Gomen

Seguramente ha parecido que he muerto en todo este tiempo, pero tenia muchos examenes, y me cambie de ordenador, y en el nuevo ordenador no iba el word ¬.¬''

Se que deberia actualizar mis ya existentes historias, y estoy en ello, creo que dentro de poco podre actualizar alguna.

¿No me odiais, verdad? Me doleria mucho que lo hicierais porque yo os quiero muchoo /./

Bueno, sin más que decir, dejo de molestaros y os dejo la nueva historia.

Advertencia: Aparición de cosas que no tienen sentido y personajes inventados po mi.

Descargo de responsabilidad: Inazuma eleven go (normal, chrono stone y galaxy) y sus personajes no me pertenecen.

Notas de la autora: En serio siento no poder continuar todavia mis otros fics, pero lo hare en cuanto pueda ^.^''

Capítulo 1: Caídos del cielo.

-¡Ahora pásale el balón a Tsurugi! –daba órdenes Shindou Takuto al equipo del Raimon mientras entrenaban como cualquier otro día. Todo era normal, los chicos jugaban, Midori le gritaba groserías a Nishiki, Akane sacaba fotos a todo lo que le pasaba por delante, Kidou inventaba estrategias para mejorar en los partidos, luces extrañas a lo lejos y dos niños cayendo encima de los jugadores del Raimon… no, espera, eso no era normal.

-¡Aaaahhh! –gritó una oji azul de cabello negro azulado cayéndole encima al pobre Tenma, que acabo aplastado en el suelo. Mientras, en una parte no muy lejana del campo de futbol, un peli rosa de ojos marrones rojizos casi le caía encima a un asustado Kirino Ranmaru que agradeció infinitamente a Kami-sama por haberle salvado de sufrir aplastado.

-Tsk, que molesto. –dijo el peli rosa recién caído del cielo mientras se endereza. -¿Estás bien? –le pregunta a la chica que estaba todavía encima del Matsukaze dirigiéndole una pequeña mirada.

-Hai. –responde esta mientras abre los ojos. -¡Gomene! –chilla mientras se pone de pie rápidamente y ayuda a levantarse al castaño.

-N-No pasa nada. –dice Tenma sonriendo de forma nerviosa.

-¿Estás bien, Kirino? –pregunta el ex capitán del Raimon acercándose a su mejor amigo.

-Sí, no te preocupes. Ni siquiera me ha tocado. –responde este con una sonrisa. Después se hizo el silencio. Un silencio que ninguno de los del Raimon rompió, cosa extraña tratándose de ellos. Al darse cuenta de eso, Kirino, Shindou y Tenma se giraron hacia el equipo que miraba con los ojos abierto a los dos niños y después posaban su mirada sobre ellos y Tsurugi.

-¿Qué se supone que hacéis? –pregunto Shindou ya molesto por tanto silencio y tanta mirada.

-Es que… -empezó Shinsuke sin estar muy seguro de si seguir hablando o no.

-Son… -le siguió Hikaru sin atreverse a terminar.

-Una mezcla perfecta de vosotros. –terminó por decir Sangoku sin dejar de pasar la mirada de unos a otros. Lo dicho por el mayor llamó la atención de los cuatro involucrados que miraron atentamente a los dos caídos del cielo. La chica que había caído encima de Tenma tenía unos curiosos ojos azules eléctricos muy similares a los de cierto castaño capitán del Raimon y el cabello del serio delantero ex perteneciente al sector quinto, así como el chico que casi le había caído encima a Kirino, tenía un tono rosado en el cabello que se asemejaba al del defensa del equipo y unos ojos marrones rojizos que recordaban bastante a los del ex capitán.

-¿Por qué nos miráis? –pregunto la muchacha con el ceño fruncido y amenazando con la vista al equipo del Raimon. Estos sintieron un escalofrió y apartaron la mirada haciendo que la chica volviera a sonreír de forma infantil. El chico caído del cielo miraba serio y callado hacia el horizonte hasta que una voz le sacó de sus pensamientos. –Nee, Jason-kun, ¿qué tanto piensas? –pregunto la joven sacando de sus pensamientos al peli rosa y llamando la atención de los futbolistas.

