¡Hola! Pues aquí me tienen… muchos dirán porque ponerte a hacer un fanfic nada que ver con Harry Potter cuando todavía no terminaste el que empezaste hace tres años. Pues es que realmente tenía que sacarme esta historia de la cabeza antes de seguir con mi Dramione.

Este fanfic se me ocurrió cuando vi las lindas manos de Nemugasa en el capítulo 30 de Hidoku Shinaide mientras escuchaba Love's sorrow de Shigatsu wa Kimi uso. Me imagine al lindo nemu-chin tocando el piano mientras Maya lo miraba intensamente (baba) y no pude evitar querer escribirlo. Advierto que saque muchas ideas de este anime, pero no se preocupen que no es mi intención hacer la versión gay de este.

La verdad si hay algo que amo más que el chocolate es ver el rostro de Maya enardecido de celos así que decidí hacerlo sufrir un poquito por todos los sentimientos inquietantes que le hizo sentir a mi pobre Nemu-chin en el último volumen del manga. Espero que les guste, y no les puedo prometer nada acerca de escenas de sexo porque la verdad me sale muy fea. Aunque, no descarto la idea de que en algún capitulo aparezca una rica escena entre Maya y Nemugasa.

Bueno es todos, ¡Besitos dulces!

WARNING! Antes de leer tienes que saber que este fanfic tiene contenido YAOI, es decir que las relaciones románticas son entre chicos guapos y apetitosos.

Hidoku Shinaide no me pertenece, son de la mangaka Yonezou Nekota.

Capítulo 1 Twinkle twinkle Little star

Nemugasa Takashi tenía ciertas aficiones, las cuales la mayoría de ellas constaba en estudiar; cada situación de la vida la resolvía de la única forma que sabía hacerlo, leyendo una amplia bibliografía sobre el tema. Sin embargo, a pesar de que su modesto y pequeño escritorio se encontraba atiborrado de libros no lograba entender algo. ¿Cómo ser un buen tutor?

Solo había cumplido un mes desde que había comenzado a trabajar en el instituto superior como suplente de un profesor, sin embargo, el enseñar no era tan sencillo como escribir formulas en la pizarra. Y la gran parte de estos problemas concebían en lo que a Nemugasa se le complicaba más, las relaciones humanas. A pesar de que sus conocimientos en la materia eran de lo más exacta, sentía que no todos sus alumnos prestaban la suficiente atención, las pequeñas risas al fondo del aula y los besuqueos indiscretos de parejitas en los rincones no le hacían gracia. Sin embargo, cuando le comento esto a su superior este le contesto con evasivas.

_ Esto es un instituto de preparación, los jóvenes vienen aquí para estar más preparados para la universidad. Si ellos no poseen la disciplina y les da lo mismo que sus padres gasten dinero aquí no es de nuestra incumbencia. Un gran porcentaje de chicos que aprenden aquí ingresan a las universidades de primera opción, mientras ese cupo este cubierto limítate a dar las clases._

Su superior, un hombre de baja estatura calvo y de cejas prominentes lo miro severamente por unos instantes.

_ Estas haciendo una suplencia de seis meses, la profesora Tanaka volverá y seguirá con su grupo como siempre. La razón por la que te asignamos este grupo con nada de experiencia, es porque en tu clase se asignas a los jóvenes con expectativas de universidades de relativamente más fácil ingreso. No necesitas preocuparte por la atención que pueda hacerte, después de todo, tu solo estarás por un corto periodo de tiempo… Ahora si me disculpas tengo una reunión con el comité educativo en quince minutos._

Dicho esto el hombre le indico con la mano la salida de su oficina, Nemugasa solo atino a dar una leve reverencia y con los hombros caídos y la cara larga salió de la oficina ofuscado.

"Es verdad" pensó "Solo estoy aquí por un corto periodo de tiempo. Cuando vuelva la Señora Tanaka de su licencia por maternidad no estaré aquí" Nemugasa se sintió decaído, no por el hecho de que perdería a sus alumnos, porque ciertamente no tenía ningún tipo de relación con ellos, sino por el hecho de que ya no tendría trabajo y debería salir a buscar nuevamente. No es que nunca lo hubiera pensado, solo que creyó que su trabajo sería más productivo.

Nemugasa se golpeó las mejillas con las manos y con mirada decidida salió al frio de afuera, ya comenzaba a sentirse el frio viento del otoño y se preguntó si Maya se abrigaría bien, la respuesta la obtuvo enseguida cuando un exageradamente abrigado Maya se encontraba fuera del instituto esperándolo.

