La Noche es Nuestra
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Hola a todos!
Aquí estoy con un nuevo proyecto, nunca se me acaban las ideas jejeje
En realidad lo tenia aparcado en mi PC hacia tiempo y hasta ahora no me decidi a subirlo.
Decirles que se tratara de una colección de One-shot de AM, todos ambientados en la oscura noche, mi parte favorita del día y causante de mi inspiración en muchas ocasiones. Quiero aclarar que nada tendrán que ver entre si, simplemente serán pequeñas historias sacadas de mi mente.
Les dejo con el primero de todos.
ONE
Los chupitos de tequila volaban por la barra sin control.
Era una noche de clara celebración, para Ellas, todas lo eran.
Como todos los viernes noche se habían reunido en el Local que llevaban frecuentando desde hacia ya varias años. Sin faltar un solo viernes, a menos que la causa fuera por fuerza mayor.
Y allí estaban, eran casi las 4 de la madrugada y la mayor parte de Ella empezaba a caminar y hablar con torpeza. Nunca acababan las risas, las bromas, el baile, la música... Aquel ambiente las envolvía completamente y no querían que llegara el amanecer.
-Misao, pídeme otra copa!.- Grito Megumi desde el centro de la pista, mientras bailaba con un guapo moreno bastante alto.
Misao, Kaoru y Kamatari la miraron entre risas, y con algo de sana envidia.
Megumi era la que siempre acababa la noche entre los brazos de algún guaperas, era gran parte de su personalidad. Por el día era la fría, calculadora y ácida medico en practicas en el Hospital General de Tokyo, sin tiempo para amores, solo para convertirse en la mejor en su especialidad.
La noche del viernes se transformaba en la que ahora se restregaba provocativamente en brazos del joven moreno, que aun no se creía del todo lo que pasaba.
Misao pidió una copa de wisky para su alocada amiga, con una gran sonrisa. Miro a su alrededor sintiéndose completamente en paz, las noches de los viernes eran su mejor terapia a una dura semana. Y mas pasarla con sus amigas de la infancia.
Kaoru hablaba animadamente con el barman del local, del que hacia años eran buenas amigas. Ella era su mejor amiga, y aun recién casada con el amor de su vida, por el que había suspirados años enteros, no dejaba de acudir a su cita de los viernes con ellas.
Y Kamatari, la típica amiga loca que siempre hay en todos los grupos.
Habían pasado tantas cosas juntas. Entre ellas el descubrir que su "amigo" Kamatari en realidad se sentía mucho mas mujer que Ellas mismas, y juntas ayudarla en su larga e interminable lucha. Ahora, tras años de esfuerzos, hormonas y operaciones por fin era la mujer que debió haber nacido.
Y allí estaba, a la caza de una nueva conquista y relajada por sus primeras vacaciones en el bufete en el que había encontrado trabajo tras acabar la carrera.
Y que decir de Ella?
Con sus 27 años también se encontraba en un buen momento de su vida.
Acabante de salir de una nueva desilusión amorosa, intentaba ponerle optimismo a la vida y concentrarse en el Restaurante del que es encargada. Intento no volver a caer en ese lapsus de desesperanza en el que se sumía cada vez que le partían el corazón.
Algo ya demasiado normal en su vida. Desde luego nunca había sido afortunada en el amor.
Ahora solo buscaba una noche para desahogarse, pero de momento no había encontrado ninguna oportunidad y se dedicaba a emborracharse lo antes posible.
-Gracias cielo.- Dijo Megumi, cogiendo la copa que le había pedido.- Creo que me espera una loca noche de sexo.
-La verdad que el chico parece tener aptitudes.- Rió Kamatari, echándole un buen repaso.
El joven moreno empezó a sentirse nervioso al tener la mirada de las cuatro féminas sobre el.
-Lo vas a asustar Kam!.- Megumi le dio un golpe mientras soltaba una carcajada.- Me voy chicas, espero que no se molesten!
-No por favor!.- Contesto Kao, despidiéndose.- No te cortes por nosotras!
Megumi desapareció por la puerta del Local de la mano del apuesto moreno, despidiéndose con el brazo en el que sujetaba la copa. Una noche mas.
Justo en ese momento entro por la puerta un grupo de hombres bien vestidos entre risas. A Kamatari se le iluminaron los ojos.
-Misao!.- La aviso, jalándola del brazo.- Mira, entre tanto hombre habrá alguno para las dos no te parece?
-Que acabaran dejándome sola por un hombre ustedes también?.- Bromeo Kaoru, mientras se tomaba otro chupito.
