Shizuo a simple vista, parecía ser alguien muy callado. Poco elocuente, reservado, distante… y hasta algunos dirían estúpido.

Nunca hablaba, y cuando lo hacía no tenía sentido. Nunca aportaba con una opinión y lo más acertado que podía llegar a decir era un "uhmn…" acompañado de un pequeño asentir.

Pero en su cabeza existía una eterna posibilidad: ¿Qué pasaría si-?

- ¿Qué pasaría si renuncio y busco un mejor empleo? Tampoco es que pueda encontrar algo mejor que esto…

- ¿Qué pasaría si salgo con Vorona?… Un día… solo para probar… para ver cómo ES salir en una cita… con alguien. Alguien a quien le agradas.

- ¿Qué pasaría si Akane crece y se enamora…? ¿Qué se supone que haga ahí? No soy su padre…

- ¿Qué pasaría si me muero mañana?

- … ¿Qué pasaría… si fuese…. normal?

"¿Shizuo? ¿En qué piensas?" Tom le sonrió "Estas más callado que de costumbre, si eso es posible" le ofreció un cigarro.

El rubio bajó la cabeza con un leve sonrojo, y un deje de molestia.

"Nada"