cuando sus padres lo despertaban a gritos porque sabía lo que eso significaba, que estaba en graves problemas y probablemente lo regañarían o castigarían, cualquiera que fuese la opción ninguna era agradable.
Abrió la puerta y bajó las escaleras lo más rápido que pudo a pesar de estar recién levantado de la cama con un poco de ensoñación.
-¿sucede algo? – pregunta Ace un tanto preocupado, más cuando vio el rostro de disgusto de su padre.
-¡Por supuesto! ¿Cómo te atreves a dañar cosas que no te pertenecen? – su padre le golpea en la cabeza
-Oh, no es necesaria la violencia – habla el hombre que estaba presente en la sala de estar frente a ellos, Ace lo había notado pero no creyó que este sujeto fuese parte del problema.
El hombre sonríe dirigiendo su atención a Ace – He venido aquí para cobrar por el daño del telescopio de mi hijo.
-¿Eh? – Ace levanta una ceja y de pronto lo recuerda sintiéndose muy apenado, esa noche más tarde se arrepintió de haber hecho aquello pero de verdad que no pudo controlarse.
-en total son 2 millones – le dice con una sonrisita como si no se tratara de nada sobre lo que preocuparse.
A sus padres casi les da un infarto y Ace se queda boquiabierto
-Este cabrón - su padre hace ademan para golpearlo pero el hombre lo detiene agarrándole del brazo, Ace se había encogido y agradece que no le golpeó.
-le dije que no es necesaria la violencia, no se preocupe que su hijo puede pagar su deuda trabajando para mí en nuestra nueva panadería
-¿Eh? – Ace vuelve a levantar la ceja, acaso estaba soñando eso no le gustaba ni siquiera como se escuchaba ¿Trabajar?
-¿les parece? O ¿Tiene los 2 millones?
Sus padres niegan con la cabeza y dirigen su mirada hacia Ace
-No puede ser cierto
-Bueno, nos vemos en esta dirección y aquí tienes mi tarjeta de presentación – el hombre le entrega y luego estrecha su mano, Ace le recibe y luego suspira
El hombre desconocido se marcha y al hacerlo Ace debe enfrentarse a la ira de su padre.
-¡No te pagare la universidad! ¡Ni siquiera has decidido qué hacer con tu jodida vida y ahora tienes una deuda de millones! – Su padre le grita y en medio de la ira le da una paliza, era un hombre violento y que no sabía controlar su ira, Ace era como él por lo que había aprendido pero Ace se controlaba un poco más.
Esa noche el joven se maldecía a si mismo por haber sido tan estúpido pero sobretodo maldecía a ese chico que ni siquiera conocía y le estaba volviendo la vida un desastre.
