Febrero. En una tarde oscura, húmeda y lluviosa, una joven caminaba de regreso a casa.

Mi tigre había insistido en ir por mí al entrenamiento yo desistí porque su entrenador lo iba a sentar en la banca si volvía a llegar tarde a un entrenamiento, no es que Steve acostumbraba a llegar tarde, pero el martes nos liamos con las ecografías, no tigre no se perdería por nada del mundo ver a sus cachorros, bueno Derek lo dejo pasar solo con una advertencia esas son las ganancias de ser el hijo del entrenador, pare que fue ayer cuando esos dos no se podían ver, y ahora en el entrenador anda con un babero aun mas grande porque será abuelo que el propio padre, Rose nos ha prestado todo su apoyo igual que los chicos, pero es raro ver el entrenamiento desde afuera, pero lo es aun mas saber que dentro mío hay dos vidas sobre todo porque aun ni siquiera se nota, no puedo creer que ya han pasado casi tres meses.

Me encanta la lluvia, no sé cuanto rato me he quedado de pie sintiéndola caer sobre mí, luego recuerdo que no debo hacer eso, debo cuidar a mis cachorros, me apresuro a llegar a casa, mi hogar, aun no puedo creer que Rose le había permitido a Steve venirse a vivir conmigo, mi pobre tigre estuvo castigado dos meses, esta tan miserable, solo le permitían ir al colegio al entrenamiento, y acompañarme al médico, claro está yo podía ir a verlo cuando quisiera, pero para él que lo tengan encerrado es como que le quitaran las garras, luego un día de sorpresa su mamá le dijo, bueno hijo creo que es hora que te vayas a tu hogar, le tenía las maletas listas, mi tigre lloro como un crio me conto después, no entendía nada, su mamá lo estaba echando de la casa, él creía que sería perdonado, Rose le tomo su carita y le miro esos intensos ojos azabache, y le dijo.

"te amo hijo y esta siempre será tu casa pero ya debes construir tu hogar"

Me conto que estaba muerto de miedo, como yo, en eso llego su padre, tomo las maletas y le dijo "una sola condición al menos dos noches en la semana y tres veces once, con nosotros"

"claro papito" corrió mi tigre a abrazarlo, ya habían pasado tres años desde que se volvieron una familia.

Y ahora tiene a mi tigre encerrado en una estúpida práctica.

Entre a la casa, mi hermana estaba entrenando después se iría con Richard creo que me dijo se quedaría en casa de él así que no la esperara, decidí ir a darme un baño, me lo merezco no, estoy cargando dos deportistas finalmente. abrí la puerta de mi pieza y veo un camino de pétalos de rosa, las rosas mas rojas e intensas que había visto, miro el techo de mi habitación y estaba cubierto por miles de diminutos globitos y todos con forma de corazón, normalmente no me gustan estas cursilerías pero ahora todo por culpa de mis hormonas no puedo dejar de sonreír, me acerco a la cama y veo un corazón hecho de pétalos rojos pero decía te amo con botones de rosas blancas, me puse ansiosa se supone que mi tigre está entrenado, veo que abren la puerta del baño y aparece Steve con su sonrisa radiante, me besa delicadamente, y me guía a hasta la bañera, por un camino de pétalos blancos el borde de la bañera esta cubierto de pétalos rosados y dentro de la ella flotan los pétalos rojos.

"estas empapada Pantera" me ronronea al oído, con suma delicadeza me saca mi abrigo, y esa delicadez poco a poco cambia a pasión a medida que se acerca a mi ropa interior, ya no puedo aguantar más y me abalanzo sobre él, y comienzo a arrancarle la ropa, no sé como caímos a la bañera, mi tigre me ronronea al oído, feliz día pantera.