_ ¡Maya!_ sonrió el megane mientras se acercaba a él con paso apresurado_ no sabría que vendrías, estuve hablando con mi superior. ¿Hace mucho que esperas?_

El atractivo hombre que tiritaba negó con la cabeza levemente.

_ Solo unos quince minutos, quería sorprenderte ya que suspendieron las clases de la tarde y me encontraba libre._ el joven sonrió abiertamente, Nemugasa conmovido por lo tierno que podía a llegar a ser su novio le dio un fugaz beso antes de mirar para todos lados asegurándose nadie lo viese. Maya totalmente sonrojado se cubrió levemente el rostro con su bufanda. _ ¿Cómo esperas a que responda a eso cuando lleguemos a mi casa?_ Sus ojos oscuros brillaban de esa forma tan intensa que a Nemugasa le hacía sentir escalofríos.

_ Vayamos a casa a averiguarlo…_ dijo el megane con toda esa inocencia picara que desprendía.

Ambos jóvenes caminaron rápidamente hacia el departamento del pelinegro, el cual ni siquiera espero a llegar a la habitación para sacarle la ropa a su amante y tomarlo en el frio piso de la sala.

Luego de hacer el amor, los jóvenes habían subido a la habitación, aun desnudos se encontraban en la cama, Nemugasa le había platicado sobre sus preocupaciones a Maya.

_ ¿Qué tal si le preguntas a Akira que te asesore? Después de todo él es un buen tutor… podría darte una idea de cómo lidiar con los alumnos._

Nemugasa miro a su atractivo novio, y no solo por el hecho de que sus cabellos negros remarcaban su anguloso rostro y sus ojos oscuros parecían brazas encendidas, ni porque sus grandes hombros y torso se encontraban descubiertos de las sabanas, sentía ese calor en sus entrañas que lo pedían nuevamente. También lo encendía el hecho de que pensara en él, en que le daba esa atención que nunca le daría a otra persona.

_ ¿Quieres hacerlo otra vez?_ pregunto pícaro el pelinegro mientras relamía sus labios, al ver como el joven megane se sentaba a horcajadas sobre él. _ Bien… esta vez me tomare mi tiempo…_

. . . . . . . . . . . .

Okino corría rápidamente hacia su universidad, se había quedado dormido en la casa de su nuevo novio haciendo arrumacos esa mañana. Sus cortas piernas latían del esfuerzo pero debía llegar a la clase de chino, donde vería a Nemugasa, debía contarle acerca de su hermosa cita. Sin darse cuenta choco contra algo muy pesado ya que fue arrojado de bruces bastante lejos. Quejándose se sobo el costado donde había caído.

_ Lo lamento…_ escuchó decir. Levanto la mirada y vio a un joven de grandes ojos color miel, que extendía su mano para ayudarlo a levantarse. Okino se los quedo mirando fijamente por unos segundos, jamás había visto color de ojos similares en su vida. Lo miro con más detenimiento, su rostro era anguloso, era un hombre atractivo, llevaba el cabello corto peinado de forma bastante prolija aunque se veía que sus cabellos eran rebeldes y escapaban de ese peinado dándole un aire desarreglado muy sexy. El joven de ojos claros sacudió su cabeza rápidamente pensando en que el ya tenía a Kutani-kun y que no necesitaba a nadie más. Rápidamente tomo la mano del joven y se levantó. Era tan alto como Maya, pensó que realmente parecía esos modelos de revista, y si no fuera porque vestía de una forma muy común pensaría que era uno.

_ Realmente lo siento_ dijo rascándose la nuca apenado_ estaba por ingresar a la universidad a repartir unos folletos…_ hizo una reverencia hacia Okino que apenado negó con las manos y le obligo a enderezarse.

_ Yo soy el que estuvo mal al correr así por los pasillos… Perdóname_

_ No te preocupes… si quieres compensármelo ¿porque no vas con tus amigos aquí?_ el joven le extendió un folleto, Okino miro las manos del joven, largos dedos y manos grandes, antes había escuchado que estos solían ser de pianista.

_ ¿Un café?_ dijo el pequeño universitario.

_ Si… pero no cualquiera, suelen hacer presentaciones alumnos de la universidad de artes musicales de Tokio. Por lo general, van universitarios, pero adeptos a la música clásica también suelen ir._ Okino sonrió, recordaba que a Nemugasa le gustaba escuchar ese tipo de música, lo invitaría a comer pastel esa misma tarde.

_ ¡Muchas gracias tratare de ir con mis amigos!_ Sonrió alegremente, recordó que estaba llegando tarde a su clase y con un rápido saludo se despidió del joven atractivo que lo saludaba con la mano y una amplia sonrisa.

