El secreto de Snape
Es la segunda vez que subo este capítulo porque mágicamente desapareció y aquí estoy de nuevo (gracias Aoniapor avisarme)... anteriormente había dicho que debido a la escuela no puedo actualizar mucho, estoy en el 4to semestre de Relaciones Internacionales y debo decir que no es una carrera fácil (aunque la verdad ninguna lo es, así que la mayor parte del tiempo me dedico a eso... espero entiendan mi posición y me tengan paciencia, lo único que puedo prometerles es que no dejaré tirada esta historia.
/ recuerdos
"blah blah" pensamientos
--- cambio de escena
Lo único que me pertenece es Kim y la idea, lo demás es obra de JK Rowling.
Dedicada a mi Draco personal. Ich Liebe Dich.
Capítulo 1. La llegada del pasado
Y ahí estaba, mirando a través del cristal, el paisaje pasaba y ella sólo podía pensar en lo que le esperaba en Hogwarts, sería un cambio, un gran cambio.
Toda su vida la había pasado del otro lado del mundo, ahora se encontraba a kilómetros de distancia de su hogar... respiró hondo, eso pronto pasaría, pero... dejó de mirar el paisaje y miró la fotografía que tenía en sus manos; era aún un bebé cuando esa fotografía había sido tomada y había sido mirada tantas veces que parecía aún más vieja de lo que realmente era; miró de nuevo al exterior y sólo pudo pensar... "Por favor quiéreme".
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El habitante de las mazmorras estaba sentado en el lugar que solía ocultarlo del mundo exterior que tanto odiaba, o quizá... que tanto temía. Llevaba más de dos horas sentado en el sofá pensando en el pasado, un pasado que no podía olvidar aunque muchas veces lo había intentado, pero simplemente no podía hacerlo y la fotografía que sostenía en sus manos le recordaba el por qué... cerró los ojos dejando su cabeza descansar en el respaldo del sofá y sus manos en su regazo junto con la fotografía que sostenía.
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El tren detuvo su marcha, sintió un escalofrío recorrer su espalda. Bajó del tren, miró a su al rededor, todos estaban con sus amigos o conociendo nuevos amigos, se sintió un poco sola.
Alguien chocó con ella mientras se encontraba inmersa en sus cavilaciones, volteó a ver quién había chocado con ella y se encontró de frente a un chico rubio de ojos grises, no supo que decir y después de unos segundos de silencio fue él quién dijo la primera palabra.
-disculpa, ¿te lastimé?
-no, no, está bien
-mi nombre es Draco, Draco Malfoy, ¿eres nueva verdad?
-si
-espero volverte a verte...
-Kim, Kimberly Anne McLean
-espero volver a verte Kim, nos vemos
El chico se fue y Kim se quedó totalmente helada hasta que sintió una enorme mano en su hombro.
-vamos Kim, irás con los de primero
-hola Hagrid – sonrió ella – estoy un poco nerviosa
-tranquila, todo saldrá bien, muchas personas esperan verte
-lo sé, pero no lo puedo evitar
Como ya lo había dicho, Kim tuvo que seguir el camino de los niños que iban a primer año, aunque ella entraría a quinto, ya que Albus Dumbledore, su padrino, había insistido en que siguiera el camino de los primeros tan sólo para seguir la tradición escolar aunque su selección de casa sería en privado y sólo los profesores estarían presentes.
Miró fascinada la magnificencia del castillo cuando lo vio aparecer ante sus ojos y sin duda entrar fue mucho mejor.
Le hubiera encantado ver la selección de los niños de primero, ya que la suya sería totalmente diferente pero en cuanto McGonagall la vio se la llevó a una habitación contigua al gran salón desde donde ella podía escuchar todo, pero no lo podía ver, suspiró, ni modo, sería en otra ocasión.
Escuchó toda la ceremonia con mucha curiosidad y tratando de imaginar que pasaba, cenó ahí y esperó a que todo terminara para saber a cuál casa pertenecería, la espera sin duda fue larga y cuando terminó la ceremonia, su corazón se aceleró, era la hora de la verdad para muchas cosas, se encontraba emocionada, nerviosa y totalmente aterrada. Pocos minutos después McGonagall fue por ella para llevarla a otro lugar donde la selección se llevaría a cabo.
Al entrar se encontró en una sala circular bellamente decorada, una chimenea crepitaba frente a la puerta y al rededor se encontraban todos los profesores de Hogwarts, Dumbledore la llamó a que se acercara a él, la miró paternalmente a través de sus gafas de media luna y le dio un abrazo, luego la hizo sentar en el taburete de cuatro patas y luego el sombrero seleccionador le fue puesto, estaba totalmente nerviosa y sin poder evitarlo, en cuanto el sombrero comenzó a hablar dio un pequeño brinco.
-mmm... difícil decisión... valor... inteligencia... temple... Gryffindor sería un excelente lugar para ti, pero otras cualidades... estas dispuesta a todo... Slytherin sin duda es otra excelente opción pero creo... Gryffindor!
