Charlus, Harry, Stella y Alex Potter estaban en el gran comedor, Charlus, el mayor de los 4 hermanos, cursaba 7mo año, los mellizos, Harry y Stella, estaban en 5to y Alex estudiaba 4to curso. Eran los hijos, sobrinos y ahijados de los famosos: James Potter, Remus Lupin y Sirius Black, sus mejores amigos eran los Weasley, los Longbottom y sus "primos" los Black.
-¿Para que nos llamaran?- pregunto Stella a sus hermanos y amigos.
-Stella, si nosotros estamos en tu misma situación ¿Qué vamos a saber?- dijo Orión Black, su "primo" y el chico que no soportaba.
-¿Quién te pregunto a ti Black?- dijo- le estaba preguntando a Herms.
Los demás se mordían la lengua para no reír, era algo tan rutinario que ahora solo les daba a gracia, ante esto Stella y Orión les fulminaron con la mirada.
-Si las miradas mataran- decía Fred.
-¡Mis queridos estudiantes!- dijo Dumbledore llamando la atención de todos- se estarán preguntando porque los hemos llamado a todos en horas de clases- todos lo veían como diciendo ¿Nooo enseriooo?- Bueno, antes necesitaremos que algunas personas hagan acto de presencia para así poder comenzar- dicho esto aparecieron varias personas tras la puerta: James y Lily Potter, Sirius, Alissa y Andrómeda Black, Molly, Arthur, Bill, Charlie y Percy Weasley, Andrómeda, Ted y Nymphadora Tonks, Remus Lupin, Xenophilius y Lyssander Lovegood, Lucius, Narcissa y Cassiopea Black, Frank y Alice Longbottom, Audrey Jones, también dos chicas que nadie conocía, una era rubia, oji-azul su belleza hipnotizaba, la otra era castaña y oji-verde, no tan linda como la otra pero era hermosa.
-¡Mama! ¡Papa!- gritaron los hijos de cada matrimonio, los Lovegood, Black, Potter, Weasley, Malfoy y Longbottom fueron hasta donde estaban sus padres.
-Bueno, la razón por la cual todos están aquí, es porque veremos unos videos que sus padres y sus amigos grabaron en el pasado y también unos que son del futuro, mas específicamente de sus hijos y de sus nietos, ustedes a los del futuro les mandaran una presentación de los que nombrare luego- aclaro el profesor, con un movimiento de varita apareció sobre las puertas del gran comedor una pantalla gigante.
-¡Ooooh!- dijeron los sangre puras, los mestizos e hijos de muggles rodaron los ojos.
En la pantalla apareció un muchacho pelinegro, que podía pasarse por azul marino por lo brillante que era.
