Todos los personajes que reconozcan son de JK Rowling, lo demás es mío...
Hoooooooola, ya volví ejjejejejeje... bueno dicen por ahí que la tercera es la vencida así que aquí la tienen, aunque si me dicen que esta aburrido o redunda o algo así lo quito jejeje vale???
bueno VA DEDICADO A TODOS LOS QUE LEYERON MI ANTERIOR FIC, PERO EN ESPECIAL A ASHLEY BLACK Y A HERMLILS QUE NO ME DEJARON NI A SOL NI A SOMBRA... Y BUENO AQUI LO TIENEN JEJEJEJE POR LO MENOS DE ESTAS DOS ESPERO UN RR DECENTE EEEEEEHHH!!!!!!!!
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ºº pensamiento de Harry
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-- Harry, al fin despiertas --el chico abrió los ojos y miró a la persona que le hablaba, era una hermosa pelirroja… estaba rodeado por muchas personas, incluidos sanadores y sus amigos... pero él no miró más, todo pareció congelarse y solo podía ver la silueta de una mujer, le sonrió tiernamente y en un delicado susurro le habló:
--Ginny… cásate conmigo…
El silencio cubrió rápidamente la habitación, todos miraron expectantes a Harry, no podían creer lo que acababan de escuchar, Hermione miró a Ginny… Ginny miraba fijamente a Harry, un extraño color carmín la había cubierto… él la miraba con una sonrisa…
--Ginny, sé que no es el mejor lugar ni la mejor forma de pedírtelo, pero esperé un año para hacerlo y eso nos robó tiempo de felicidad… ahora no quiero que pase lo mismo…
-- ¿esperaste? --murmuró Ginny extrañada
Harry seguía sonriendo mirándola directamente a los ojos, con algo de dificultad se incorporó, cogió su varita de la mesa de a lado, tomó la mano de la pelirroja que seguía de pie junto a él… Harry miró la mano izquierda de Ginny, movió su varita sobre el dedo anular y después posó la mirada en los ojos de la pelirroja…
--Ginevra Molly Weasley… ¿quieres casarte conmigo? --pidió Harry dejando su varita sobre la mesilla, una argolla dorada se dibujó sobre el dedo
Ginny miró el anillo por eternos segundos, después miró a todos a su alrededor… no se escuchaba un solo ruido, ni siquiera el de las respiraciones de los habitantes de la abarrotada habitación, volvió lentamente la mirada hacia Harry, él la miraba sonriente… Ginny abrió la boca para dar su respuesta, pero no salió nada, volvió a ver el hilo dorado que resplandecía sobre su dedo…
--Cuando salga de aquí, te prometo que compraré uno de verdad --La voz de Harry la sacó de su ensoñación
Ginny miró a Harry, él seguía sonriendo… pero las palabras no querían salir de la boca de la pelirroja… Harry por su parte parecía seguro de lo que pasaría, no se preocupaba, en cambio, el resto de la habitación contenía la respiración esperando la respuesta de la menor de los Weasley, que por tanto silencio presentían sería negativa, aunque más de alguno no estaba de acuerdo con la forma de la petición… Ginny se sentó en la orilla de la cama del pelinegro, él se corrió un poco dándole más espacio, volvió a ver su mano donde la argolla seguía emanando leves lucecitas doradas, después, levantó la mirada lentamente y se topó con la de Harry que parecía haber adquirido un brillo extraordinario... se lanzó directamente a la boca del pelinegro que la recibió gustoso…
-- ¿Lo tomo como un sí? --susurró alegre Harry una vez que se hubieran separado por el ataque de tos que Ron sufrió de repente…
Los días pasaban rápidamente, la boda se llevaría a cabo en la madriguera, como se había llevado a cabo o como no se había llevado o como se debía llevar, la conjugación de los verbos se empezaba a hacer confusa… Harry deseaba que fuera una boda doble, pero Ron aún aceptaba lo que sentía hacia Hermione, le tomaría todavía un año aproximadamente…
A unas horas de la boda, un sueño tuvo un efecto importante en Harry... esa noche había despertado a las once, solo había dormido cinco minutos, pero no podría volverlo a hacer, estaba en su departamento en el centro del Londres muggle… salió de su habitación olvidando las pantuflas, cuando llegó a la sala la chimenea se encendió al instante, era Agosto, no hacía frío, pero necesitaba pensar y lo hacía mejor mirando el fuego, se dejó caer sobre un mullido sofá café de una plaza y miró el danzar de las llamas, en ese momento cientos de preguntas se atropellaron por ser resueltas…
ºº No puedo dejar que todo se repita... pero tampoco puedo negar la vida… además de ellos surgirá la llave para derrotar a Dunkel… ¿pero si es mentira?, no lo creo… ¿Qué debo hacer?... ¿sería una mala idea casarme con Ginny?... no… --negó al instante ºº no importa lo que pase, no dejaré que se repita --un extraño ruido lo hizo volver a la realidad, la chimenea ya se había apagado, miró más luz, el ruido se volvió a escuchar… en el sofá de enfrente un cojín se movía, se apresuró a cogerlo, bajó él estaba su teléfono celular que gracias a un hechizo de Hermione funcionaba por magia, una gran ventaja dado que no tenía que estarlo cargando… lo contestó, pero tuvo que apartarlo rápidamente de su oreja…
-- ¡PERO QUE DEMONIOS PIENSAS, ACASO NO VAS A VENIR, SI SE TE OCURRE DEJAR A MI HERMANA VESTIDA Y ALBOROTADA EN EL ALTAR TE ASEGURO QUE TE MATO, HARRY… TE MATO! --El grito desaforado de Ron se podía escuchar por todo el apartamento…
Después del pequeño incidente en el que Harry se había quedado pensando hasta las nueve de la mañana y Ron lo había sacado de su ensoñación a una hora de la boda, el pelinegro se apresuró…
ºº Fue una boda realmente hermosa, más, incluso que la que antes había tenido… --Sonrió para sus adentros, si su ahora esposa se enteraba de lo que acababa de pensar, estaba seguro lo mataba… miró a su alrededor, todo estaba perfecto, Ginny se miraba realmente… no se le ocurrió una adjetivo que la pudiera calificar correctamentee… ese vestido… no veía la hora de poder quitárselo… de repente un recuerdo que no creía tener llegó a su mente y adquirió un gracioso color carmín, cerró los ojos, así podía ver todo a grandes rasgos, sonrió.
