¡Hola! Aquí está mi cuarto aporte a este grandioso reto que ha organizado mi querida Itara, a quien agradezco enormemente el haberme invitado y que me haya dejado publicar en algunos de los días en los que no había nadie (aparte de en los que previamente escogí, claro :P).

Antes de nada, pido disculpas por este drabble. Tenía pensada una idea mejor y más extensa para hoy, pero me ha sido imposible llevarla a cabo por diferentes temas, además de que cuando he podido ponerme a escribir me he quedado en blanco ^^U (sí, soy un desastre).

Por todo lo demás, espero que os guste.

Naruto y sus personajes no me pertenecen. Son de su autor Masashi Kishimoto.


Los detalles del Uchiha

Notó cómo se le pegaba la camiseta de tirantes al cuerpo. Cada vez que se movía tenía la horrible sensación de que se despegaba del sofá. La angustia y el calor que le subía por el cuerpo incluso le impedían pensar con total claridad. Apagó la molesta televisión y cogió la primera revista que vio encima de la mesa y comenzó a darse aire como si no hubiera un mañana. Mentalmente, comenzó a maldecir el calor y el verano, aparte de a su novio, quien le había prohibido el otro día meter medio cuerpo en la fresca nevera. "Ese Uchiha y su rectitud. Con lo bien que se está ahí" pensó hastiado. Siempre le estaba fastidiando los planes. El otro día tuvo la gran idea de que podrían colarse por la noche en la piscina de su universidad a darse un baño los dos juntos, porque aún conservaban el carné de estudiante pero, como siempre, el Uchiha se negó en rotundo. Odiaba eso de su pareja. No arriesgaba nada y eso era demasiado aburrido. En ese instante, el ruido de la puerta del piso que compartían le sacó de sus pensamientos tan negativos.

- Hola, Deidara, ¿qué tal te ha ido el día?

El aludido se giró con una cara propia de un fantasma. Incluso Itachi se asustó.

- Hola -devolvió el saludo con un hilo de voz.

- ¿Estás bien? -dijo al tiempo en que se acercaba a él para darle un suave y rápido beso en los labios.

El rubio hizo una mueca.

- No, no estoy bien, uhn! -se levantó del sillón- ¡Tengo mucho calor!

Itachi rodó los ojos.

- Es normal. Estamos en verano -intentó razonar con él- es la época en la que debe hacer esta temperatura.

- Ya, y justo decide estropearse ahora también el aire acondicionado -se cruzó de brazos- esto es un asco, uhn!

El Uchiha dejó su maletín y varias bolsas de plástico en el suelo y abrazó con cariño a su infantil, ruidoso y caprichoso novio.

- Lo siento. He llamado al técnico y resulta que está de vacaciones. Agosto es muy mala época para que pasen este tipo de cosas.

- Ya...

La pareja permaneció abrazada unos largos segundos hasta que el menor alzó el rostro para dejarle claro al otro lo que quería. Y lo obtuvo de inmediato. Itachi le dio otro beso mucho más profundo que el de antes. Al separarse, el moreno cogió una de las bolsas y se la enseñó a su compañero.

- Como sabía que tendrías calor y estarías desesperado por ello, te he traído algo que seguro que te gusta.

- Deidara abrió los ojos de par en par.

- ¿Qué es? -parecía un niño pequeño, ansioso.

El Uchiha le tendió la bolsa para que la abriera. Dentro había dos tarrinas de helado dispuestas a ser engullidas por el primero que llegara. El rubio le miró encantado.

- ¡Gracias! -le besó rápidamente mientras iba a la cocina a por unas cucharillas.

- De nada. Ahora mismo vuelvo, que voy a ponerme algo más cómodo

Deidara llevó al salón un pequeño paño donde colocó los helados junto con unas cucharillas y se sentó en el sofá a esperar a su pareja quien apareció con unos pantalones piratas y una camiseta de tirantes negra, bien ceñida. Se sentó al lado del rubio y se recostó hacia atrás, dejando escapar un suspiro de cansancio.

- ¿No 'vaf' a querer? -preguntó el rubio ya con la boca llena- 'eftá' muy rico.

- Sabes que no me gusta mucho el helado. Te he traído los dos para ti -le quitó un mechón rubio de la cara antes de que también se lo comiera.

- Pero no es justo.

Itachi sonrió de medio lado y se acercó a su novio para quitarle con la lengua y poco de helado que se le había quedado en la comisura de los labios.

- Sí que está rico, sí . Me gusta más el helado así -se aproximó aún más a un ruborizado rubio.

Vale, el Uchiha era aburrido, demasiado ético y muy legal, pero también tenía detalles que a Deidara le encantaban, como la habilidad que tenía de pasar de ser una persona seria a algo más 'pervertida' en décimas de segundo cuando estaban a solas. Además, siempre se acordaba de él y le traía algunas cosas sin que previamente se las haya pedido, como el caso de los helados. Sabía que tendría calor y, para alegrarle el día, se había molestado en ir a por ellos. Incluso aguantaba estoicamente cada rabieta que tenía. En verdad, su novio tenía mucho más de bueno, que malo.

- Pues si quieres más, ya sabes... -le incitó el artista antes de que Itachi le besara completamente hambriento.

El moreno era así. Y así era como Deidara le quería.


¡Gracias por leer! :D