Prólogo
No entendía por qué, pero en su nueva casa siempre tronaba.
El ala Norte del castillo del Rey Bueno había sido su refugio las últimas semanas. Todas sus cosas, tanto las viejas como las heredadas, estaban ahí, y ella sola se había atrincherado en el que había denominado "el cuarto de su madre".
De alguna forma, estar allí dentro le permitía fantasear con que eran una familia feliz y vivían los tres juntos y en paz, lejos del mundo exterior. Sí, eso es: los tres.
Un cuervo de plumas deslustradas atravesó fácilmente el espejo de cuerpo entero y revoloteó hasta que se posó sobre el hombro de la joven.
- ¿Qué crees tú? – le preguntó - ¿Debería llevar algo de mi antigua ropa?
El cuervo emitió un graznido que la muchacha no supo interpretar, pero aún así decidió meter en la maleta sus prendas de cuero favoritas. También se las había ingeniado para que el director Grimm le dejase llevar sus regalos de Navidad, que en realidad eran simples agasajos por el supuesto reencuentro padre e hija. En total, su colección de instrumentos había pasado a constar de dos guitarras eléctricas, su vieja acústica, un bajo y un teclado de última página.
Cerró la maleta y se paró un momento a pensar si le faltaba algo. El cuervo abandonó su hombro y se acomodó en el cabecero de la cama de estilo gótico.
Mientras revisaba maletas, un destello captó su atención. Venía del espejo, del mismo estilo que el resto de los muebles de la habitación. Era impresionantemente grande y lleno de detalles, pero esos no eran los motivos por los que había decidido llevárselo de regreso a Ever After High para el segundo cuatrimestre.
El cristal volvió a centellear. Dejó todo cuanto estaba haciendo y se situó frente a él como tantas veces lo había hecho a lo largo de aquella época de Heladas. Con dedos temblorosos, repasó la superficie a la vez que unos dedos igual de níveos la copiaban al otro lado.
Sonrío.
Pues ella sabía muy bien que aquellos…
… no eran sus dedos.
¡Hola, gente maja! He decidido subir el pequeño prólogo de siempre porque es más de lo mismo, o sea, igual que el epílogo de Once upon a grade. Pero ojito, ¡no esperéis capítulos nuevos muy pronto! Voy despacito, que estoy en mitad de mis exámenes. Tan solo lo he hecho para desconectar 5 min. ¿ok?
Bueno, ya nos veremos, peña. ¡Ya tengo mi entrada para 50 Sombras de Grey! ¡YEAH!