Al día siguiente, despertó tarde… se sentó a la orilla de la cama, escuchó el ruido del televisor de la cocina, sonrió… pero la seriedad lo embargó sin razón aparente… miró al techo como si ahí fuera a encontrar la respuesta a sus interrogantes, después de algunos segundos se dio por vencido, suspiró y salió de la habitación…
Una semana había pasado ya desde la boda Potter-Weasley, en la madriguera se respiraba un aire tranquilo y de felicidad, Hermione, Ginny y la señora Weasley platicaban animadas en la cocina mientras preparaban la comida…
--Ha sido genial, en verdad… Hermione deberías decidirte de una vez --balbuceó Ginny cortando concentrada las zanahorias
Hermione casi se corta un dedo en vez del filete
-- ¡Ginny!
--Sí Hermione, sería bonito que fuéramos cuñadas y que nuestros hijos fueran casi de la misma edad, para que fueran a Hogwarts y… --Ginny calló entristeciéndose al instante y siguió con las zanahorias
--Hija… --dijo la señora Weasley acercándose a Ginny al notar el cambio radical que había sufrido
--Mamá… --Ginny dejó el cuchillo y se giró hacia su madre --los adoro, los amo… a todos, incluso al papanatas de Percy… pero ahora estoy casada y… y debo estar donde mi esposo --Para estas alturas Ginny lloraba en silencio mirando a su madre
--Ginny… --intentó hablar la señora Weasley, Hermione miraba en silencio
--Mamá, Harry ha estado muy extraño desde que despertó del coma, parece que algo le preocupa mucho, por eso mismo no salimos de luna de miel, sé que es algo importante pero no me ha dicho nada… mamá… quiere que vivamos en América, y ya tomé una decisión --Ginny miró a su madre a los ojos y la abrazó, ya había dejado de llorar --lo seguiré, ahora es mi esposo y estaré con él en las buenas y en las malas… me prometió que volveremos en un año --Ginny le sonrió a Hermione… --seré tu madrina --agregó la pelirroja menor en el momento en que volvía con las zanahorias…
En realidad fue una decisión muy difícil, el alejarse de todos a quienes se ama es difícil... y como Harry había prometido, regresaron al años siguiente, justo para la boda de Hermione con Ron, Tonks estaba embarazada… todo seguía como debía, Ginny no resultaba embarazada, los niños debían nacer en las fechas justas, si no, las cosas cambiarían para mal… cuando la boda había terminado y solo quedaban algún que otro que quería seguir festejando, Harry miró correr a Ginny, la siguió hasta el baño, desde afuera escuchó como vomitaba… estaba embarazada… un alegría increíble lo invadió, volvería a verlos, pero al mismo tiempo los vería por primera vez, sonrió cerrando los ojos, al instante la imagen de un adolescente de 16 años con un mechón rojizo le llegó provocando que abriera los ojos rápidamente
ºº ¡James!, debo ir a Gringotts, ahí deben estar esas joyas de plata…
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Once años… ya habían pasado once años, la familia Potter seguía en América, en Inglaterra no se tenía noticia alguna de ellos… en una finca en un país colorido de la América Latina, se encontraba una gran hacienda, era una mansión increíble, pero eso solo lo sabían unas cuantas personas, entre los que contaremos solo a los miembros de dicha familia, las demás personas solo podían ver un gran terreno bardeado en el que crecían matorrales…
--Harry… --Ginny entraba a la cocina, donde su esposo leía el profeta (gran periódico que traspasa fronteras je ;)
--Dime amor --respondió Harry sin separar la vista del periódico
--Ya… ya han pasado once años y…
-- ¿Sí? --Harry dejó el periódico sobre la mesa y miró a su esposa
--Pues, que yo quería que los niños fueran a Hogwarts --comentó Ginny
--Ginny… ya hablamos sobre eso… --Harry suspiró y se encaminó hacia la pelirroja --necesito que me apoyes en esto --le dio un dulce beso en la boca y regresó a la mesa…
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Al año siguiente en la sala de tan grandiosa mansión un par de pelirrojas discutían acaloradamente, la más pequeña de algunos 12 años, vestía un short a media pierna, de mezclilla deslavada, una playera blanca y unas sandalias de piso azules, el cabello le caía por debajo de los hombros… la pelirroja mayor usaba el cabello hasta la cintura sujetado por un listón negro, vestía una falda verde a juego con una blusa blanca sin mangas y unas sandalias verdes…
-- ¡NO ES JUSTO, QUIERO IR A HOGWARTS!
