NA: tengo una larga lista de cosas que decir, así que sorry por la larga nota inicial, (me hice escritora porque tenía mucho que decir).
1 los capítulos de Law estarán en primera persona, mientras que los del resto de personajes en tercera. No elimino la posibilidad de jugar a cambiar de primera a tercera con Law, y de tercera a primera con los demás personajes. Sea como fuera el capítulo tendrá número y nombre del personaje para evitar dudas.
2 Este fic está inspirado ligeramente en el fic "vidas" de Mai Kusakabe que tiene muchos fics muy geniales, pero ese ha sido el primero que he leído y bueno, inspiración para este proyecto. ( Humanos, leed sus fics son geniales).
3 En esta historia aparecen muchos OCs que he creado a lo largo de mi existencia mortal. Algunos de ellos son relevantes para la historia solo porque me apetece. Sus historias originales... creo que se pueden encontrar online, pero me salvo de hablar de ellas porque son de 2011(y antes), y todos evolucionamos escribiendo...
5 One piece no me pretence, solo este AU. También hago disclaimer de temas delictivos y conflictivos, y de las ideas más o menos "morales" o como queráis llamarlo de los personajes.
I - Trafalgar Law
En un recuento de sucesos, todo empieza en la mañana del 23 de junio, mientras yo intentaba encontrar un trabajo a la desesperada. Fuera como fuera, si se tiene en cuenta que yo estaba intentando buscar dicho trabajo con tal desesperación me tendría que ir días atrás al momento en que recibí una carta de la universidad conforme no recibiría beca aquel año. Pero el caso es que yo tenía mi plan y mi solución en mantenerme ocupado y alejado de todos mis amigos durante la temporada estival que acababa de empezar.
Había mandado mi aplicación a siete empleos de verano, mal pagados pero que podían ser suficientemente útiles para mantenerme en mi línea del plan del que después de mucho meditar, sabía que era totalmente necesario.
Cora-san no podía saber lo de la beca, y del mismo modo, no podía ser consciente de que trabajaba para pagar la matrícula. El motivo era sencillo y fácil de alcanzar hasta para la mente menos pensante, si lo sabía me mandaría de vacaciones con Sachi, Penguin y Bepo y él sería quien se buscara un segundo trabajo para pagar las cuotas a tiempo. También podía oír su voz con el mismo tono suficiente y mandón que usaba a veces "y no se te ocurra pedirle ayuda a Doflamingo, no quieres subir escalones de tu vida pisando la sangre que deja detrás de sus negocios", así que mi consciencia también me impedía que otros lo supieran por si Doflamingo llegaba a saberlo. No me guardaba el mayor de los aprecios, pero podía prestarme o darme el dinero, porque sí, para él Cora-san y yo éramos familia aunque no tuviéramos mucho trato.
Rocinante y yo vivíamos en una comunidad de vecinos con baños comunitarios y paredes de papel, en el mismo barrio en el que el había decidido que podía crecer "decentemente". Era un decentemente cogido con pinzas, porque todo el mundo sabía que la vecina del tercero se prostituía, en la planta baja vivía un camello amateur y todo el barrio tenía un perfume a peleas de bandas adolescentes y no tan adolescentes. Supongo que tomó decisiones en base lo que podía permitirse.
De todos modos, todo aquello está relacionado con lo que ocurrió exactamente y cómo se desarrollaron los hechos. Mientras me asaba de calor y me preguntaba si no me descartarían por los tatuajes de la mayoría de trabajos, oí una voz que no quería oír por nada en el mundo.
— ¡Torao! — Era la voz de Luffy, Monkey D Luffy, y el mote que usaba él, y el resto de sus amigos, para dirigirse a mí. Difícilmente podía negarme a lo que me pedía, y aquello me sacaba de quicio, aunque no puedo decir que me desagradara él propiamente. No quería oírle porque sabía que era una debilidad y un problema, porque tenía que seguir enviando currículums si quería encontrar un trabajo pronto, y él querría que fuera con él y el resto de amigos y conocidos del barrio al Bellemere's a jugar al billar o al futbolín en vez de hacer algo realmente productivo.
— ¡Se te oye respirar! — gritó otra voz, la voz de Shun. Era la vecina de al lado, una pesada categórica que había conseguido convencer a Bepo para muchas cosas, y después de todo intentaba convencerme a mí para más. Nunca estaba interesado, pero sabía que si traía a Luffy con ella me costaría decir que no, porque sí, era más lista de lo que nadie que se hubiera cruzado con ella hubiera querido.
Ambos tenían 15 años y iban juntos a clase, Yo creía que al terminar el instituto me dejarían en paz, pero no. Luffy aparecía eventualmente y me hacía sentir miserable por perder mi tiempo, y Shun aparecía casi cada día con una u otra idea o necesidad imperiosa de que hiciera algo por ella. A Cora-san le caían bien todos los vecinos y siempre la dejaba pasar. Ella y su hermana gemela eran como la noche y el día, y la otra a duras penas tenía voz cuando pedía apuntes, pero Shun la semana anterior me había pedido que le dijera a su madre que salíamos juntos, después que le diera clases para mejorar sus notas, y así sin dejar de tener nuevas necesidades cada vez más dispares.