Cuando ingreso al aula el profesor aun no había llegado y suspirando aliviado, busco a su amigo de anteojos que se encontraba leyendo un libro en la tercera fila del aula. Se acercó y se sentó junto a él.

_ ¡Hola Nemu-chin!_ saludo efusivamente, el joven viro su rostro y le sonrió.

_ Casi no llegas…_ le dijo mitad divertido mitad regañándolo. Okino se limitó a sonreír y como queriendo cambiar de tema recordó el folleto y se lo mostro a su amigo.

_ ¿Qué tal si vamos? ¡Comeremos pastel para celebrar mi cumpleaños! _

Nemugasa lo miro sorprendido.

_ ¿Es tu cumpleaños?_ pregunto nervioso… no le había comprado nada a su mejor amigo.

_ ¡No!_ rio tiernamente_ es en una semana pero, ¡Kutani-Kun y yo haremos un viaje a un Onsen! Aprovecharemos que empiezan los días fríos. Vayamos a comer pastel antes porque después viene la época de exámenes. ¡Invita a Maya!_

Nemugasa se sonrojo, recordando su viaje con Maya, se preguntó si el novio de Okino sería igual de pervertido que el suyo. Sonriendo al ver el dulce rostro de su amigo tan feliz, tomo el celular y tipio un mensaje a Maya, invitándolo a comer pastel a aquel café.

. . . . . . . . . . .

Un pequeño gritito se escuchó cuando el grupo de jóvenes entraron al café, Akira suspiro, era de esperarse al entrar dos bellezas masculinas como lo era Maya y su actual amante Naoya. El creía ver como unas jóvenes lo miraban también a él pero las ignoro inmediatamente, siempre creyó a pesar de su atractivo, que Naoya era quien robaba los suspiros y miradas. Okino había ido a su salón de estudios con el único plan de invitarlos a comer pastel y tomar una taza de café por su cumpleaños, y como Akira era débil ante la mirada dulce que jóvenes como este, acepto gustosamente, Naoya obviamente no lo dejaría ir solo así que después de mirarlo intensamente por cuarto hora de estudio accedió a que lo acompañase. Maya se vio molesto al ver que aquel diablo del lunar se encontraba en la misma habitación que su amante pero no dijo nada ya que Nemugasa lo sermoneo antes de ir.

_ Okino ¿tu novio no vendrá?_ pregunto

_ Está trabajando así que no puede venir…_ dijo apenado_ pero igualmente mi verdadero cumpleaños lo pasare con el_ sonrió levemente. Akira le respondió el gesto, parecía que ese niño era mucho más dependiente que Maya de su pareja.

_ Lo que no entiendo…_ comenzó a decir Maya_ es porque estás aquí Ruka_ una pequeña vena de molestia resaltaba en su sien, no era que no estimara a su amigo ni que no le agradara su presencia, pero el hecho de que Nemugasa haya quedado tan sorprendido de las habilidades de él lo ponían muy nervioso, después de todo era un hombre muy posesivo.

_ Okino me invito_ dijo el pálido joven, sonriendo.

_ ¿Bueno que tal si buscamos una mesa?_ pregunto nervioso Nemugasa

Una gran mesa redonda parecía estar esperándolos junto a un piano, el piano era de un color blanco y parecía muy usado, ya que las teclas estaban gastadas y el pedal parecía haber sido muy usado. Akira sonrió al verlo, siempre le hubiera gustado aprender a tocar el piano, era uno de sus sueños sin cumplir hechos a un lado por sus estudios, y en otra parte por el ese amor no correspondido de secundaria. Dos niñas parecían tratar de tocar una canción que no llegaba a reconocer del todo mientras reían y cantaban. Se sentó junto a Naoya Y Nemugasa, podía ver como el joven de lentes observaba detenidamente el piano.

_ Aquí suelen tocar los estudiantes de artes musicales…_ dijo Okino al ver a su amigo megane_ me lo dijo el joven que me dio el folleto. Ah!..._ dijo sorprendido_ ¡Allí esta!_ levanto el brazo exageradamente agitándola en el aire.

Akira no podía observar a quien saludaba ya que se encontraba de espaldas y al estar arrinconado con una planta no vislumbro al joven hasta que se acercó a la mesa.

_ ¡Viniste!_ el joven se acercó a la mesa, era alto y atractivo vestido de forma formal, parecido a la vestimenta que usaba Hideyuki en su trabajo pero en vez de usar un color negro parecía ser de un color azul noche._ Y trajiste amigos_ el joven sonrió ampliamente recorriendo con la vista los clientes, hasta que se detuvo repentinamente. Su sonrisa desapareció, y Akira creyó ver un destello en sus ojos. Un leve temblor junto a él lo hizo voltearse al joven megane.