--No grites Lyly, por favor… sé que quieres estudiar ahí, pero debes comprender a tu padre
--Mamá, lo comprendería si me dijera la razón por la que estamos escondidos pero no lo hace… siempre que pregunto me dice que lo entenderé cuando sea mayor
--Hija, tu padre les enseña lo que necesitan saber
--Pero yo quiero convivir con chicos de mi edad, no solo con mis hermanos… ES UNA TONTERÍA
--Lyly, cuida que tu padre no te escuche… no quiero que te castigue
--No es justo mamá, lo que hace papá es una tontería y tú lo sabes… ¡ESTÁ ENFERMO!
--Basta Lylyan, sube ahora mismo a tu habitación… quiero que pienses lo que acabas de decir y después de la cena espero tengas una buena respuesta…
--Pero…
--Sin peros jovencita, sube a tu habitación…
Lyly dio media vuelta y subió los escalones… llegó a su habitación aún bufando del coraje… Ginny entró en la cocina dispuesta a preparar una buena cena, pero después de algunos minutos, no sintió ánimos de hacerlo… sacó unas carteras del congelador y con un movimiento de varita terminó la cena…
Hacía ya algunos días que Harry se mostraba más extraño de lo normal, sabía que Ginny no soportaría mucho tiempo, y lo comprobó al ver sobre su plato lo que estaba seguro era cena congelada, además sabía a cartón, sin embargo no hizo comentario alguno… cuando los niños se hubieron retirado, Harry cerró los ojos en espera de lo que Ginny tenía que decir, ya que había una cena así cuando esa pelirroja con la que llevaba trece años casado tenía ganas de volver a Inglaterra…
--Harry… --Ginny se sentó junto al pelinegro y lo miró seriamente
--Dime Gin… --Harry abrió los ojos y miró a su esposa
--Hoy discutí con Lyly… y antes de que te molestes, ella tiene razón… Harry, quieren ir a Hogwarts, han escuchado mucho sobre él
--Yo no les he dicho nada --saltó Harry
--Lo sé… los niños te tienen miedo Harry, no juegas con ellos, no les lees, no convives con tus hijos Harry…
Harry miró hacia el techo unos segundos y después miró a su esposa
--Ginny, tengo miedo de que algo les pase a mis hijos…
--Pero si Voldemort ha muerto, no hay mortifagos… no declarados al menos, además, estarían en Hogwarts y no hay lugar más seguro que ese… sin importar el director que tenga, sé que si llega a director es porque es un mago muy poderoso…
Harry sonrió al escuchar a su esposa
--Remus sabría como cuidarlos… pero no podemos volver
-- ¿Remus? --Inquirió extrañada Ginny…
--Gin… necesito pensar --Harry se levantó de la silla, le dio un beso a su esposa y salió de la casa
La noche empezaba a caer y unas cuantas estrellas empezaban a brillar…
ºº ¿Qué hago?, no podemos volver porque yo sé que nacerán más niños… y si volvemos así Eras y Faride sufrirán… dos años después llegarán los trillizos y podríamos ir hasta que ellos cumplieran seis años, pero… pero para entonces Lyly debería estar ya casada y Acanit tendría tres años… Amaru tendría un año… Jim se enamorará a finales del colegio, pero Lyly lo hace en cuanto mira a Jho, a los doce… eso debe ocurrir… mañana… lo más que puedo hacer es llevar mañana a Lyly al callejón Diagon y si se encuentra con ese chiquillo, volveremos a Inglaterra, eso querrá decir que el destino es ese y debo seguir por ahí… además debo enseñarles a Jho, Ally, Ron y Leo los hechizos y a no usar la varita… aunque… todo decía que si ella iba embarazada y alguno sabía, pero no cuenta si yo sé y ella no está embarazada… o por lo menos eso espero…ºº
Harry pudo conciliar el sueño casi al amanecer, sin embargo, despertó a las ocho de la mañana, y como era domingo sus hijos despertarían en un par de horas… así que se dirigió al cuarto de la pelirroja… era una habitación muy amplia adornada en rojo con motivos dorados, había un gran librero y un escritorio al final de la habitación, casi en medio estaba una cama individual con edredón dorado…
--Lyly --murmuró Harry moviendo ligeramente a su hija --Lyl… --insistió al no obtener respuesta -- ¡LYLYAN!
Lyly se sentó de un brinco, pensó que la habían descubierto en lo de las bombas fétidas caseras bajo la cama de Sid, pero como buena estratega esperó a que el acusador diera el primer paso, así sabría a qué atenerse… así que se limitó a observar a su padre…
-- Tu madre me dijo… --Perfecto… ya había olvidado la sarta de tonterías que había dicho anoche --que querías conocer Inglaterra --Lyly miró boquiabierta a su padre, eso no era lo que había dicho --vístete rápido iremos antes de que tus hermanos despierten, no los puedo llevar a todos… no quiero que pase lo de la tienda de túnicas
-- ¿Tienda de túnicas? --preguntó Lyly extrañada
Harry salió de la habitación de su hija, cerró la puerta tras de sí y se recargó en ella…
ºº Remus debe seguir siendo un licántropo… ¿ya no será director de Hogwarts?... pero… si él se sigue transformando… Umi¿no nacerá? O no sería mitad vampiro, y eso afectaría en la relación que seguramente debía tener Kalid… todo está cambiando mucho... le mandaré un carta a Remus, para encontrarnos en la heladería…
-- Estoy lista papá --Lyly entraba al salón principal, donde Harry acababa de enviar a Hedwig
--Acércate --Harry se sentó y le indicó a Lyly hiciera lo mismo --Lyly, cuando estemos en el callejón Diagon, no quiero que digas tu apellido
-- Pero ¿Por qué?