-Debemos volver a ver qué ha pasado. –dijo encaminándose a la salida del campo de futbol. La chica le siguió sonriente.

-¡Esperad un segundo! –grito Shindou llamando la atención de los dos desconocidos. -¿Cómo habéis llegado volando hasta aquí? –preguntó frunciendo el ceño.

-Eso no es asunto tuyo. –respondió seriamente Jason mientras se seguía dirigiendo a la salida. Sin embargo, una voz le volvió a detener.

-Así que estabais aquí. –dijo la voz retumbando por todo el lugar. Ambos niños se dieron la vuelta mirando a todos lados mientras los del Raimon imitaban dicha acción. -¿Cómo voy a crear un desastre en el espacio-tiempo si dos de mis monejillos de indias se escapan de ser transportados a otra época? –hablo fingiendo preocupación la voz.

-¿Espacio-tiempo? –susurro Shindou para sí mismo siendo oído por Kirino, el cual le miró preocupado.

-Bueno, no importa, venid conmigo, así podre terminar mi experimento y nos lo pasaremos todos muy bien. –continuo diciendo la voz.

-Al parecer estos dos chicos conocen a alguien peligroso. –dijo Kurama en un susurro. Minamisawa, que había vuelto al Raimon tras terminar el Gran Celesta Galaxy, miro a su amigo asintiendo.

-¿Eso significa que también son malas personas? –le pregunto un asustado Hayami a un despreocupado Hamano.

-Quien sabe. –dijo este sonriendo.

-Tengo una duda. –dijo la oji azul con la mano levantada llamando la atención de todos. -¿Tú quién eres? –ante esta pregunta, todos los del Raimon se cayeron al suelo estilo anime mientras el chico peli rosa se dio con la mano en la frente.

-¡Estúpida mocosa, tenme más respeto! ¡Nos acabamos de ver! –le reclamó la voz todavía sin aparecer.

-Eso no responde a mi pregunta. –dice haciendo un adorable puchero.

-Bien entonces me podéis llamar… ¡Otoko no jikan! –dice orgullosa la voz.

-¿Otoko no jikan? ¿Hombre tiempo? Eso es muy cutre, ya que no nos ibas a decir tu verdadero nombre podrías haberte inventado uno más chulo. –se quejó la niña.

-¡¿Sabes qué?! ¡Me voy a un sitio donde me respeten más! Y antes de irme, quizá os gustaría saber que vuestros queridos amigos del Funny Time están perdidos por las distintas épocas que existen. ¡Y volveréis a saber de mí! ¡Me vengaré por esta humillación! –y con eso, la voz se dejó de oír.

-Creo que se ha enfadado. –dijo inocentemente la oji azul.

-No, que va, se ha ido porque tenía que comprar comida para su elefante. –dijo sarcástico Jason.

-¡¿Tiene un elefante?! ¿Eso cuando lo ha dicho? ¿Crees que algún día veremos al elefante? –pregunto animada la chica. –Espera un momento… ¡Era un sarcasmo! ¡No uses sarcasmos conmigo que sabes que no los entiendo!

-Pues deja de decir tonterías y concéntrate en lo importante, que es el hecho de que ha mandado a los chicos a quien sabe qué época. –le regaño el peli rosa bajo la atenta mirada de todo el Raimon.

-Entonces ¿vosotros no conocéis a ese hombre? –preguntó Minamisawa a los dos chicos.

-Claro que no. –dijo la chica con un puchero infantil.

-Apareció hace un rato en el orfanato donde vivimos con una gran explosión que nos hizo salir volando a nosotros dos y según lo que ha dicho ha mandado al resto de nuestros compañeros a cualquier otra época. –dice sin pizca de gracia Jason.

-Podríamos llamar a Fey. –dijo Tenma llamando la atención de todos. –Él podría llevarnos hasta otras épocas y podríamos ayudaros. –dijo sonriéndoles. Ambos chicos se sorprendieron ante las palabras del castaño.

-¿Y por qué nos ayudaríais? –preguntó desconfiado el chico. –Seguro que queréis algo a cambio, pero no tenemos nada así que no hace falta que finjáis ser amables. Podemos arreglárnoslas solos. –dijo frunciendo el ceño y poniéndose delante de la chica.