Todos al rededor aplaudieron y Kim se sentía totalmente feliz, su madre había pertenecido a Gryffindor.
-sin duda tu madre se sentiría muy orgullosa de ti, tendrás que sortear muchas pruebas pero sin duda saldrás victoriosa, mucha suerte – dijo el sombrero antes de ser retirado de su cabeza y volver a parecer inerte
-que bueno es tenerte aquí pequeña – dijo Dumbledore sonriendo – seguramente tu madre estaría muy orgullosa
-gracias, me da mucho gusto estar aquí – dijo Kim sin poder reprimir una enorme sonrisa
-y a nosotros nos da mucho gusto tenerte aquí – dijo McGonagall – bueno, creo que debo llevarte a tu casa, es tarde y mañana comienzan las clases
-oh vamos Minerva un rato más no afectará mucho – dijo Dumbledore – además hace mucho que no la veía, permíteme aunque sea un momento disfrutar de mi aijada
-Albus, esta niña debería ya estar en su casa, además debo presentarla a los demás – dijo McGonagall con severidad
-oh está bien, pero debes prometer que me harás una visita de vez en cuando – dijo Dumbledore dirigiéndose a Kim
-claro, además, hace mucho que no como caramelos de limón – dijo Kim sonriendo y recordando viejos tiempos, Dumbledore sonrió y después de un abrazo, y un beso en la mejilla por parte de Kim dijo
-oh claro, claro, buenas noches pequeña
-buenas noches – se despidió Kim de todos y cuando estaba saliendo se encontró con quién más ansiaba encontrarse
-buenas noches – dijo Snape – espero poder hablar contigo mañana
-s-si, si, claro, buenas noches – Kim lo pensó un poco pero al final lo hizo, se puso de puntitas, y jalando un poco a Snape, le dio un beso en la mejilla
McGonagall la llevó a lo que se convertiría en su hogar por algún tiempo, al entrar Kim estaba muy nerviosa, todos se conocían, claro, los nuevos no, pero seguramente en el tren habían conocido a alguien y ella se sentiría fuera de lugar... se reprimió mentalmente por ser tan pesimista, un defecto con el que luchaba día con día.
En pocos momentos se encontraban frente al retrato de la dama gorda.
-bueno aquí estamos, tranquilízate, no te van a comer – dijo McGonagall dándole ánimos a la nerviosa chica quién sólo sonrió nerviosamente
-¿santo y seña? – preguntó la Dama Gorda
-Fata Morgana – dijo McGonagall y la Dama Gorda se abrió paso – debes recordar la clave
-Kim simplemente asintió y entró después de McGonagall
Cuando entraron todos se quedaron callados.
-buenas noches, primero que nada, bienvenidos sean los nuevos, ahora, quiero presentarles a una nueva alumna, ella es Kimberly Anne McLean y es una nueva alumna de quinto año, ella viene del otro lado del mundo, de Salem y espero que la hagan sentir como en casa; señorita Granger, ¿podría mostrarte su habitación? – Hermione asintió – buenas noches a todos
McGonagall salió a través del retrato de la Dama Gorda.
-hola, yo soy Hermione Granger, bienvenida, sígueme, te mostraré tu habitación – dijo Hermione comenzando a andar hacia las escaleras
-hola, mucho gusto – dijo Kim siguiéndola
-te gustará Hogwarts, sólo... hay algunos profesores que dan miedo y algunos niñitos idiotas que se sienten la gran cosa, pero fuera de eso, es genial
-si, como en todo
-bueno aquí estamos, si me necesitas aquí estaré ¿ok?
-si, gracias y mucho gusto Hermione
-no hay de qué, buenas noches Kim
-buenas noches
Kim entró y se encontró con algunas chicas que la miraron como bicho raro, después de todo Kim era alguien medio extraño y además al ser nueva, aún más, entre las chicas de quinto se encontraba Ginny Weasley con quien de inmediato se sintió identificada y realmente se cayeron bien de inmediato.
-no les hagas caso, son algo... especiales, hola soy Ginny Weasley – saludó la más pequeña de los Weasley
-hola, soy Kimberly McLean
-bueno, por lo que veo estarás a mi lado, que bueno – dijo Ginny sentándose frente a Kim
-si, no te llevas muy bien con ellas ¿verdad?
-no, como te dije, ellas se sienten la gran cosa y la verdad no encajo con ellas, y ni me interesa, ¿de donde vienes?
-vengo de Salem
-wow, del otro lado del mundo, ¿por qué de tan lejos?
-bueno es que... mi madre murió hace algunos meses y mis abuelos me enviaron con mi padrino, y mi papá
-oh... yo, lo siento
-no te preocupes, está bien
Kim y Ginny siguieron hablando un rato más, y después se durmieron, Kim tardó mucho más en dormirse, pensaba en su antiguo hogar, ahora se encontraba tan lejos, pero... realmente no lo extrañaba, después de tantos años de sentirse rechazada por sus abuelos, estar en un lugar donde sabía que alguien la quería era mucho mejor, cerró los ojos y comenzó a caer dormida, no sin antes pensar, "por favor papá, quiéreme".