--Es peligroso
--Pero…
-- Lyly, si confío en ti¿no traicionarías mi confianza?... sería un secreto entre tú y yo, ni siquiera tu madre debería enterarse
Lyly miró boquiabierta a su padre, no estaba acostumbrada a un padre así
--Puedes confiar en mí papá --se apresuró a responder la niña
--Bien, cuando termines de hacer las compras que supongo quieres hacer, iremos a comer un helado y ahí platicaremos… ahora, no te quites las gafas oscuras porque te podrían reconocer con solo ver tus ojos y no des tu apellido a nadie… --Harry le extendió el dedo meñique a Lyly, ella lo estrechó al instante con su meñique --Lyly, esto significa que es secreto y nadie…
--debe enterarse --completó la pelirroja
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En la casa de los gritos, Remus Lupin desayunaba apresurado unas tostadas y café, sus dos hijos lo presionaban por el paseo al callejón Diagon, casi se atraganta al ver a una lechuza blanca sobre el alféizar de la ventana; sobó lentamente la cabeza del ave y tomó la nota, al momento la lechuza se alejó volando… abrió la carta apurado, eran unos garabatos que él conocía bien, era la letra de Harry:
Remus:
Hola, espero que estén bien…
Sé que no nos hemos visto en mucho tiempo y que en este momento estás pensando en ir y decirles a los Weasley todo lo que escribo, pero por favor no lo hagas, necesito verte en la heladería de Florean Fortescue a las nueve y media de la mañana, hoy, no le digas a nadie, es importante… iré como muggle, con jeans y playera negra, llevaré una gorra negra y gafas oscuras… te estaré esperando…
Harry
Lupin releyó la carta diez veces y lo único que pudo comprender fue que Harry quería verlo en el callejón Diagon … ¡en media hora!
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Lyly miró boquiabierta el estrecho callejón atiborrado por tiendas, magos, brujas y algún que otro muggle pasaban platicando animadamente… Harry miró de reojo a su hija y sonrió, estaba seguro que tras esas gafas oscuras dos preciosas esmeraldas brillaban descomunalmente, algo que no recordaba y que se había percatado mientras caminaba con su hija de la mano, era que Lyly era la única que había heredado la capacidad de demostrar todo lo que sentía en sus ojos...
--Lyly --llamó en un susurro Harry
-- ¿Sí? --Preguntó Lyly sin despegar la vista de los magos y brujas que pasaban
Harry la miró y sonrió ampliamente antes de contestarle --Cariño…
Lyly desvió la mirada de los coloridos seres que paseaban frente a ella y la posó en su padre, siendo sinceros no recordaba que él le hubiera llamado así… Harry Potter no era muy cariñoso que digamos, era un hombre estricto, su palabra siempre era ley, jamás daba lugar a refutaciones y ponerse a jugar con sus hijos, cantarles, llevarlos a la cama o simplemente darles un beso… eran cosas que ese hombre no parecía tener en su lista de tareas por hacer, no había habido tiempo, o quien sabía la razón por la que un padre era solo eso… un padre…
--Cariño --la voz de Harry, volviendo a dirigirse a ella de forma dulce la hizo salir de su ensoñación
-- ¿Papá? --preguntó con cautela la pelirroja
--Amor, toma en cuenta lo que te he dicho… recorre todo el lugar, te hablaré por celular cuando necesite hablar contigo, después sigues la señal del teléfono… ¿está bien? --termino Harry con voz realmente dulce
Lyly lo miró anonadada¿acaso su padre le pedía su opinión?... ¿acaso le daba a escoger?... ¿Le había llamado de otra forma que no fuera su nombre?, Harry sonrió y dándole un beso en la frente se dirigió hacia la heladería en la que había pasado días fantásticos y donde se encontraría con Remus, solo esperaba que su antiguo mentor hubiera acatado su petición de no decir nada; Lyly se quedó ahí parada, el beso que su padre le había dado la había dejado en un verdadero shock, simplemente todavía no podía creer todo lo que estaba pasando. Después de que la insultaran varias veces por estorbar el paso, caminó torpemente por las estrechas calles del lugar… Harry por su parte, miraba todo a su alrededor, miles de recuerdos le llegaron, sonrió con pesar… deseaba que todos sus hijos estuvieran ahí. En un par de minutos se vio sentado en un balcón de la heladería, no recordaba haber pedido algo pero tenía frente a él un helado de crema y caramelo… ese era el mismo balcón y el mismo helado…
--Disculpe --una gruesa, pero serena voz, lo hizo desviar la vista del helado, aunque tenía gafas oscuras, sus ojos sonrieron al ver frente a él a Remus Lupin… parecía haber rejuvenecido, vestía muy bien… quizá, solo quizá ya no sería licántropo
-- ¡Remus! --Exclamó radiante Harry y se lanzó hacia su antiguo amigo o quizá era su nuevo amigo o futuro amigo… las conjugaciones nunca habían formado parte de su ideal en la escuela...
