Dragon Ball y sus personajes no me pertenecen, son propiedad de Akira Toriyama.
Capítulo 1: La fiesta de Bulma.
Habían pasado 2 años desde la derrota de Cell. La tranquilidad había vuelto a la Tierra y a las vidas de sus habitantes. El planeta seguía con su vida igual que antes del torneo, pero ahora, tenían un nuevo héroe al que adorar y alabar, conocido como Mr. Satán. Este hombre había sido el campeón del 24º Tenkaichi Budokai por lo que la humanidad puso todas sus esperanzas en él para derrotar al monstruo de Cell. El campeón del mundo participó, pero no obtuvo los resultados que todos predecían ya que fue sacado del tatami en el primer asalto. A pesar de ello, Mr. Satán se llevó todo el crédito por la muerte del monstruo.
¿Quién fue ese joven que derrotó al bioandroide? Pues actualmente, era un joven de 13 años que se dirigía a gran velocidad hacia la Ciudad del Oeste, con más detalle, a la Cápsula Corporation. Sí, ese joven era Son Gohan, quien no había crecido apenas respecto a la pelea con el monstruo, manteniendo su cabello con la misma longitud que en ese momento. Gohan había pasado los dos últimos años con su madre y su hermano pequeño, Goten, mientras se dedicaba a estudiar principalmente, aunque también entrenaba, no era bueno descuidar su entrenamiento ya que nunca se podía saber cuándo llegaría una nueva amenaza.
Bulma, una amiga de la familia y madrina de Gohan, había preparado una fiesta para conmemorar los dos años desde la derrota de Cell. Día que todos celebraban, aunque para Gohan, no era más que un triste día. Hacía dos años, tras haber alcanzado la segunda fase del Super Saiyan, tuvo que ver como su padre, Goku, se sacrificaba nuevamente por la Tierra, y todo por culpa suya, por haber querido torturar a Cell en vez de acabar con él cuando tuvo la posibilidad. Nunca se perdonaría la muerte de su padre, pero ya al menos podía seguir con su vida y podía disfrutar de su adolescencia sin pensar continuamente en el error que cometió.
Gohan, ataviado con una camisa y un pantalón vaquero, aterrizó frente a la entrada de la Cápsula Corporation. Por fin había llegado. Su madre y Goten llevaban en la fiesta desde hacía un par de horas, pero él tenía que terminar sus deberes de Física. El joven Saiyan se sacudió un poco el polvo que se acumula en su ropa debido a la larga distancia recorrida volando y, acto seguido, llamó al timbre. Unos pasos se acercaron desde el otro lado de la puerta. Ésta se abrió y dejó ver un guerrero con una armadura saiyan y con el pelo apuntando al cielo.
-Vaya, eres tú, mocoso. A buenas horas llegas – dijo Vegeta dejándolo pasar, le tenía gran cariño al chico aunque nunca lo admitía. Después de todo, le salvó la vida.
-Buenos días, Vegeta – saludó educadamente – Me retrasé un poco con mis deberes.
-Deberes… Un saiyan se dedica a entrenar, no pierde el tiempo con estúpidas matemáticas – dijo el príncipe con desprecio.
-Ya, bueno jaja. ¿Están todos aquí? – preguntó Gohan
-¿Los insectos?
-Krilin, Yamcha y los demás. – puntualizó Gohan.
-Ea, los insectos – dijo Vegeta conteniéndose la risa – Sí, están todos en el patio, venga, vamos.
Ambos saiyan caminaron a través del edificio hasta llegar al patio interior donde se encontraban todos sus amigos.
-Hola – dijo Gohan animadamente al entrar
Todos los allí presentes se acercaron a saludarlo, llegaban cerca de un año sin saber nada de él, excepto Piccolo con quien solía entrenar muy a menudo.
-Vaya, Gohan, ¿cuánto tiempo sin verte? No te ves muy cambiado, parece que no vas a dar el estirón – dijo Krilin burlándose de él.
-Tú aún no lo has dado – dijo Vegeta pasando a su lado sin mirarlo, generando la risa de todos los demás.
-No tienes que ser tan cruel, Vegeta – dijo Krilin sin palabras por la humillación sufrida.
-No te preocupes, Gohan, en un par de años, estarás hecho todo un hombre – dijo Yamcha dándole palmadas en la cabeza.
-Pero os puede pulverizar con miraros, insectos – dijo Vegeta de espaldas a ellos.
