Desamor + Tragedia. 450 palabras.

Advertencias:
Yaoi|Eren quisiera que esto fuera Riren, but mención de ErwinxLevi| Muerte de personaje.


No quería aceptarlo, no quería ver como el amor de su vida se casaba con alguien más.

Tanto tiempo buscándolo después de aquella vez, de aquella batalla donde lo vio agonizando y sufriendo antes de morir en sus brazos, donde sufrió la pérdida de su primer y único amor.

Y cuando por fin lo encuentra gracias al destino, gracias a que supo conectarse, gracias a que conoció a Hanji, él, su amado capitán está a unos días de su boda.

Boda a la que cruelmente fue invitado por la misma persona que era dueña de su amor.

"Eres amigo de la cuatro ojos, hazle un favor a ella y a todos y acompáñala nadie la soporta cuando esta ebria…"

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Y ahí se encontraba, en la iglesia, mirando como otro se tomaba de las manos, se lanzaban miraditas enamoradas, como sonreían de manera cómplice. Mira al hombre que se casará con su amor y emite un gruñido bajo.

Rubio, de carismática sonrisa y fuertes ojos azules. Su nombre según le ha dicho Hanji es Erwin Smith. Quien conoció a Levi en la universidad y una cosa llevó a la otra y tras algunos años de noviazgo decidieron dar el gran paso y unir sus vidas para siempre.

No puede evitar sentir envidia de aquel hombre, pues en sus brazos tenía al amor de su vida. Levi Ackerman, quien con sus ojos grises brillando de felicidad sonríe mientras se toma la foto del recuerdo con su ahora esposo.

Quien fue su amor, en otra vida, no parece recordarlo, mientras que Eren realmente maldice haber nacido con los recuerdos de su vida pasada que le atormentan a cada minuto, haciéndole ver lo que en el pasado era suyo y que ahora, jamás iba a poder tener de nuevo.

Sentía su corazón roto, su alama desgarrándose, maldiciendo su suerte. No podía seguir observando aquella escena un momento más, sus ojos esmeralda se llenaron de lágrimas, y salió corriendo del recinto.

Corría a ciegas, varias veces estuvo a punto de ser atropellado por algún auto, sin embargo logro conseguir llegar bien al pequeño apartamento que tenía.

Cerró con llave, y corrió a la cama, llorando, gritando y rabiando, después de muchas, muchas horas, sus sollozos se calmaron, y su retorcida mente llego a una solución.

Fue a la sala, y cogió un cúter.

Rasgando su piel, hacia el codo, sintiendo como la sangre comenzaba a fluir de sus venas.

—Nos veremos en otra vida, mi amor.

Su cuerpo se desplomo en el piso, mientras que él estaba con una sonrisa en el rostro, pues sabía que cuando volviera a nacer esta vez, lograría ser feliz junto a su capitán.