Me esforcé por ser inperceptible, pero volví a oír a Luffy. No se digiría a mí, pero era mejor escuchar a atenerse a las consecuencias de sus actos.
— Tiraremos la puerta abajo ¿Te parece? — le dijo a la chica, a la que me imaginaba asintiendo. Es exagerado pensar que podía darme un ictus, pero en algunos momentos pensaba que era posible. El nivel de autoánalisis y consideración de los actos de aquellos dos era de menos mil bajo cero.
Me levanté y caminé rápidamente por la amplia habitación hasta dar con el pasillo que daba a la puerta de entrada y abrí la puerta antes de que Luffy se abalanzara sobre mí. Sobre mí, porque abrí la puerta, de lo contrario se hubiera abalanzado sobre nuestra puerta de entrada y a Cora-san le hubiera dado un ataque al ver el resultado.
—¡Eh! ¡Torao! ¡Vente al Bellemere's! — dijo sin moverse de encima de mí. El cuadro era algo patético porque yo estaba en el suelo y el sobre mí, y Shun con los brazos en jarras mirándonos a los dos con media sonrisa.
— Tengo negocios que tratar, y motivos por los cuales tienes que ayudarme — dijo ella. Clavava sus ojos verdes sobre mí como un juicio moral por no abrir la puerta a la primera —. Es primordial que nos acompañes. Además Eriko está preocupada por el tema de tu beca.
Aquel era el otro gran problema que tenía con mis vecinas de quince años. Una me pedía favores constantemente asegurando que cada vez que yo la necesitara tendría lo mejor porque era la ama, la otra era una acosadora en potencia que sabía de mí incluso cosas que yo no podía saber- Me sentí acorralado, si sabía lo de la beca podía usarlo en mi contra.
Hice un intento de negar lo de la beca o hablar de lo de buscar trabajo, pero no era buena idea. Si hablaba algo delante de Luffy mantener el secreto era problemático.
— Iré, pero lo de mi beca es confidencial — aseguré cuando Luffy ya había salido de encima de mí. Me levanté y oí como Luffy preguntaba si las becas eran algo que se podía comer, con lo cual esperaba que al saber que no se olvidara del tema.
— Necesito que le hables a tu tío de mí — dijo Shun mientras andabamos hacia el Bellemere's bajo el sol asesino que hacía que nos muriéramos de calor. Luffy se quejaba abiertamente de ello, el resto lo considerabámos una obviedad —. Soy bonita, bailo genial y cantaría mejor. Sino como actriz ganaría muchos premios sin problema.
— Shun, la DQF es una compañía en la que no quieres entrar, te hacen pagar una deuda astronomica y luego te pasarías giras enteras transportándo drogas con el equipo — dije con total franqueza. Aquella chiquilla era pesada, pero no quería entregársela a Doflamingo. Según Rocinante tenía ya a un par de cantantes de pop guapísimas como esclavas prácticamente, y sí, Shun y su hermana eran lo que se suponía agradables a la vista —. Preguntále a Cora-san. Además si alguien pudiera conseguirte un trato favorable sería él.
— Pero tengo que huir de mi madre, es una loca quiere que tenga novio y que me case pronto. Todo porque no saco buenas notas, como Eriko — se quejó y fue casi peor que el torturante sol que me daba en la nuca —. No puedo tampoco dejarla a ella. Rocinante siempre dice que estudie y sea una mujer responsable y deje a mis amigos delincuentes de lado. No sabe que eso te incluye a ti.
Mi estúpido complejo de mal hermano mayor me asolaba cuando decía aquellas cosas. Todo venía de la culpabilidad que sentía dada la muerte de mi hermana Lami. Un accidente de coche contra un tráiler se llevó a mis padres biológicos y a Lami, pero la culpa sobre la muerte de mi hermana pesaba sobre mis hombros por no haberla sacado del coche a tiempo. Pero volviendo a Shun y la forma en que me hablaba, no quería regalarla a la red de tráfico de Doflamingo, pero tampoco podía dejarla tirada cuando hablaba de aquel modo tan dramático.
No dije nada más, me limité a seguir andando mientras observaba a Luffy exagerar sobre el calor asesino hasta que entramos en el Bellemere's.
El Bellemere's era el punto de encuentro de la mayoría de adolescentes y post adolescentes, así como el lugar idóneo en el que hacer campana, comprar drogas blandas sin carnet y perder gran parte de las oportunidades de la vida jugando al billar. Allí solo había dos reglas que había que seguir y que yo, por ser amigo de Luffy, y por conocer a la dueña no tenía tan delimitadamente obligadas. La primera norma era pagar primero, la segunda norma era no pelearse. La segunda norma la transgredía la mayoría de la clientela, pero normalmente Sanji, el camarero, solía echar a la gente que se peleaba a la calle. Eso ocurría por norma, si es que no era él quien se peleaba con Zoro que siempre estaba allí con una botella de cerveza vacía y echándose la siesta.
