Dustin Henderson y su Amor Secreto
Disclaimer: Gracias al gran apoyo que todos me brindaron a través de sus reviews y mensajes privados, al fin me decidí a traducir la secuela de "Elle Byers y su amor secreto" espero que les guste esta nueva historia tanto como la primera, igualmente no me puedo olvidar de la autora real de esta fantástica historia que gracias a su consentimiento es que hoy podemos disfrutar te tan maravillosa historia. Gracias Anna mayormente conocida en el mundo del Fanfiction como someoneelsebefore.
Sin más que decir espero disfruten la historia… nos leemos abajo.
CAPITULO 1
Era un sábado soleado en abril de 1984, y después de pasar la mayor parte del invierno encerrados jugando Calabozos y Dragones,Will, Lucas, Dustin, Mike y Eleven disfrutaban de los comienzos del clima primaveral en el viejo parque de Hawkins. Lucas y Will se desafiaban el uno con el otro en una hazaña de fuerza en los pasamanos. Mike, Dustin y Elle estaban jugando en el columpio. Mike estaba parado detrás de Elle, ayudando a empujarla mientras se balanceaba. Dustin estaba sentado al lado de ellos, mostrándole a Elle como balancear sus piernas en el aire para que el columpio subiera más alto.
En la distancia, ellos divisaron a un grupo de chicas de la escuela secundaria de Hawkins, quienes acomodaron una mesa de picnic y empezaron a jugar con las palmas de las manos. Dustin inmediatamente dejó de balancearse y se dio la vuelta, con su cara entre sus manos. –Oh Dios mío, oh Dios mío, oh Dios mío, oh Dios mío. Murmuró para sí mismo, sonando aterrorizado. – ¿Me está mirando? Mike, ¿me está mirando?
Mike rodó los ojos. -¿Por qué ella te estaría mirando? Ella está todo el camino al otro lado del parque.
Elle dejó de balancearse también, y miró de un chico al otro, totalmente confundida. -¿De quién están hablando?
-Esa chica de allí. Señaló Mike, causando que Dustin entrara en pánico y golpeara el brazo de Mike, temiendo que alguien lo viera. –Sylvia Davis, la del vestido amarillo.
-¿Está usando ese vestido otra vez? Preguntó Dustin, dándose la vuelta para mirar. Sus ojos se agrandaron. –Voy a morir. Gimió. –Es demasiado.
-¿Qué pasa con Dustin? Susurró Elle a Mike. El chico siempre fue un poco dramático, pero esto era un nuevo nivel.
-Él está enamorado de ella. Susurró Mike, sonriendo.
Elle jadeó. – ¿Enamorado? Ella y Mike ya habían hablado sobre el concepto de enamoramientos algunos meses atrás, finalmente (después de mucha incomodidad y vergüenza) admitieron sus sentimientos el uno para el otro, pero Elle no se había dado cuenta de que también podía pasarle a los otros chicos.
-¡INCORRECTO! Exclamó Dustin. –Yo no solo tengo un enamoramiento, Wheeler, esto es amor, lo sé.
Elle miró perpleja, y Mike rio a carcajadas. –Apenas han hablado el uno con el otro, y han pasado solo unas semanas desde que empezaste a quererla. No seas idiota, Henderson.
Dustin suspiró dramáticamente. –Simplemente no endientes, ella es perfecta. Sus ojos estaban vidriosos mientras hablaba. –Ella es amable con todos, adora hacer bromas, tiene una lonchera de Star Wars y es la chica más bonita en todo Hawkins.
Mike se encogió de hombros. –Eso es discutible, murmuró, mirando hacia la parte posterior de la cabeza de Elle.
Elle no lo escuchó. -¿Más bonita que Nancy? Le preguntó a Dustin, sorprendida. Ella entrecerró los ojos, tratando de ver mejor a la chica de los sueños de Dustin. Sylvia tenía el pelo negro rizado y era varios centímetros más alta que sus amigos. La chica estaba hablando con entusiasmo balanceando sus delgados brazos bronceados hacia adelante y hacia atrás, y cada pocos minutos explotaba en carcajadas. Elle sonrió. Todavía no tenía mucha experiencia con chicas de su edad, pero Sylvia parecía alguien a quien le gustaría conocer.
Mike le dio un pequeño empujón a su amigo. -¡Deberías ir a hablar con ella!
Dustin parecía que estaba a punto de vomitar. –Absolutamente no, de ninguna manera.
-¿Por qué no? Preguntó Elle. A ella le encantaba hablar con Mike, entonces ¿Por qué Dustin no quería hablar con la chica que le gustaba?
-¿Por qué? Explicó Dustin, poniendo los ojos en blanco, -¿y si hago el ridículo y ella se ríe en mi cara? Sacudió la cabeza. –Demasiado arriesgado, mejor me quedo aquí hasta que pueda descubrir si ella siente lo mismo que yo.
-Bueno, no vas a descubrir eso solo sentándote aquí y mirándola, amigo. Señalo Mike.
Dustin suspiró y giró lentamente sobre el columpio, arrastrando sus zapatos sobre la tierra. –Lo sé… es inútil. Susurró.
Mike sintió lastima por su amigo, pero también pensó que estaba siendo un poco ridículo. Estaba disfrutando la oportunidad de recuperarse de todas la veces que Dustin lo había molestado por su enamoramiento de Elle. De repente, Mike tuvo una idea, causando que una sonrisa malvada apareciera en su rostro. Susurró al oído de Elle y ella asintió.