_ Takashi…_ dijo el joven de mirada dorada, y Akira creyó ver el disgusto de su primo al escuchar como un desconocido trataba con tanta familiaridad a su amante.

_ Shigeru-san…_ casi susurro Nemugasa, sonrió ampliamente, hace mucho tiempo que no lo veía._ ¿Cómo has estado? Hace años que no te veo, casi no te reconozco…_

_ ¿En serio? Tu estas idéntico que hace cinco años…_ el joven de ojos miel rasgados sonrió_ sigues pareciendo una chica…_ el joven megane se sonrojo fuertemente, lo cual no paso desapercibido por nadie.

_ Y tu veo sigues siendo igual de molesto…_

_ Vamos vamos no te enojes después de tanto tiempo no vamos a pelear… aunque era divertido molestarte._

_ ¿De dónde se conocen?_ pregunto Okino curioso, todos en la mesa parecían querer saberlo también.

_ Hicimos toda la primaria juntos… vivíamos uno al lado del otro hasta que al padre de Takashi lo trasladaron en el trabajo en la época del secundario. A Takashi solían molestarlo mucho porque se parecía mucho a una niña así que yo me dedicaba a darle palizas a los que lo molestaban…_ todos los presentes lo observaron detenidamente, el joven parecía sincero y el rubor del megane verificaba su versión._

Akira miro a su primo de soslayo no decía nada solo se dedicaba a mirar de reojo las expresiones de Nemugasa, estaba evidentemente celoso, una persona que conocía el pasado de la persona que amaba lo ponía nervioso evidentemente.

Un golpe de teclas en el piano los hizo voltearse a este, la niña que se encontraba tocándolo parecía a punto de llorar. Shigeru-san se acercó al piano y le pregunto qué le ocurría.

_ No puedo darme cuenta de cómo seguir la partitura…_ dijo en sollozos

_ No te preocupes aquí hay un onii-chan que toca muy bien el piano…_ acaricio la cabeza de la niña y esta sonrió.

_ ¿Tú me enseñaras?_ el joven se rio de manera fresca.

_ Yo no sé tocar el piano… mi instrumento es el violín pero ese joven de allá sabe hacerlo_ señalo a Nemugasa y todos los presentes en la mesa clavaron su mirada en él.

_ No…_ dijo negando con las manos_ hace dos años que no toco… no sabría cómo se hace_ los presentes se sorprendieron aún más, no tenían idea de que el tocaba, Akira pudo ver como la cara de disgusto de su primo se acentuaba.

_ ¿Ehhhh? _ El joven se acercó a Nemugasa y acerco su rostro a este, un aura amenazante proveniente de Hideyuki parecía querer advertir algo que ninguno de los dos percibió. _ ¿No me dejaras en ridículo frente a esas niñas verdad?_ dijo claramente molesto.

Nemugasa lejos de negarse, se levantó de la mesa y se acercó al viejo piano. Sus finos dedos rozaron gentilmente las teclas y sonrió.

_ ¿Hagámoslo entre los dos te parece? _ Le sonrió a la niña y esta asintió alegremente

Nemugasa observo la partitura detenidamente, y le indico a la niña que comenzara. Los alegres sonidos de "Twinkle, twinkle, Little star" comenzó a sonar del piano, lenta y dulcemente. La niña sonreía alegre mientras Nemugasa parecía concentrado. Los pequeños golpes de la niña parecían arrítmicos hasta que el sonido cambio, los finos y largos dedos de Nemugasa recorrían las largas teclas del piano velozmente, haciendo sonar una melodía casi perfecta de la canción de niños.

_ Ves Takashi… todavía puedes hacer a un piano muy feliz_ se escuchó decir al Shigeru. Sonreía sutilmente mientras veía con ojos entornados como Nemugasa tocaba las teclas. La niña asombrada de quien le enseñaba dejo de tocar, y Nemugasa comenzó a tocar con ambas manos.

Todo el café lo observaban sorprendidos, los rostros de aquellos que acompañaron al megane no eran distintos. La canción había terminado y la gente aplaudía a un Nemugasa apenado. Akira instantáneamente vio a su primo, que con sus grandes ojos oscuros como platos parecía no saber sobre esa habilidad de su compañero.

::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

¿Les gusta? Pues manda REVIEWS…

Besos de chocolate y abrazos de ositos de goma!