Nota De La Autora:
Lo se, lo se... Es muy corto y muy malo pero aún así denle una oportunidad. La idea salio solita y bueno me dije "¡Tengo que publicarla!" Y aqui estamos Hehehehe Bueno espero que les guste y si no les gusto de cualquier forma dejen un comentario.
Aclaración: Los personajes de este anime no son de mi propiedad (Obviamente, no se por que tengo que poner esto :/)
¡AHORA SI, DISFRUTEN!
Because I love you, so I let you go
-No acepto- Todos se quedaron sin poder creerlo, Ciel frente a mi me miro como si fuera la cosa más extraña que hubiera visto, pero yo le sonreí tranquilamente. Me gire a ver a todos los invitados y baje lentamente del altar cuidando de no pisar mi vestido.
-Lizzy- Me llamo Ciel pero no le voltee a mirar, camine el largo camino asía la salida de aquella hermosa iglesia y en el camino me encontré con Sebastian. Lo mire de reojo con profundo rencor y seguí mi camino.
Escuche a Ciel atrás de mi pero no me importo... Quería alejarme lo más posible de ese lugar hacia ningún lado. Desaparecer sencillamente de este mundo, en mis ojos no habían lágrimas pero en mis labios había una sonrisa que trataba de contener las lágrimas que querían escapar de mis ojos. Las ocultaban muy bien.
-Elizabeth- Me llamo la voz de Ciel, seguí caminando sobre el pasto verde de los enormes jardines que ofrecía la iglesia en dirección a un arroyo cerca de ahí.
Cuando estuve a unos cuantos pasos del arroyo me detuvo una mano en mi hombro.
-¿Por que?- Me pregunto Ciel.
Me di la vuelta enfrentándome a el.
-Por que te quiero- Le dije haciendo mi sonrisa más amplia, me costaba mucho mi postura de autocontrol.
-¿Como?- Pregunto confundido.
Yo negué con la cabeza suavemente.
-Estamos a mano ¿no?- Le pregunte mirando hacie el cielo libre de nubes.
-No entiendo- Me respondió.
-Digamos que si- Le respondí sin darle explicación. -¿Podrías dejarme un momento a solas? Discúlpame con los invitados y con mi familia... no quería hacer este drama pero... no tuve de otra- Le dije sentándome en una roca frente al arroyo.
-Lizzy- Susurro Ciel.
-Y salúdame a tu mayordomo- Dije mirándolo de reojo para ver su expresión.
Se sorprendió pero después volvió a su expresión de siempre: seria.
-Como gustes- Dijo y dio media vuelta para volver a la iglesia.
En ese momento sentí que mi corazón moría por dentro, que mi alma se quedaba con él y que yo me quedaba como una cáscara vacía sin alma y corazón.
Pero era mejor así, por la propia felicidad de Ciel. Yo no lo amarraría a un compromiso que no lo haría feliz, tampoco quería hacerme a mi más infeliz de lo que yo ya era. Tenia ganas de gritar pero no pude, ese maldito mayordomo me había robado el corazón de mi querido Ciel... Y para eso ya no había marcha atrás.
Mire mi reflejo en la cristalina agua del arroyo sin ver en verdad mi reflejo, en lugar de eso veía la imagen de Ciel y Sebastian besándose.
Había sido una pena descubrirlos cinco días antes de nuestra boda, pero a la vez había sido algo bueno para no cometer la peor estupidez de mi vida, nunca haría algo que a Ciel le robara su felicidad y si Sebastian era su felicidad... no había nada más que hacer.
Nota De La Autora:
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