-No queremos nada a cambio. ¿No podéis creer que solo queramos ayudaros? –preguntó molesto por la acusación Kirino.

-Es lo que tiene criarse en un orfanato. –dijo Kariya llamando la atención de todos. –Te acostumbras a que no puedes confiar en nadie, o como mucho en las personas que han vivido contigo. El resto de personas solo quieren aprovecharse de ti para conseguir algo. Muchos huérfanos piensan así. –termino de decir serio. Hikaru le miró con preocupación e hizo amago de acercarse, sin embargo, retuvo su impulso y se quedó dónde estaba. Una luz apareció en el cielo llamando la atención de los que estaban en el campo, y de ella apareció la caravana Inazuma con la que anteriormente los del Raimon habían estado viajando a otros tiempos.

-¡Fey! –gritó emocionado Tenma al ver bajar a su amigo peli verde de la nave.

-¡Tenma! ¡Chicos! Me alegra veros. –dice Fey sonriendo.

-Yes. –dice una voz detrás de él. Todos miraron al peli lila que bajaba de la caravana detrás de Fey.

-¿Alpha? –pregunto el Raimon extrañados de ver al serio chico allí.

-Sí, le dije que iba a venir a vuestro tiempo porque habíamos detectado una anomalía muy fuerte en el espacio-tiempo y decidió acompañarme. –dijo Fey rascándose la nuca nervioso.

-Cuanto tiempo, equipo del Raimon. –dijo seriamente Alpha.

-C-Claro. –tartamudeó nervioso Tenma mientras a todo el equipo le caía una gota por la nuca.

-¿Quiénes son ellos? –pregunto de repente Fey centrando su vista en los dos desconocidos que se encontraban un poco alejados del equipo.

-A pues… -empezó a hablar Shinsuke llamando la atención de los recién llegados.

-No sabemos exactamente quienes son. –terminó de decir Hikaru rascándose nervioso la nuca.

-Me llamo Zaphire. –dijo de repente la oji azul llamando la atención de todos. –Y él es Jason. Somos huérfanos del orfanato Funny Time, el cual acaba de explotar por un extraño hombre que no sabe inventar nombres chulos y que ha mandado al resto de gente que vivía allí con nosotros a otras épocas las cuales desconocemos. –dijo del tirón mirando a todos a los ojos.

-Esa ha debido ser la anomalía que ha detectado el profesor. –dice asintiendo Fey.

-Debemos ir a las épocas donde hayan mandado a los compañeros de Zaphire-san y Jason-san para arreglar el espacio tiempo y que no ocurra nada peligroso, ¿no? –dijo Hikaru mirando al peli verde. Este asintió y miró hacia los dos desconocidos. El peli rosa le miraba seriamente mientras la oji azul miraba pensativa el horizonte.

-¿Qué piensas? –le pregunta el castaño capitán del Raimon acercándose a ella.

-En que si el bunquer del orfanato habrá resistido la explosión. –dijo todavía pensativa.

-Posiblemente, ¿por qué? –pregunto ahora Jason mirando con el ceño fruncido a su compañera.

-Porque metí ahí la ropa de todos. –respondió esta con una sonrisa inocente. –Además, sería mejor cambiarnos de ropa. Sería raro ir por la calle con la ropa llena de cenizas y polvo. –dijo esta vez mirando su ropa.

-En eso tiene razón. –concordó Fey. –Si queremos que haya las menos anomalías posibles tienen que comportarse normal por lo que sería mejor acompañarles hasta ahí y que se cambiaran de ropa.

-¡Bien, bien! –gritó entusiasmada Zaphire. -¡Yo os guio! ¡Seguidme! –dijo mientras emprendía el camino hacia la salida siendo seguida por todos.

¿Os ha gustado? Espero que si y que me dejeis algun review preguntandome lo que querais o diciendo lo que querais, ¡incluso lanzandome tomates! Aunque espero que no sea la última opción .''

Os prometo que actualizare mis historias en cuanto las tenga listas, asi que...

Besos y abrazos para todos y hasta prontoo ;·)