-- ¿Harry? --Murmuró casi ininteligible Remus, cuando pensó que el movimiento que el joven adulto hacía con la cabeza era una afirmación, correspondió al abrazo en el que se miraba envuelto… --Harry… --inició Remus una vez que se hubieran sentado uno frente al otro
Harry suspiró larga y tendidamente, cerró unos minutos los ojos… Remus lo miraba con atención… el chico o no tan chico quizá, miró al licántropo y se decidió en hablar, en explicar absolutamente todo, tenía ya trece años guardando ese terrible secreto que cada día hacía estragos en su interior…
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Lyly caminaba embelesada, los animales gruñían, ululaban, croaban y más de alguno hizo un ruido extraño que la niña no supo como describir, los anuncios centelleantes, caminó solo mirando, no podía pararse y comprar algo, se decidió por una tienda cuya entrada estaba atiborrada tanto por magos jóvenes como por ancianos, era una tienda enorme un enorme letrero se alzaba por sobre todos y con grandes letras de las que saltaban chispas y lo que parecían ser hadas que luego volvían a fundirse en las letras, anunciaba con orgullos: "SORTILEGIOS WEASLEY"… el apellido llamó la atención de la niña y como jalada por cadenas entró en la tienda… había cajas apiladas por todas partes, en estantes habían miles de botellas cuyo contenido no era conocido por la pelirroja… unos adultos reían y charlaban con los clientes, parecían ser los dueños, llevaban una túnica morada y… y eran pelirrojos… Lyly miró el estante de las bombas fétidas y algunos caramelos de broma que le serían útiles… tomó una canastilla bastante grande y la llenó de todo tipo de dulces, después agarró otra y le puso a la mitad de bombas fétidas, miró a la izquierda y en una cesta de mimbre miró todo tipo de ramas, sonrió ampliamente y caminó hacia ella… de ahí llenó tres canastillas más… cuando se surtía en los artículos de broma más pesadas tales como las esferas de la verdad (las que explotaban y gritaban a los cuatro vientos los secretos de quien tenían cerca), regaliz del verdadero ser (esos que convertían en lo que debía ser a aquel que los lamía) e iba por la tercera cesta, uno de los que parecían los dueños se acercó a ella, estaba muy sorprendido, pues la niña vestía como muggle y casi llegaba a la centena de galeones en pura mercancía
--Buenos días, señorita ¿desea que le ayude en algo?, soy George Weasley --Preguntó con una extraña sonrisa el pelirrojo
Lyly se giró rápidamente hacia él pues se apellidaba igual a su madre, lo miró detenidamente, hasta que la voz del pelirrojo la hizo salir a la realidad
--Lleva mucha mercancía --inquirió George
--Sí, tengo muchos hermanos --Sonrió Lyly, y a George le dio un escalofrío pues acaba de recordar a su hermanita, la niña era pelirroja y sonreía igual a Ginny -- ¿Podría ir cobrando lo de las cestas esas? --preguntó con la misma sonrisa la niña, señalando cerca de una veintena de cestas apiladas cerca del mostrador donde estaba la caja registradora
--Pero cómo piensas llevarte todo eso --Exclamó sorprendido George, y aunque vivía entre magia no pensaba una forma en la que todo eso pudiera ser cargado por una niñita y menos aún que lo pudiera pagar
--En mi mochila --contestó serenamente la niña, le sonrió a George y dándole las gracias se giró y siguió viendo los estantes
En ese momento Lyly había visto un montón de frasquitos… leyó al etiquita "filtros de amor" murmuró divertida -- ¿para qué querría alguien eso? --se dijo a sí misma
--Pues suelen usarlos para amores frustrados --comentaron a su espalda, Lyly sorprendida se giró y se encontró con un chico realmente apuesto, llevaba una túnica blanca, aunque realmente le prestó más atención a sus hermosos y cautivantes ojos dorados, al cabello castaño casi dorado semi ondulado que escapaba sobre sus hombros de una mal hecha coleta y a esa sonrisa que haría que cualquiera se derritiera, sin contar ese aire de travesura que desprendía… Lyly lo miró por largos segundos, no pestañó… no fuera a ser que se le escapara esa imagen
--Soy Jho, Jho Lupin --sonrió el chico tendiéndole la mano a Lyly
-- Lyly Po… Lyly --corrigió rápido la pelirroja estrechando la mano de Jho
-- ¿Irás a Hogwarts? --Preguntó sonriente el castaño
--No, solo estoy de paso por aquí… yo vivo en América --murmuró Lyly en un perfecto inglés (N/A recordemos que viven en América Latina y hablan español jajajajaj) que casi logró el acento de Inglaterra
--Oh --fue el monosílabo de clara desilusión que se le escapó a Jho
En ese momento, en el que el silencio los había cubierto, el celular de Lyly empezó a tocar una canción un tanto contagiosa y extraña que el chico no había escuchado, decía algo de una camisa negra… Lyly le sonrió y se disculpó para después contestar al aparato, después de unos segundos guardó el teléfono…
--Debo irme --le dio un beso en la mejilla al chico y se encaminó a la caja registradora con cinco cestas más…
Después de pagar 250 galeones y guardar quien sabe como todo en su mochila, siguió la señal que despedía su celular, en el camino se encontró con varias tiendas que le llamaron la atención y no pudo evitar entrar… por lo que 45 minutos después y que su teléfono sonara 20 veces más, llego a la heladería de Florean Fortescue, donde su padre la esperaba no muy contento, sin embargo, la niña no lo notó, ella llegaba radiante
-- ¡Papá, hay muchas tiendas, Jimmy se haría loco con las escobas, Rem con los libros, Mah con los animales, Mai y Sid en sortilegios Weasley y…!
