Supongo que si me conoces dirás: "¡¿QUÉ?! ¿Más one-shots?"

...y si no me conoces...pues, amo hacer one-shots xP

Por fin descubrí que puedo descargar la aplicación del Bloc de Notas a mi celular...¡ahora soy imparable! (Estuve escribiendo esto toda la tarde, solo quería llegar, copiarlo y compartirlo con ustedes x3)

Supongo que solo quiero comenzar con una nueva colección de One-Shots...porque, pues..quiero y puedo(?)

Avatar: El último maestro aire no me pertenece.

Clasificación: T

o-o-

Hojas para Té.

-¡Es un escándalo!

-Estoy de acuerdo contigo, mi querida Ming.- Comentó una mujer de fino perfil, unas pocas canas asomándose de entre sus oscuros cabellos.- Ésto es inaudito.

-Totalmente inaceptable.- Afirmó otra mujer que había encontrado comodidad entre sus seis acompañantes.

Eran cerca de las tres de la mañana en Ba Sing Se. Una pequeña velada tomando lugar en uno de los salones más elegantes del enorme Palacio Real.

Sin prestar atención a la hora -o a la considerable cantidad de vacías copas posadas sobre la mesa- aquellas siete mujeres habían pasado gran parte de la noche dándole mil y un vueltas al mismo tema.

Katara, la ahora futura esposa del Avatar Aang había visitado a una de las herbolarias de confianza de Ming. La esposa de uno de los nobles más destacados de la ciudad reconoció a la joven mientras pedía en voz queda un tipo específico de hierba para un té especial.

Ming contaba la historia con un aire de horror, como si se tratase de un asesinato planeado para luego ser disfrazado como un accidente. Un caso común entre los nobles.

La relación entre el Avatar y su prometida había llegado a uno de los niveles más críticos. Con él de 20 y ella de 22 el despertar sexual se había vuelto un enemigo poderoso para la joven pareja. Por ello, situaciones desesperadas requerían medidas desesperadas.

-Solo nos queda esperar que la chiquilla haya leído bien las instrucciones y no se termine provocando infertilidad.- Comentó otra mientras se servía un poco más de vino.

-Oh, ni siquiera lo digas, Tami.- Reclamó Ming, actuando tan ofendida como si se tratara de ella.

-¿Porqué no?- Comentó otra de las mujeres, una copa de cristal atrapada entre sus pintadas uñas.- ¿No sería interesante que hicieran un llamado de una nueva esposa para el Avatar?

Todas las presentes en la semicircular mesa intercambiaron miradas. Las palabras de la noble conocida como Nila habían captado su atención.

A pocos metros de la mesa cuyas ocupantes estallaban en carcajadas, emocionadas ante la idea de alguna de sus hijas siendo desposada por el gran Avatar, una joven de la Tribu Agua bajaba la mirada, habiendo escuchado cada palabra.

Una mano se posó sobre el brazo de Katara.

-No las escuches.- Dijo la familiar voz de Toph, sus pálidos ojos fijos en la nada.- No tienen idea de lo que hablan.

Una sonrisa estuvo por formarse en el rostro de Katara, más la simple voz de Nila pareció arrebatársela de los labios, sus palabras siendo de poca ayuda.

-Además...- Dijo antes de dar un último trago a la copa.-...escuché que el Avatar se rehusó a hacerle un nuevo collar de compromiso porque la tonta quiso conservar el de su madre.- Dejó la vacía copa en la mesa.- Por lo tanto su compromiso son sólo palabras al aire.

La mesa estalló en carcajadas de nueva cuenta.

La mirada de Katara se volvió hacia donde pensó estaba su ciega amiga. Sus ojos se abrieron al escuchar al seco golpe que la mano de Toph dejó sobre la mesa de las supuestas nobles.

-¡J-Jefa Bei Fong!- Exclamó Tami un tanto asustada.- Que bueno verla, se ve muy bien.

-Los halagos no extenderán la libertad condicional de su hijo, Señora Gamis.- Dijo fríamente, los ojos de las mujeres posados en su compañera.- Me gustaría saber porqué les molesta tato el que la prometida del Avatar esté previniendo un embarazo.- Hizo una pausa, una burlona sonrisa cruzando sus labios.- Claro que, quizás es sólo envidia.

