DISCLAIMER: Shingeki no kyojin y sus personajes le pertenecen a Hajime Isayama. Escribo de él sin ánimo de lucro.
PAREJAS:
LEVI X EREN Principalmente || ERWIN X ARMIN Ligeramente.
ADVERTENCIA:
El siguiente fanfic contiene escenas de sexo explícito, lenguaje obsceno, violencia, consumo de drogas, uso de armas, tráfico de drogas, tortura y muerte de personajes, entre otros. Con esta historia no pretendo incitarlos a infringir ninguna clase de ley, consumir algún tipo de droga o en general imitar ninguno de los actos que se realizan dentro de la historia. Al contrario, vivan una vida plena y sana.
Por otro lado, el fanfic tiene un ligero OoC que se justifica para la historia.
Hecha la pertinente advertencia el lector lee bajo su propia responsabilidad :)
CAPITULO 0.
ERWIN
— ¡Ya fue suficiente, Damage!— Espeté furioso cuando varias gotas de sangre atentaron con salpicar mi cazadora nueva. Retrocedí un par de pasos, chorrearme con sangre no era mi ideal de la noche de viernes perfecta.
—Deja de joder, Erwin— Soltó Damage con dureza mientras continuaba con su labor de arremeter tantos golpes como pudiera al hombre que ahora estaba contra el asfalto suplicando clemencia.
Hace como media hora Damage sacó a un pandillero que le debe dinero a Kenny del prostíbulo barato en el que estábamos, lo arrastró hasta el callejón y comenzó a golpearle sin represión alguna. Aunque más que una deuda Kenny deseaba dejarle en claro a sus enemigos quien mandaba en este tugurio.
Bufé cansinamente por tener que cumplir las órdenes de Kenny. Él no era más que un bravucón de mierda que nunca le quitaba la vista de encima a mi hermano. Más de una vez le pedí a Damage que lo mandara al demonio y comenzáramos una nueva vida; lejos de las drogas, las peleas, las apuestas ilegales y la constante amenaza a nuestras vidas por el simple hecho de estar en este lugar, pero Damage jamás aceptó.
Kenny es la forma fácil en que Damage desea cumplir su meta.
Me recargué contra nuestro viejo auto a mitad de la calle mientras observaba a mi hermano a una distancia considerable. Damage continuaba golpeando e insultando a aquel hombre quien estaba al bordo de la inconsciencia. Negué con la cabeza ante aquella imagen y encendí un cigarrillo.
—Ten un poco de orgullo y deja de suplicar pedazo de mierda — Grita burlándose de aquel tipo mientras pisaba su cabeza contra el asfalto.
Damage no necesitaba de mi ayuda, o de ningún tipo de ayuda para "terminar" con alguien. Él era por sí solo una máquina asesina, por más terrible que eso pudiese sonar.
Saqué el humo de mis pulmones devolviendo la mirada al cuerpo de mi hermano. Si no me hubiese encaprichado en perseguirlo hasta esta vida ahora estaría en el último año de la carrera de medicina, tendría una novia bonita y educada, un departamento en el centro de la cuidad, un apellido distinto para que nuestro pasado no pudiera alcanzarnos y lo más importante: podría cuidar mejor de Damage, en todos los sentidos.
—Vámonos ya— Dijo Damage subiendo a nuestro viejo auto. Tenía los nudillos rojizos y manchados de sangre, su oscuro cabello completamente despeinado y las botas hechas un asco.
Observe al hombre tirado en el suelo. Estaba inconsciente, con la cara hinchada y bañada en sangre y sudor. Las personas pasaban de largo, ignorando al tipo como si no estuviese allí medio muerto. Esa era una de las cosas que odiaba del lugar, a nadie le importaba si vivías o no.
— ¿Vas a encender el auto o tengo que golpearte a ti también? — Pregunta Damage sacando de la guantera un montón de bolsillas de plástico engrapadas unas con otras, con pastillas diminutas dentro. Tomó una de ellas colocándola en su boca y tragándola sin dificultad alguna.
Enciendo el auto.
"No habría podido abandonar a Damage ni aunque que hubiese querido" Pensé cuando las llantas del auto quemaron contra el asfalto.
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EREN
Corrí esquivando a las personas que se atravesaban en mi carrera por el pasillo hacia la salida, haciendo que los alumnos que eran empujados por mí me gritaran maldiciones mientras me miraban correr o recogían las cosas que accidentalmente hacia que tiraran al suelo. Salgo al enorme patio de la universidad dando zancadas cada vez más grandes, Mikasa necesitaba hablar urgentemente conmigo, o eso era lo que decía el mensaje que me había enviado.
Me detuve justo en la puerta buscando a Mikasa con la mirada y fue allí cuando lo vi, Connie. Estaba del otro lado de la calle hablando con un tipo de cabello rubio que se veía bastante sospechoso.
En cuanto notó mi presencia levantó en el aire el móvil de Mikasa. Debí suponerlo, ella jamás me enviaría un mensaje de ayuda.
Lo ví susurrarle algo al tipo y después de eso Connie cruzó la calle acercándose a mí con una de sus amplias sonrisas.
— ¿Listo para la fiesta de hoy? — Me preguntó mientras caminábamos de regreso al salón de clases.
Lo miro con una mueca de contrariedad por su comentario, me gustaba ir a fiestas y reuniones pero solo cuando éstas eran preparadas por mis amigos y no por los compañeros de la Facultad de grados superiores.
—Vamos Eren, será divertido— se acercó a mi oído y comenzó a susurrarme Además, esta vez yo me encargare de la "diversión" — Me guiña un ojo en un gesto de complicidad.
Yo solo lo miré con detenimiento. Sabía perfectamente a lo que se refería con "diversión" y era justamente esa la razón por la cual prefería quedarme en casa jugando a la consola con mi hermano, y no en fiestas que se llenaban más de drogas que de invitados.
—En realidad, Armin quiere ir a cenar esta noche. —Comenté esperando que Connie olvidara el tema de la fiesta. En momentos como este desearía estar castigado.
—Iras aunque tenga que llevarte arrastrando yo mismo— Me recrimino frunciendo el ceño.
—De acuerdo, de acuerdo. Lo pensaré. — Respondo y Connie pasa uno de sus brazos por mi cuello en señal de aprobación.
Al final del día no pude negarme a asistir a esa estúpida fiesta, incluso termine prometiéndole a Mikasa que pasaría por ella a las diez en punto. Ahora solo esperaba que Armin pudiese acompañarme y así al menos tener una conversación con alguien.
Si llegaste hasta aca: Muchas gracias por leer este primer episodio.
Esta es una historia que a pesar de los temas que toca (y tocará) lo he hecho con mucha entrega y cariño para que puedan pasar un rato agradable.
Nos leemos en el próximo capitulo.