Todos los presentes se quedaron mirando a Vegeta. Era extraño ver al príncipe de los saiyans defendiendo tantísimo a otra persona que no fuera el mismo. Solo Bulma sabía verdaderamente porque el saiyan se comportaba así.
Desde la muerte de Goku para salvar a todo el planeta, Vegeta se sintió humillado, sintió que Goku había muerto dejando una deuda, deuda que nunca podría pagarle. La única manera que encontró, para devolverle haber dado su vida para que ellos vivieran, era proteger a su hijo de cualquiera que le causara problemas. Para Vegeta, Gohan era su protegido, aunque nadie conocía este sentimiento.
-¡Gohan! – dijo un pequeño bebé de dos años corriendo hacia él.
-Hola, Goten – dijo el chico cogiendo al niño en brazos - ¿Te lo estás pasando bien?
-Chi. Estoy jugando con Trunks, es muy divertido – dijo el pequeño
-¿Y dónde está? – preguntó el vencedor de Cell.
-¡Hola, Gohan! – oyó el joven mientras notaba como alguien caía sobre sus hombres.
-¡Trunks! – dijo el chico sorprendido con la aparición del niño de tres años.
Estaba en una situación muy adorable, con el pequeño Goten entre sus brazos y el pequeño Trunks sentado en sus hombros. Momento que fue inmortalizado por Bulma que llevaba una cámara a mano.
Gohan estuvo un par de horas allí, comiendo muchísimo como digno saiyan, y divirtiéndose hablando con los demás, como digno humano. Aún quedaba mucha tarde y noche que pasar allí, pero Bulma se acercó a Gohan mientras estaba tumbado en el césped descansando.
-Oye, Gohan, tengo que pedirte un favor – dijo la joven de pelo azul
-Claro, lo que quieras. – dijo Gohan levantándose.
-Necesito que vayas a Satan City, Dende está allí por un malentendido y no sabe cómo venir, además no sabe volar. ¿Podrías ir a por él, por favor?
-Por supuesto, enseguida vuelvo – dijo el chico saliendo corriendo hacia la puerta
-Qué bueno es Gohan, siempre lo ha sido. Ojalá, Trunks sea así – pensó Bulma viendo al chico marcharse.
…
-Satan City… ¿Eso dónde está? – dijo Gohan sobrevolando el cielo en la dirección que Piccolo le había indicado antes de salir – Llevo media hora volando, no puede estar muy lejos.
El joven continuó su vuelo durante unos diez minutos más, hasta que por fin divisó una ciudad en el horizonte. Se había aburrido mucho esos cuarenta minutos, por lo que la idea de encontrar a Dende para poder charlar un rato le daba fuerzas para aumentar la velocidad.
En unos cinco minutos el chico caminaba por las calles de Ciudad Satán, mientras observaba a su alrededor en busca del lugar donde Dende se encontraba. Nadie le había dicho dónde podía encontrarlo.
-¡Claro! Rastrearé su ki – dijo Gohan cerrando los ojos.
…
-Es agradable poder salir de casa de vez en cuando, me aburre estar siempre encerrada, ¡y todo porque tengo 13 años! No me van a hacer nada por salir a la calle, quien se acerque con malas intenciones lo destrozo – hablaba para sí misma una chica que caminaba por la calle de Ciudad Satán.
La chica se veía aburrida, parecía que no solía salir a la calle, y ahora que había conseguido su objetivo, no sabía qué hacer.
-Podría ir a ver a Iresa… Sí, haré eso. ¿Dónde vivía? – dijo la chica parándose en seco – Ah, sí, girando esta calle a la derecha.
La joven comenzó a correr hacia la casa de su amiga, no le gustaba la idea de ir despacio a los sitios, siempre que podía corría, además le servía de entrenamiento. La chica giró rápidamente y sin mirar la esquina…
-¡Ay! – dijo Gohan cayendo al suelo con las manos en la cabeza mientras una lágrima le salía por el dolor.
-¡Ag! – decía la chica también en el suelo en la misma posición que el chico. - ¡Mira por dónde vas, imbécil!
-Lo siento mucho – dijo Gohan levantándose y acercándose a ella tendiéndole la mano para levantarse. – Iba distraído mirando a todos lados, ¿te encuentras bien?
-Sí… no te preocupes – dijo la chica, realmente se le veía preocupado y ella le había gritado e insultado cuando, en realidad, la que iba corriendo y sin mirar era ella.
Aceptó la mano del chico y se puso en pie quitándose el polvo que tenía en la ropa.
-Siento haberte gritado, yo también iba muy distraída – dijo algo sonrojada.