En el billar de la esquina siempre estaba la banda de Kid, que iban de malos malísimos pero al final de día solo tocaban en grupos de metal, reparaban sus motos y fumaban marihuana delante de todo el mundo.
En la otra esquina solía estar Ace, que pasaba un poco de todo y nadie sabía para quién trabajaba exactamente, pero como solía vender barato a todo el mundo le parecía un gran tipo. Era el primo adoptivo de Luffy, y durante años habían vivido juntos con un grupo de ladrones de segunda que solían salir de la ciudad para robar porque no querían problemas con las bandas más conocidas. Ace me caía bien, pero no solía tratar con él. Cuando sabes exactamente qué hace cada droga con tu cuerpo y por qué actua cómo lo hace o bien sientes la mayor curiosidad del mundo o prefieres pasar del tema. Mi caso era el segundo.
Con Sachi, Penguin y Bepo solíamos quedarnos en la zona del futbolín, pero ellos estarían preparando sus vacaciones y yo iba a quedarme en casa, así que me quedé con Luffy mientras Shun se marchaba a la parte en la que estaban sus amigos, puesto que ya me había pedido lo que quería. Volvería cuando tuviera un modo para convencerme.
— ¡Nami!¡Una hamburgesa! — dijo Luffy alzando la voz y golpeándo la barra.
—¿Qué es esa forma de hablarle a Nami-swan! — le atacó Sanji. Aquella era una norma no escrita y que uno debía recordar, si a Sanji le parecía que se le faltaba el respeto a alguna chica también te podían echar.
Nami apartó a Sanji de un empujón y se colocó frente a mi compañero con una expresión para nada más amigable.
— Luffy, si no pagas no pienso darte nada — dijo completamente seria —. Ya me debes más de lo que puedes pagar y el bar pronto irá a la quiebra si sigo alimentándote así.
El puchero de decepción de Luffy me caló hondo. Nunca sabré decir qué exactamente me llevaba a hacer cualquier cosa para no verle molesto o incluso triste, pero aseguro que no es que me asustara. Trataba de analizarlo constantemente, pero el resultado no me convencía fuera la que fuera la conclusión a la que llegara. Le tenía gran estima, supongo.
— Deja Nami, lo pago yo esta vez — dije, saqué la cartera y me despedí de los 300 Berries que me quedaban —. Ponme algo de beber a mí también.
En aquel momento, Ace se acercó a la barra y se sentó a mi lado. Sabía que yo no compraba, así que no fue para tratar de venderme como solía hacer con la mayoría de gente.
— Gracias por cuidar de él — me dijo y me dió mala espina, porque empezó a hablarme de la familia DonQuixote y el tráfico de distintas cosas que yo sabía que eran asuntos que llevaba MachVise por conversaciones que había oído hacía años.
Sabía por Cora-san que Ace tenía una novia policia, pero que eran un poco raros respecto a su relación y respecto al trabajo de Ace. Porque todo el mundo sabía a qué se dedicaba pero nadie pensaba en arestarle, lo cual era confuso.
— Nami, me dijo Nojiko que va mal el bar — dijo después de que yo desviara la conversación un poco y tratara de marcharme sin que Luffy lo supiera. Si volvía a casa podía enviar un par más de solicitudes para trabajar vendiendo yogur helado.
— La verdad es que nos íria mejor si atracaramos un par de bancos — dijo la chica a modo de broma.
Aquello me dio una idea o el boceto de lo que podría ser una. Si todos necesitábamos líquido para sostener nuestras vidas, tal vez no podíamos atracar un banco, pero sí había dinero que quemaba ante nuestros ojos y no pertenecía a las personas que lo guardaban.
—¡Eh, Law! ¿Dónde vas? — me llamó Shun desde la mesa de billar. Mantenía el palo perpendicular a ella mientras sus amigos seguían jugando —. Si no quieres interceder por mí, como mínimo podías conseguirme entradas o un pase VIP para ver a Dellinger.
Negué con la cabeza, no había ni media oportunidad de que aquello fuera a ocurrir.
— Déjalo Shun, no me necesitas para nada de todo eso y aunque lo hicieras no iba a ayudarte con ello — dije sin alzar la voz especialmente, pero consciente de que podía oírlo. Ella arrugó la nariz y frunció el ceño, mientras yo esperaba que Luffy no se diera cuenta de que me marchaba.
Levanté mi mano derecha a modo de despido, y salí hacia casa pensando en que le había dicho a Shun que no me necesitaba. Si le pedía el dinero a Baby5 seguramente ella moriría de felicidad asumiendo que la necesitaba y haría cualquier cosa. Sí, tal vez pedirle el dinero estaba en la línea de cosas no debía hacer según el criterio de Cora-san, pero si lo robaba estaba todo en un vacío legal. Seguía siendo dinero sucio, pero podía pasar por algún tipo de idea RobinHoodesca si con ello ayudaba a Shun, al Bellemere's y probablemente a algunos conocidos más que pasaban dificultades económicas.