-- ¿FUISTE A SORTILEGIOS WEASLEY? --Harry se paró de golpe dando tal grito que hizo temblar a las mesas que les rodeaban, Remus lo miró sorprendido y Lyly eliminó la sonrisa que la iluminaba y lo miró
--Sí --Lyly apenas movió los labios
--Pe… pe… no… ¿y conociste a alguien especial? --La pregunta de Harry sorprendió tanto a Remus como a Lyly, quien se sonrojó levemente ocasionando una sonora carcajada de su padre, algo que sorprendió aún más a la chica --No creo haberte dado una educación tan mala --comentó Harry con una sonrisa mientras se volvía a sentar, pero la niña seguía mirándolo anonadada --Lyly… Remus Lupin --siguió Harry sonriendo
La niña se giró rápidamente al escuchar el apellido y el color carmín terminó cubriéndola, Harry soltó una carcajada aún más estridente y Remus le tendió la mano a la niña… Lyly no tardó mucho en estrecharla mientras murmuraba torpemente su nombre
--Siéntate Lyly, tenemos mucho que hablar --la invitó Harry
-- ¿desea algo? --el señor Fortescue llegaba con una gran sonrisa
--Un helado de chocolate, por favor --Pidió la pelirroja
--Pero, estás en la mejor heladería del mundo mágico y pides un helado de chocolate --Parafraseó Harry sin comprender
--Sí, pero es el mejor helado de chocolate… ¿no es cierto señor Fortescue?
El heladero asintió sonriendo
--Sería delicioso probar todos tipos de chocolates en un solo helado, porque cada cucharada que le das es un tipo diferente de chocolate, nunca se repite --explicó alegre Lyly
Después de que todos tuvieran su respectivo helado, Harry inició con la parte de la historia que Remus desconocía…
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En una gran hacienda, localizada en un país de la América Latina cuyo nombre no recuerdo, los portones principales estaban abiertos completamente… a un par de kilómetros, un caballo galopaba a gran velocidad, el jinete miraba constantemente su reloj y movía los labios como si rezara, se colocaba a la altura de las orejas del magnifico animal blanco de crines negras y le murmuraba se apresurara, el jamelgo parecía entenderle perfectamente porque aumentaba sus galopes. El jinete se enderezaba e inclinaba la cabeza hacia atrás y miraba el cielo azul, sus hermosos ojos esmeralda cubiertos por unos finos lentes rectangulares brillaban espléndidamente, el viento acariciaba su larga melena negra. Hasta que pudo ver unos árboles que conocía, miró hacia delante y los enormes portones de madera se alzaban unos metros frente a él… en un par de minutos en los que el corazón quería salir por su garganta entró en la imponente hacienda, cerca de una extraña fuente de elfos que danzaban desmontó tranquilamente
--Jimmy… --Un pequeño de cabello negro y hermosos ojos verdes, vestido con un overol de mezclilla, una playera manga corta a rayas naranjas y azules con converse corría hacia él
--Hey Tam no encontré lo que me pediste --le sonrió Jimmy
--Mi… mamá… --Jadeó el niño
-- ¿Qué tiene?
--Tiene rato buscándote --Tam miró fijamente a su hermano, a quien lo abandonó levemente el color
-- ¿Y que le dijiste? --murmuró temeroso Jimmy
--Que no sabía donde estabas
--Bien, mira… si vuelve a preguntarte…
--James --Jimmy se interrumpió en cuanto escuchó el leve siseo de su nombre tras él, era un siseo letalmente calmado
--Buenos días mamá --Jimmy puso la mejor de sus sonrisas
-- ¿Dónde estaba señor Potter?
--Paseando
-- ¿Paseabas? --Ginny miraba fijamente a los ojos del chico
--Sí, por la propiedad --Le sonrió Jimmy tranquilamente, sin embargo, Ginny notó una leve dilatación en las pupilas de su hijo
--Los acantilados no pertenecen a tu padre
Jimmy abrió la boca inconscientemente y miró a su madre
--Olvidaste cerrar la puerta --aclaró Ginny, señalando un punto tras ella… la mirada sorprendido del chico se posó en los grandes portones tras su madre --Ciérralos, dale de comer y beber al animal…
--Pero si Tam no tiene hambre --Contestó inconcientemente Jimmy sin despegar la vista de las puertas
--James Potter, no seas grosero --Le reprendió Ginny, pero Jimmy seguía mirando hacia la puerta --durante el próximo mes limpiaras los establos y alimentaras a los animales, sin magia
--Pero mamá --respingó rápido el chico
--Al menos que quieras que le diga a tu padre que has salido de la hacienda, has mentido, olvidado hacer tus deberes, has peleado con tu hermano menor y…
--Pero lo último no lo he hecho --se excusó rápido Jimmy
--Eso tu padre no lo sabe --sonrió Ginny triunfante --Y Tamar
El niño sintió un escalofrío al escuchar su nombre completo y miró a su madre
--Ayuda a tu hermano… --Ginny dio media vuelta y regresó a la casa, mientras los niños se encaminaban al establo…
Media hora después, los portones de la hacienda se abrían, dejando entrar a Lyly que sonreía de una forma extraña, parecía un poco ausente, Remus parecía sorprendido y Harry orgulloso…
-- ¡Papá! --Tam corría hacia Harry