Ming frunció el ceño, ofendida ante las palabras de la joven que tan desvergonzadamente se servía una copa de vino.

-¿Disculpa?- Cuestionó.- ¿Porqué envidiar a una campesina del Sur?

Katara estuvo a punto de ponerse de pie cuando una mano le tomó del hombro.

-¿Qué está pasando, amor?- Preguntó el confundido Avatar a sus espaldas.

La morena desvió la mirada y los ojos de Aang se posaron sobre la escena frente a ellos.

-Quizás porque ella sí ha sido capaz de encontrar al amor de su vida.- Respondió vagamente mientras daba un trago a la copa.- Ella está previniendo un embarazo porque quiere esperar a que tanto ella como su esposo estén listos para formar una familia..-Dijo, la copa siendo depositada firmemente sobre la mesa.-...mientras que ustedes tuvieron que buscarse a un hombre rico con el cual acostarse para terminar embarazadas a propósito y así forzarlos a casarse con ustedes.

Silencio.

-¿Qué está ocurriendo aquí?- Preguntó Aang, su voz quebrantandolo.

-Éstas cizañeras.- Respondió Toph con un tono firme.- Pero no te preocupes, Pies Ligeros- Agregó acercándose a su amigo y dándole un par de palmadas en el hombro.- Ya las puse en su lugar.

Aang miró al grupo de mujeres y desvió la vista hacia Katara, en sus ojos presente la urgencia de irse del sitio.

-Lamento cualquier molestia. Mi prometida y yo nos retiraremos.- Dijo antes de inclinarse respetuosamente.- Les recomendaría hacer lo mismo.


El fuego de la solitaria vela sobre la cajonera bailaba en sus ojos. Las palabras de todas ellas clavándose en su memoria.

"Su compromiso son palabras al aire."

"Infertil."

"Una nueva esposa para el Avatar."

Soltó un suspiro.

-Katara...-Le escuchó llamar a la masculina voz, cuyo dueño posó una mano sobre el hombro de la joven.- ¿Podemos hablar ahora?

Una sonrisa triste cruzó por los labios de la morena. Estaba tan furiosa hace un rato, respondiendo con un rotundo "No quiero hablar de ésto ahora, Aang." cuando preguntó si podía explicarle lo que había sucedido en la cena.

Katara asintió y giró su cuerpo lentamente, sus ojos enganchados con los de aquel con quien compartía la tibia cama.

-Me vieron comprando las hojas con la herbolaria...- Murmuró con voz temblorosa. Aang asintió y frotó su brazo con ternura, animándole a continuar.-...dijeron algo acerca de que corría el riesgo de quedar infertil...-Su voz se quebró.

-Katara...-Musitó su nombre, acercando el delgado cuerpo de la joven a un fuerte abrazo.

-Di-Dijeron que si así era tendrías que buscar otra esposa...- Sus palabras aumentando en velocidad, una combinación de temor y desesperación fungiendo como motor.-..que nuestro compromiso no era oficial po-porque mi collar y...

-Shh...

-¿Qué es lo que quieren de mí, Aang?

El joven Avatar le abrazó con más fuerza, los oscuros mechones de cabello enredándose en sus dedos.

-No lo sé...- Respondió sintiendo las lágrimas de su prometida humedecer su hombro.-...pero dudo mucho que lo consigan.

Una media sonrisa cruzo por los labios de la morena.

-Oh, ¿de verdad?- Preguntó a modo de broma.

-Sí.- Dijo firmemente, su tono de voz aún más grave que hace unos segundos.- Si voy a compartir mi vida con alguien, será contigo solamente.

-¿Sólo tú y yo?

-Exacto.

-Sería un poco aburrido, ¿no crees?

Aang frunció el ceño un tanto extrañado ante sus palabras.

-¿Qué tal tú, yo...y un bebé?

Una sonrisa cruzó por los labios de Aang.

-¡¿Qué?!...¿Sólo uno?

o-o-

Gracias por leer.