Kamatari se volvió hacia su amiga con falsa molestia.- No tengo culpa de que tu ya tengas a tu hombre nena.
Misao mientras ya se había resignado a pasar otra noche bebiendo hasta la saciedad para acabar prácticamente en coma encima de su cama hasta el mediodía del día siguiente. Ni siquiera se molesto en mirar donde le decía Kam.
Había empezado a recordar la gran decepción que acabo siendo su historia con Enishi y de repente no tenia sino ganas de largarse a su piso a beber a solas.
Pero lo que mas le dolía no era Enishi... en realidad el no tenia mucha importancia. Lo importante era El, mas Soujiro, mas Shiro, mas... todas sus desilusiones, por separado para Ella ya eran indiferentes, pero haciendo balance de su vida amorosa desde que con 15 años aquel imbecil de ojos azules y rostro angelical le había robado el corazón y luego se lo había destrozado.
Parecía que después de El se había desencadenado una maldición sobre Ella.
De repente sintió ganas de llorar.
-Mira quien es.- Sonrió Kao a su lado.- Si es Aoshi, te acuerdas de El?
Estupendo, pensó Misao.
Para rematar la horrible noche en la que se había convertido ese viernes, ahora tenia que aparecer el hermano menor de aquel idiota que la había gafado, de su primer amor. Aoshi Shinomori, el hermano pequeño de Ryo Shinomori.
Se giro lentamente para encontrarse con un hombre alto, corpulento, de ojos azules hielo y pelo tan negro como esa misma noche. En realidad Aoshi y Ryo no se parecían en nada, aunque físicamente fueran parecidos.
Nunca le había puesto interés a Aoshi, siempre callado, responsable, serio... todo lo contrario a su hermano mayor.
Los ojos de hielo se posaron sobre Ella, tras terminar de saludar a Kaoru y Kamatari.
-Hola... Misao? Cuanto tiempo.- Se dieron dos besos en las mejillas.
-Si, la verdad muchísimo.- Ella sonrió forzosamente.- Hacia años que no te veíamos por Tokyo.
-No, fui a estudiar a New York y luego me quede trabajando allá.- Empezó a conversar El, se notaba que también llevaba algunas copas.- Hasta ahora no he podido volver a Japón, conseguí un buen puesto en la bolsa.
-Es verdad!.- Kaoru interrumpió, haciendo memoria.- Recuerdo que me encontré a tu hermano hace unos meses y me contó algo de eso, como esta Ryo?
Misao rodó los ojos molesta y le dio un trago a su copa.
-Bien, bien, sigue trabajando en la empresa familiar y bueno... ya saben como es El.- Sonrió Aoshi, luego se sentó en una butaca al lado de Misao.- Voy a pedir algo.
-Oye Aoshi como es que no nos presentas a tus amigas?.- Uno de los hombres que le acompañaba analizo a cada una de las jóvenes sin pudor.
Kaoru levanto la mano enseñando su anillo.- Lo siento, casada.
-Yo estoy soltera y sin compromiso.- Sonrió Kam pícara.- Porque no me acompañas a la pista?
El aludido solo pudo sonreír, contento por su buena suerte esa noche.
Kaoru se levanto de la butaca, mientras el resto de los amigos de Aoshi se acercaban también a pedir sus bebidas entre risas.
La Sra. Himura se acerco a Misao, para decirle algo al oído, entre la música y las risas casi no se podía oír nada.
-Misao, voy a llamar a Ken.- Anuncio, para irse al exterior móvil en mano.
-Ok.- Susurro Ella con desganada, viendo como se quedaba sola.
Se fijo en que Kam no había perdido el tiempo y ya se restregaba contra el amigo de Aoshi, desde luego ese no sabia donde se había metido con Kamatari.
Suspiro con pesar y le dio el ultimo trago a su copa.
-Quieres otra? Te invito.- Sonrió Aoshi, ya se había olvidado que seguía a su lado.
Misao pensó que no perdía nada, además casi no le quedaba dinero.- De acuerdo, un ron.
Aoshi la miro interesante.- Te gusta lo fuerte eh.- Luego pidió dos rones al barman.
Al servírselos brindaron y no pudieron evitar mirarse directamente.
-Y que has hecho tu estos años?
-Bueno, como ya sabes mi familia tiene un restaurante, de eso me encargo.- Misao revolvió un poco su copa con la pajita.- Estudie marketing y luego empecé ahí, nos va bien, hemos abierto otro restaurante hace poco.
