Tercera semana, estoy hecha un lío.

Hace tres semanas llegó, a la cafetería paralela a nosotras, una chica en busca de trabajo; obviamente lo obtuvo. Desde entonces no he podido quitarle la mirada de encima.

Con el tiempo me di cuenta que toma el turno de tarde, he hice lo posible por tener el mismo en mi respectivo empleo.

Cierto, no me he presentado. Mi nombre es Ayase Eli, descencia rusa, cabello rubio, ojos celestes, actualmente trabajo para una de las empresas más reconocidas a nivel mundial; Mc' Donalds. Es momentáneo, la falta de dinero ha hecho que tome decisiones desesperadas.

Lo mío no son las presentaciones.

No suelo acercarme a las personas, y el que trabaje en una empresa que específicamente se centra en el comercio y el contacto con desconocidos es muy irónico.

A pesar de todo, no es tan malo trabajar aquí, tengo una vista espectacular.

No se su nombre aún, pero puedo apostar a que es igual de lindo que la dueña. Su cabello es de un púrpura extravagante, pero me encanta. Sus hermosos ojos turquesa brillan siempre en un tono esmeralda realmente especial, reflejando su inocencia y amabilidad. Con un poco de suerte, tendremos la misma edad o cercana. A simple vista puedo saber que es unos centímetros más baja que yo.

Oh dios, su figura.

Esculpida por los mismos dioses del Olimpo, bañada en aguas sagradas, pintada por el blanco más puro que puede existir. La obra prohibida jamás exhibida.

Es ahí dónde caigo en cuenta de lo lejana que estoy de ella.

—Maldición Eli, deja de mirarla como adolescente enamorado, ¡Hay 10 personas esperando que las atiendas!—Gritó eufórica mi compañera de trabajo, Yazawa Nico.

—¿He? ¡Ah, si!, lo siento..—Comencé a tomer las órdenes de los clientes en espera. aveces me pregunto, ¿Porqué no puedo dejar de observarla? y mi subconsciente me respode; porqué te gusta.

A pesar de saber que me gusta, no puedo aceptarlo del todo. Ni siquiera he entablado una conversación con ella y estoy imaginando un futuro juntas con muchos niños.

—¿Tarjeta o efectivo?— pregunto al último cliente con desgano, sin tomarme el tiempo de mirarlo—.

—Tarjeta—responde una dulce y pacífica voz— o no.., ¿Puedo cambiarlo a efectivo?—ríe tiernamente—.

Levanto mi mirada encontrandome con mi hermosa musa, dueña de mis pensamientos. Instintivamente un ligero rubor se cola por mis mejillas. Seguramente es su descanso.

—A-Ah, Claro..—respondo avergonzada por la naturalidad con la que habla—.

Me extiende la justa cantidad del costo de su pedido tímidamente. Su inocencia se rebalsa por todo su ser.

—Muy bien, en unos minutos estará lista tu...—miro la pantalla del computador— Ensalada Cesar—le sonrío, ganando a cambio un hermoso sonrojo por sus redondas mejillas—.

—G-Gracias...—noto que mira la placa en mi camiseta- Eli.

Mis mejillas arden al escuchar mi nombre en sus labios, su voz, hermosa como las estrellas y suave como la brisa marina, me golpea dulcemente, haciendo quiera escucharla por el resto de mis días.

Le asiento, para restarle importancia.

—Bien, aquí está tu ensalada, muchas gracias por preferirnos—Dijo de mala gana Nico, haciendo que mi musa suelte una risita—.

—Non, Al fin te encuentro, me tenías preocupada—dijo una pelirroja dirigiéndose a mi musa. En cuánto llegó a su lado, rodeó su cintura con su brazo—.

—Oh, Maki-chan—sonrío—lo siento, te vi muy ocupada eligiendo que comer, así que no quise interrumpir.

—Está bien—le dio una pequeña sonrisa que hizo hervir mi sangre—Dame, yo llevo la bandeja.

Ella aceptó no muy contenta, dio las gracias a Nico y se marchó junto a la supuesta "Maki".

—Veo que estás hirviendo en celos— rió Nico— es linda..—la miré recelosa— esta bien, esta bien, es fea—la miré molesta por esa mentira—¿Sabes qué? no diré nada.

Le sonreí con inocencia fingida.

Busqué con la mirada a la chica que me trae loca, y la encontré no muy lejos de dónde estaba yo. Si, estaba "Maki" y otras 2 chicas más, una de cabello muy corto y anaranjado con aspecto de gato, y la otra de cabello castaño hasta los hombros.

Me quedo observando su sonrisa durante un buen rato y luego vuelvo a trabajar. Que lindo día.

Aún no se su nombre.

Ese vestido violeta le queda a la perfección.

Quizás vaya a tomar un café luego...