-- ¿Qué pasa Tam? --Harry puso una rodilla en la tierra y extendió los brazos hacia Tam, Lyly lo miró extrañada y Tam no le tomó importancia, siguió corriendo
--Jimmy… jimmy… --tartamudeaba Tam en brazos de Harry --está dormido, papá…
-- Pero Tam…
--Huele feo, se durmió en estiércol y está brincando…
--Tam no te entiendo --dijo Harry realmente confundido
--Está brincando dormido en el estiércol --Tam había empezado a llorar y se abrazó a su padre --estaba alimentando a Ray y se cayó y… empezó a brincar acostado
Harry perdió completamente el color, se le secó la boca y las piernas se le doblaron lentamente, dejó rápidamente a Tam en tierra y lo miró
--Tam, ve a casa y dile a mamá que prepare chocolate, tarta y mucha comida, rápido hijo ve… Lyly ¿recuerdas la botella de chocolate que no deben tocar? --Preguntó apresurado Harry, la niña asintió con la cabeza --llévala a la habitación de Jim… --Ordenó Harry antes de echar a correr en dirección de los establos, siendo seguido por Remus… al llegar la visión de su hijo convulsionando, logró un estrago fuerte en Harry, recordaba perfectamente sus antiguas convulsiones, las que tendría en un futuro o… eso ya lo estaba cansando… movió su varita e hizo levitar al niño un poco, la movió de nuevo y Jimmy quedó totalmente limpió, tomó el cuerpo de su hijo y lo estrechó contra el suyo para correr hacia su casa… unos minutos después entró a la mansión y corrió hacia las escaleras
--Harry¿Qué pasa? --Preguntó asustada Ginny
--Ahora no Gin… --Harry rodeó a la pelirroja y subió corriendo
Remus se quedó ahí de pie, a unos centímetros de Ginny, ella estaba demasiado sorprendida como para moverse y Remus pues él… se encontraba en el mismo estado
--Señor Lupin, dice mi padre que suba por favor --Lyly estaba de pie junto a su madre, fue entonces cuando Ginny se percató de la presencia del licántropo
--Remus --murmuró boquiabierta Ginny
--Hola Ginny, creo que debo subir --Abrazó a Ginny y se dirigió hacia las escaleras
--Mamá, dice mi papá que prepares mucho comida
Remus subió lentamente los escalones, al llegar a la planta alta, se encontró con un chico muy parecido a Jimmy, solo no usaba lentes y la travesura se le reflejaba en el rostro, casi igual que a Sirius Black, el chico lo condujo hasta la habitación de Jimmy… al entrar miró a Harry destrozado…
--Remus… --murmuró el pelinegro, Lupin se acercó y lo abrazó, Harry no pudo más y comenzó a llorar en el hombro del hombre al que consideraba un padre -- ¿Eres un licántropo? --preguntó dejando de llorar Harry y miró a Lupin a los ojos
--Harry, pero…
--Por favor, dime… ¿eres un licántropo? --insistió Harry
--Pues…
-- ¿Eres director de Hogwarts?
--Sí Harry, soy director del colegio pero…
-- ¿Eres licántropo?
--No Harry, no me transformo hace…
--Casi trece años --se adelantó Harry con una sonrisa
--Sí… una noche
--El 25 de noviembre --se adelantó Harry
--Más o menos --murmuró Remus
-- ¿Tonks está embarazada?
--Sí…
--Muy bien, las cosas no han cambiado mucho --Se alegró Harry, sacó una daga de plata de su pantalón y una bolsita de terciopelo morada de la mesilla de noche de Jimmy, vació la bolsita en su mano derecha, cayeron unas joyas de plata, cortó en su mano izquierda con la daga y se pasó las joyas, las apretó mientras gotas de sangre caían a la alfombra, Remus lo miraba sorprendido, no decía una sola palabra… Harry se acercó a Jimmy que seguía convulsionando, le colocó el anillo en la mano derecha, la sangre fue absorbida rápidamente por la mano del chico, después Harry colocó en la oreja izquierda la arracada, la sangre se absorbió y la arracada se unió al instante a la piel del chico… en un par de segundos Jimmy abrió los ojos y sonrió ampliamente como si no hubiera pasado nada
--Hola, buenos días --saludó Jim
Remus correspondió al saludo y aunque Jimmy renegó, Harry lo bajó en los brazos y lo sentó a la mesa de la cocina, donde Ginny seguía cocinando… la cara de Jimmy se iluminó al ver la mesa, tomó un baguette, mayonesa, catsup y mostaza, tomó cuatro rebanadas de jamón, tomate, lechuga, aguacate, salami, unas rebanadas de pechuga de pavo, y cuatro hamburguesas de carne que Ginny acababa de cocinar… el resultado fue un emparedado en el que Jim tuvo que dar tres mordidas para poder morderlo en un solo lado, tardó un par de minutos en terminarlo, después comió una tarta de melaza completa recién salida del horno, buscó en el congelador y sacó un galón de helado de pistache, agarró crema batida de la alacena, chispas de colores y de chocolate y se lo zampó en cinco minutos, todos sus hermanos lo miraban sorprendidos, Ginny asustada, Remus no concebía como ese niño podía comer todo eso, Harry parecía tranquilo, mientras Jimmy seguía buscando que comer
--Harry, no tendrá apetito para la comida
--Tranquila Ginny, deja que coma
-- ¡PERO QUE DEMONIOS SIGNIFICA ESA ARRACADA!