-Me pasare algún día, añoro la comida de tu madre.- Intento ser cortes, notaba la tensión de Misao para con El, desde luego sabia que su hermano no la había tratado precisamente bien.
Ella sonrió de nuevo a la fuerza.- Claro, pásate un día.
El lo noto.
-Se que mi hermano se paso contigo.
-Eso quedo en el pasado.- Interrumpió Ella, poniéndose tensa.- Éramos un crios, esas cosan pasan.
-Si, lo se.- El intento arreglarlo.- Pero no quiero que te pongas tensa conmigo, yo no soy como Ryo.
Misao se avergonzó.
Tan amargada parecía?, la verdad es que Aoshi siempre había sido mucho mas honesto que Ryo, nunca le había caído mal, es mas aunque no hablaran mucho habían tenido buena relación. Aunque nunca se habían fijado el uno en el otro.
Intento calmarse, Kam tenia razón. No podía dejar que su mala suerte con los hombres la volviera una amargada.
Sonrió.
-perdona, no he tenido una buena semana.- El ambiente se relajo algo mas.- Claro que se que no eres como Ryo.
Aoshi sonrió abiertamente.- Entonces que te parece si te invito a un tequila?
-Oh dios! Ya ando demasiado borracha.- Rió Misao, notando que el alcohol ya empezaba a hacer efecto.
-Por uno mas no pasara nada.- Shinomori también rió y pidió una ronda de tequilas para Ellos y sus amigos.
La noche se volvió mas amena y el amanecer se acercaba.
El grupo se había desplazado hacia la pista y la tensión que a lo mejor hubo en un principio se había olvidado.
Los amigos de Aoshi prácticamente se caían al suelo entre risas, Kamatari se encontraba en una esquina algo mas oculta, prácticamente comiéndose al pobre que había caído en sus redes, aunque el mas que quejarse parecía deseoso de hacerlo allí mismo.
Kaoru se había ido hacia algunos minutos, viendo que pronto cerrarían el Local y pronto seria de día. Sabia que sus amigas se quedaban en buenas manos y Ella deseaba llegar a casa y tirarse en la cama con su marido.
Mientras Misao ya había bebido lo suficiente para olvidarse de todo lo que le carcomía la mente y era incapaz de parar de bailar, aunque ya empezaban a dolerle demasiado los pies. Había bailado con casi todos los amigos de Aoshi y Ellos dos bromeaban seguidamente de las locuras que estos cometían.
No sabia si era por el efecto del alcohol pero Aoshi hacia algunas horas había empezado a parecerle muy atractivo... en principio denegó la idea, era demasiado parecido a su hermano. Pero luego noto interés en El.
Se pegaba mucho a Ella para hablarle y poco a poco había conseguido que ninguno de sus amigos se acercara a bailar con Ella. Solo El.
El flirteo era evidente.
Algo abrumada por las ganas que tenia de besarlo y por su dolor de pie, decidió que mejor se sentaba en la esquina de una de las tarimas de baile y esperaba que su mundo dejara de moverse para pensar con mas claridad. Era una locura... o No?
Que mejor desquite por aquel que le causo tanto dolor en el pasado que acostándose con su hermano en una noche loca?
Seria una bonita manera de sentirse mejor consigo misma, y de paso calmar las ansias sexuales que había recopilado desde que Enishi la dejo.
Sin compromisos.
Aoshi se sentó junto a Ella en el momento que la música se apago.
Entonces Misao se dio cuenta de que seguía allí y vio como los amigos de Aoshi eran acompañados a la salida por uno de los camareros, aun entre risas. Para ellos seguro que la fiesta no acababa aun.
-A donde van esos locos?.- Pregunto Misao entre risas.
-A un after, cualquiera los para ahora.- El se llevo una mano y se echo el pelo hacia atrás, hacia mucho calor allí dentro.
Misao le miro curiosa y susurro.- Tu no vas con ellos?
-Y con quien te quedarías tu?.- Le señalo hacia la esquina de donde salía Kam y su amigo.
Ella se despidió guiñándole el ojo, de la mano del hombre que desde luego su excitación le delataba.
Ambos soltaron una carcajada.
-Se va a llevar una buena sorpresa cuando llegue a casa de Kam.- Sonrió Misao.- Nadie le ha dicho que es transexual, verdad?
-No podía ni acercarme!, no han hecho mas que comerse la boca mutuamente.- Rió Aoshi, levantándose.- Aunque con las ganas que tiene creo que ni se dará cuenta.
Misao se quito los tacones e hizo un puchero.
-Me duelen los pies.