La bufanda morada que cubría el cuello de Sylvia parecía cobrar vida propia, aparentemente atrapado en el viento. Revoloteó en el aire y luego se instaló en el suelo justo al lado del columpio.
Con un chillido de sorpresa, Sylvia se apresuró a seguirlo, se dirigió directamente hacia ellos. Mike se rió entre dientes y le dio un codazo a Dustin, que todavía estaba de espaladas. –Oye, Dustin.
-¿Qué? Preguntó, malhumorado.
-Sylvia vendrá aquí.
Dustin estuvo a punto de caerse del columpio. Miro a su alrededor y vio a su amada en camino hacia ellos. Parecía tan asustado como cuando Troy le había clavado un cuchillo el pasado noviembre. –Mierda, mierda, mierda, mierda, murmuro. –Elle, por favor hazme desaparecer, ¿puedes hacer eso?
Eleven negó con la cabeza, confundida, pero Mike la tranquilizó. –No lo escuches, solo está actuando como un bebé.
Dustin se levantó y se apoyó contra el poste del columpio, con los brazos cruzados, la cabeza gacha, tratando de parecer lo más genial posible. Luego, inmediatamente volvió a sentarse, aparentemente había decidido que verse bien nunca iba a funcionar para él. Mike estaba teniendo problemas para mantener una cara seria. Elle estaba mirando directamente a Sylvia, curiosa por saber más sobre ella.
Sylvia agarró su bufanda del suelo. -¡Te tengo! Miró a Elle y sonrió. –Esto siempre se aleja de mí.
Eleven asintió, sin saber que decir.
Sylvia estudió a Elle con cierto interés. -¡Amo tu cabello! Ella se entusiasmó. –Desearía que mi madre me dejara hacer un corte de duendecillo así, eres muy afortunada.
Elle estaba completamente conmocionada. -¿Quieres tu cabello, como el mío? Elle se pasó la mano por la cabeza con timidez. –Pero el tuyo es… tan bonito…
Sylvia sonrió. -¡Aww gracias! Ella extendió su mano. –Soy Sylvia, por cierto.
Elle tomó su mano y la sacudió torpemente, ella no había tenido mucha práctica con los apretones de manos. –Soy Elle, dijo un poco después de lo normal. Todavía era difícil para ella recordar todas las reglas de la interacción social.
Sylvia tampoco notó la timidez de Elle o fingió no hacerlo. -¡Encantada de conocerte, Elle!
De repente, Dustin soltó: -¡No deberías cortarte el pelo! Sylvia, Elle y Mike voltearon a mirarlo.
-¿Ha? Dijo Sylvia.
-Quiero decir… que es… um… dijo Dustin, volviéndose rojo como un tomate. –Tu cabello se ve, um, agradable, um, como esta, así que… se calló, mortificado.
-Está bien, Sylvia se rió. –Eso fue casual, es mi cabello.
Dustin arrastró los pies. –lo sé, murmuró.
-¿Cómo te gustaría si llegara y solo… ella caminó detrás de Dustin y agarró un puñado de su pelo rizado, haciendo un movimiento de tijera con la otra mano. –Corto todo esto. Sylvia sonrió a Elle. -¿Cómo se vería un Mohicano?
-¿Qué es un mohicano? Preguntó Elle. Mike sonrió. Estaba orgulloso de ella por hacer la pregunta frente a alguien que nunca había visto antes. Por lo general, parecía mantener una lista de preguntas almacenadas en su cabeza y luego acribillar lo con ellas tan pronto como estuvieran a solas.
Sylvia se encogió de hombros. –Es ese peinado tonto en el que el hombre se afeita todo el pelo, excepto una tira en la parte superior y luego hace que la parte se hinche hacia arriba. Ella le demostró a Dustin, que parecía que se estaba ahogando o tal vez al borde del paro cardiaco.
-Dios mío, ella me está tocando.
-Sin embargo, el cabello de Dustin es demasiado rizado para que funcione, dijo, mordiéndose pensativamente el labio mientras se peinaba entre los rizos con los dedos.
-Dios mío, ella sabe mi nombre.
Desde el otro lado del parque, se escuchó un grito. -¡Sylvia! ¿Vienes con nosotras o qué?
Sylvia quitó las manos del cabello a Dustin, con un leve rubor en sus mejillas. Ella negó con la cabeza ligeramente, como para aclararlo. -¡Ya voy! Gritó. Corrió hasta la mitad de sus amigas, luego hizo una pausa y corrió hacia atrás. –En realidad, dijo, sonriendo a Eleven. –Vamos a la farmacia a comprar maquillaje y revistas y esas cosas. ¿Quieres venir también?
Pareciendo un ciervo en los faros, Elle se volvió para llamar la atención de Mike. Uso sus habilidades para proyectar sus palabras en su cabeza sin que nadie más la escuchara. -¿Está bien? ¿Debo ir?
Mike sonrió y asintió levemente, tratando de darle la confianza que necesitaba.
Elle se volvió hacia Sylvia y sonrió. –Um, está bien.
-¡Hurra! Exclamó Sylvia. Aplaudió y unió sus brazos con la tímida niña, arrastrándola. -¡Vámonos!
Nos leeremos en el próximo…
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