-Dejémoslo en que los dos íbamos distraídos jaja – dijo Gohan con la típica pose de los Son. – Si no te importa, tengo que encontrar a un amigo.
-No eres de aquí, ¿verdad? – preguntó Videl.
-No, soy del distrito 439 Este.
-¿Y estás por la ciudad de visita?
-Podría decirse que sí jaja – dijo Gohan algo incómodo por las preguntas.
-Me llamo Videl – dijo la chica adelantando su mano.
-Ah… Yo soy Gohan, Son Gohan – dijo Gohan estrechándosela – Pero prefiero que me llamen Gohan.
-¿Vas a estar mucho por la ciudad? – preguntó la chica
-No mucho, venía por ese amigo y me iba ya – dijo más incómodo.
-Ah… bueno – no sabía porque pero Videl no quería dejarlo ir, le había llamado la atención ese muchacho.
-Espero que nos volvamos a ver – dijo Gohan despidiéndose mientras comenzaba a correr siguiendo el rastro de Dende.
-Son Gohan… - dijo Videl viendo como el joven desaparecía al doblar una esquina.
…
-Ya estamos aquí – dijo Gohan entrando de nuevo en el patio de la Capsule Corporation acompañado de Dende, eran todavía las 6 de la tarde.
-Bienvenido, Kamisama – dijo Yamcha con una reverencia y las mejillas coloradas, era obvio que había bebido – Para ser Dios de la Tierra, no te conoces muy bien las ciudades.
-Cometí un error al observar desde el palacio celestial – dijo Dende un poco cortado por tal verdad.
-No seas duro con él, Yamcha – dijo Ten Shin Han defendiéndolo – Hace apenas dos años que es Kamisama, no es tan fácil aprenderse la Tierra.
Pasaron el resto del día riendo y disfrutando de la compañía de los demás. Era bueno verse cada año ya que había muchas historias que contar, como por ejemplo el noviazgo de Krilin con C18.
En un momento de la noche, les dieron a todos por hacer rabiar a Gohan, sobre todo Krilin y Yamcha que les encantaban los temas de mujeres.
-Y dime… Gohan, ¿tienes novia? – dijo Yamcha poniéndole un brazo alrededor del hombro en plan colegas.
-Pues no jaja – dijo Gohan con una gota de sudor recorriendo su sien.
-Estás en edad de echarte novia – dijo Krilin atacándolo por el lado contrario a Yamcha
-No necesito ninguna novia, y, además, no conozco ninguna chica – dijo Gohan al darse cuenta de esa realidad.
-¡¿A ninguna?! – preguntaron al unísono
-Quitando a mamá, Bulma y C18… a ninguna más… - dijo Gohan, pero de repente recordó – ¡Ah, sí! Y una chica con la que me he chocado hoy en Ciudad Satán jaja
-Uy, Gohan, ¿has conocido una chica? – dijo Krilin con cara de pillín.
-Solo he hablado dos minutos con ella para ayudarla a levantarla del suelo – dijo Gohan
-Uy, que caballeroso Gohan – decía Yamcha que no se iba a quedar atrás. – Así se conquista a las chicas.
-No quiero conquistar a nadie – dijo sonrojado.
-Dejad en paz al chico. No os lo repito ni una vez más – dijo Vegeta apareciendo tras ellos.
-Lo sentimos, Vegeta. Solo estábamos bromeando – dijeron ambos con una sonrisa nerviosa.
Vegeta sacó a Gohan del corro que le habían hecho los dos guerreros y lo llevó con Chichi, Bulma, Trunks y Goten.
-Si esos gusanos vuelven a molestarte, no dudes en decírmelo – dijo el guerrero mientras se iba a otra parte.
-Gracias, Vegeta. – dijo Gohan agradecido.
El chico se sentó en una de las hamacas junto a su madre y Bulma mientras observaba a los niños jugando en el suelo. ¡Qué día más raro! Había algo en su cabeza que no le cuadraba del todo. Estaba pensando en lo que le habían dicho Yamcha y Krilin, no conocía a ninguna chica, excepto a aquella niña de ojos azules que había visto hoy.
-Realmente, era guapa. – dijo el chico para sí mismo.
Aquí el prólogo de este nuevo fic. Aún no habéis visto nada de lo que va a tratar, pero en el siguiente capítulo todo empezará a cobrar forma. Espero que os guste. Se podría decir que este fic va antes del inicio de la Saga Buu, después iría esa saga, y después, vendría el fic "Sombras del pasado". Sí, van a estar relacionados.