El le dio la mano para ayudarla a levantarse de la tarima, ya habían encendido las luces del Local.
Cogió impulso con ayuda de Aoshi y se levanto, mientras el dolor de sus pies se aliviaba por el frió del suelo de mármol. Justo al levantarse su rostro quedo a centímetros del de El.
Ni lo vio venir, estaba demasiado ida.
Pero desde luego no lo rechazo.
Aoshi presa ya de la desesperación de horas por poder besarla no había desaprovechado la oportunidad y en esos momentos la besaba mas que apasionadamente.
Tanto que Misao sintió escalofríos recorrerle el cuerpo de los pies a la cabeza, mientras Shinomori despertaba un deseo que hacia algún tiempo no sentía en carne propia. Solo con un beso.
Aun consternada por la sorpresa solo pudo dejar escapar un débil gemido cuando la agarro de la nuca para profundizar aun mas si se podía el beso.
En un suspiro fuerte Aoshi se alejo de Ella, sabiendo que pronto los echarían.
La cogió en brazos para evitar que se clavara algunos cristales que habían en el suelo de una copa que se le había caído a alguien, Misao aun estaba algo desconcertada pero desde luego había tomado la decisión de que pasara lo que pasara, esa mañana se acostaría con Aoshi Shinomori.
Salieron del Local en silencio, no había nada que decir.
Y caminaron durante un largo rato por las calles aun oscuras de Tokyo, en una dirección que ambos conocían perfectamente, no había que preguntar.
Llegaron a un gran parque, lo suficientemente grande como para ellos perderse entre las plantas, echarse en el césped en una zona oscura y hacer el amor sin que nadie les interrumpiera.
Como lo habían hecho ambos con otras personas en su adolescencia.
Ya siendo adultos, en silencio habían sentido ambos el deseo de hacerlo así, ir a alguno de sus apartamentos ya era demasiado personal.
El parque era ideal.
No se soltaron la mano en ningún momento.
Aoshi Shinomori la condujo hacia una zona algo apartada, el césped estaba húmedo por la serenada de la noche. Un contraste fresco al calor que ambos sentían en ese momento.
Fue Aoshi quien se sentó primero en el césped, apoyando la espalda en un árbol y haciendo que Misao se sentara encima suyo, dándole la cara.
Ella nota lo excitado que estaba al sentarse y solo intensifico su propio deseo. Se sentía como una adolescente inmadura, capas de acostarse con alguien a quien a penas conocía en un lugar publico, le daba igual la protección, le daba igual si les veían, si era Aoshi Shinomori... No quería pensar.
Esa historia la había vivido en tantas ocasiones que ya sabia lo que le esperaba.
Empezaron a besarse apasionadamente durante largos minutos, acariciándose mutuamente por encima o debajo de la ropa, pero Aoshi nunca terminaba de lanzarse.
Misao, empezando a pasársele algo el efecto del alcohol, pensaba consternada porque aun no lo habían hecho con lo excitado que estaba El.
Otro se habría saltado los preliminares y ya habrían acabado. En cambio el ni siquiera había tocado ninguna de sus partes mas intimas.
Relajada y desconcertada se dejo llevar, el beso se había vuelto mas intimo, mas lento... mas dulce? No podía pasar, verdad?
Se suponía que era un rollo de una noche.
Sus esquemas murieron en ese momento, mas en el momento en que Aoshi rompió el beso, le cogió la cara entre sus manos y le dio un tierno beso en cada ojo.
El corazón de Misao dio un vuelco.
Abrió los ojos entre desorientada y extrañada, no entendía nada de lo que estaba pasando, y le aterraba... nunca había vivido nada parecido.
Pero además de aterrarle... le gustaba. Se encontré con los ojos hielo mirándola directamente, serio... en apariencia.
Sabia que aquella mañana no pasaría nada. Pero lejos de disgustarle, le agrado.
Sintió como se iba un peso que tenia en el alma.
Acaso existían buenos hombres y Ella había encontrado uno?
Era demasiado temprano para saber que pasaría, pero aun si no pasaba nada mas que eso también estaría agradecida.
Existían buenos hombres y Ella podía encontrarlos.
-Gracias.- Susurro Ella, con una tierna sonrisa.
Aoshi sonrió y levanto una ceja.- Porque?
-Por no ser como los demás.
La oscuridad de la noche daba paso a la claridad del día.
Notas de la Autora:
Espero que les haya gustado el primer One-shot.
Ya saben, Criticas, halagos y opiniones en general ... DEJEN REW PLEASE!
Rinoa Shinomori.