--Fafpá me oh pufpo --murmuró Jimmy con la boca llena de spaghetti, que todos se preguntaron de donde había sacado
--HARRY JAMES POTTER --Explotó Ginny
--Ahora no Ginny
--Nada de ahora no, siempre es lo mismo… nunca me dices nada, pues ya fue suficiente, quiero saber todo AHORA MISMO --semi gritó Ginny
--Pero Ginny, no es el momento --insistió Harry
--NUNCA ES EL MOMENTO, PUES YA ME CANSÉ, SOY TU ESPOSA Y NO ME DEBES GUARDAR SECRETOS, ESO NO ES JUSTO, DESDE QUE DESPERTASTE DEL COMA, CAMBIASTE MUCHO… --Reclamó Ginny testaruda
--Muy bien¿Quieres saber todo?... entonces te lo diré --Harry tomó el brazo de Ginny y la jaló hacia al patio a través de la puerta trasera, al salir la cerró y la encantó para que no se pudiera escuchar nada -- ¿Todo? --Preguntó Harry, se miraba molesto
--Sí
--Muy bien… ¿quieres saber la razón de la arracada?, bien, te lo diré… cuando los cuatrillizos nacieron, les trasfundieron una poca de mi sangre porque cuando tuvieran cuatro años Sid y Rem iban a morir…
--Pero…
--No me interrumpas, quieres saber y vas a saber… tenían una deficiencia en la sangre, pero Jim tiene una enfermedad más grave, Lyly, Sid y Jho fueron al pasado a ver a mis padres, mi abuelo les dio las joyas que trae Jimmy, pero necesitan empaparse en sangre de vampiro para que Jim ya no enferme, con mi sangre espero soporte hasta que Umi nazca, porque es mitad vampiro y mitad mago, es hijo de Remus y como él ya no es hombre lobo su hijo es vampiro, Tonks está embarazada y va a perder a la niña porque no puede vivir, Ron y Hermione tienen dos hijos, Ron y Leo, Remus tiene dos también, Ally y Jho… no podemos volver a Inglaterra porque si lo hacemos antes de que nuestros hijos tengan seis años van a morir, y no debemos saber que alguno va a nacer, vamos a tener cinco hijos más, por eso no podemos volver… y cuando el más chico tenga seis años, Acanit debe tener tres años, y Amaru uno, por lo que los cuatrillizos van a ir a Hogwarts, Remus ya los aceptó, pero solo ellos, los gemelos irán hasta el próximo año porque en éste podrían morir, porque Tam no volvería a tiempo para darme el antídoto y tú no puedes ir porque los niños morirían y Tam también, no iremos a la boda de Dudley con Cho, Dunkel nos mataría a todos, pero no a Tam, porque no puede morir --Harry ya murmuraba cosas incoherentes, Ginny empezaba a preocuparse… las lagrimas bañaban esos desesperados ojos esmeraldas… la pelirroja abrazó a su esposo aprisionando sus brazos que se movían violentamente, Harry cedió al abrazo y tuvo que agacharse un poco para colocar su cabeza sobre la de su esposa --Ya no puedo con todo Ginny
--Harry, yo no estoy embarazada
--En un mes Ginny, en un mes, serán mellizos… después en un año y algunos meses serán trillizos, entonces mi magia se desarrollará por completo, los cuatrillizos deben ir a hogwarts, los gemelos seguirán aquí, Tam irá a Inglaterra a los onces años, Lyly se casa a los 17 y Jim un año después --Harry se dejó caer en la tierra y seguía sollozando, Ginny se sentó junto a él y lo abrazó, lo que su esposo decía debía ser verdad, jamás lo había visto así…
Los años pasaban lentamente, cada verano, sus hijos volvían a la hacienda, con ellos iban Ron, Leo, Ally y Jho, debían aprender a no usar la varita y los diversos hechizos antiguos, sin embargo, ningún adulto de Inglaterra había podido pisar la hacienda Potter…
El 31 de Junio, en la hacienda Potter se había festejado la boda de Lyly y Jho, fue ese día cuando todos se pudieron juntar, pudieron convivir por tan solo un par de horas… solo faltaban tres años para que la familia Potter pudiera regresar a Inglaterra… exactamente un mes después se realizaría una fiesta, Tam cumplía once años y ya había recibido su carta de Hogwarts, pero el niño no quería fiesta alguna, él solo quería ir a Hogwarts en el expreso al colegio, pero Harry se rehusó… Tam hizo una rabieta enorme, pero Harry no cedió. Hubo fiesta pero el festejado se rehusó a salir de su habitación… Julio dio paso a agosto, éste a su vez a Septiembre… el primer día de dicho mes, Remus había ido por Tam a su casa para llevarlo al colegio, y aunque el niño le rogó lo llevara en el tren, llegaron a Hogwarts vía flú… Tam no estaba muy contento con esa acción, pero no dijo nada…
A la hora de la selección, el sombrero pensó demasiado cuando estuvo sobre la cabeza de Tam, el niño tenía habilidades de todas las casas, pero extrañamente el espíritu Grifindor se mezclaba perfectamente con el Slytherin, parecía uno solo y no había casa a la que enviarlo, así que optó por un volado mental… mientras el sombrero seleccionador jugaba a dos de tres con el destino de Tam, en la mesa de Grifindor una chica de elegante cabello negro semi ondulado que casi llegaba hasta sus pies, miraba atenta al chico sobre el banquillo, sus hermosos y extraños ojos cafés rojizos brillaban impresionantemente, y las pecas que adornaban su naríz y parte de las mejillas resaltaban en esa piel blanca con la luz de las velas... parecía esperar algo, sonreía muy parecido a Tam... cuando por fin el sombrero abrió la boca... en esos extraños ojos pareció dibujarse una flama...
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DENMEEEEEEEEEEEEE RR POR FAVOOOOOOOOOOOOORRRRRRRRRRRRRRR REVIEWS!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
P.D... Espero señales de vida... BESOS SION-ALLEGRA
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SA
