Y estabas ahí indispensable sonriéndome ampliamente; tu alegría también me hacía feliz. Tomé tu mano cálida y caminamos juntos por las calles de Idris, mientras que la gente volteaba a vernos con ojos horrorizados y de más expresiones incrédulas "¿Es Alec Lightwood?" "¿Es el hijo de Maryse y Robert?" la verdad es que no me importa, porque estando tú a mi lado me hace sentir bien, me hace sentir completo.

Bajo la mirada pensativo y me encuentro con tus ojos, detienes tu paso y volteas a verme

-¿Algo pasa?-Preguntas dulcemente

-Te amo, Magnus-Susurro

Avergonzado sonríes otra vez

-También te amo- Y delante de todos, rompiendo los prejuicios volvemos a besarnos, como esa vez que los submundos se unieron con los cazadores de sombras y estrechamos lazos.

Esperando con todo el corazón que esto dure…para siempre.