Un nuevo pastelito recién sacado del horno de la locura y servido ante ustedes para que se lo coman y me critiquen XD Mi primer (y más probable único) KabAto... No es que sea fanatica de esta pareja, pero es algo que se me ocurrió luego de ver un avatar que me partió de la risa... (He de admitir que se veían adorables.) Pero yo, personalmente sigo preferiendo la Sleep u.u XD En fin, ojalá les guste y me dejen un lindo review ^^ :3


Solo para él

Siempre había sido así, en silencio. Nunca, jamás hubo palabras, nada excepto las órdenes del mayor y su propia sumisa respuesta. Él nunca se negaba a nada, nunca. Acataba sin renegar a lo que Atobe le imponía, sin tomar en cuenta si eso le afectaba a él, solo con tal de no incomodar o causarle molestias a su capitán. Desobecer sería lo último que pasaria por la cabeza de Kabaji, si es que llegase a pasar por ahí. El chico era casi un esclavo del rey de Hyotei. Porque él mismo debía de admitirse que se había enamorado perdidamnete y sin remedio del chico del lunar.

Siempre sería silencio. A veces, se preguntaba si ellos realmente tenían una relación más profunda que la de amo-mayordomo, a veces se quedaba largas horas fantaseando como sería un mundo perfecto en el que ellos estaban juntos, no como amigos, sino como una pareja. Había momentos en los que podía simplemente abandonar el mundo real y viajar a aquel lugar perfecto, olvidando al resto, y quedando suspendido en sus fantasías de pura felicidad. Sucedía muy a menudo que le daba envidia elobservar a Shishido y a Ootori, como sin éxito trataban de disimular su situación y lo embobados que estaban el uno del otro. En casos extremos incluso sentía un jalón en el pecho al ver a Oshtari soportando a su pequeño amante pelicereza. Envidiar algo que él creía imposible para sí mismo ya se había vuelto algo cotidiano para el chico de segundo.

¿Había realmente esperanza para él? Esa era la pregunta que más frecuentaba en su mente. Sinceramente, él no lo creía en ello. No sabía ni por qué se seguía cuestionando aquello, si de todas maneras creía saber la respuesta. No creía, en lo absoluto, y se resignaba a imaginarse su propio mundo. ¿Por qué un chico como él captaría la atención del gran Ore-sama? ¿Cómo él se interesaría por alguien como é?

Aquellas preguntas duraron mucho tiempo, demasiado. Sin embargo desaparecieron, y ese mismo día en el que se encontraban sobrevolando la ciudad, en su cumpleaños. En la noche, con todas aquellas pequeñas luces bajo él, brillando y dejando un mensaje para él, solo para él...