¡Hola a todos!

Lo lamento muchiiiisimo…!

Sé que soy una irresponsable y y y y que no he cumplido con subir los demás capítulos de las otras historias pero es que no podía sacarme esta idea de la cabeza y tenía que plasmarla!

El titulo de esta historia es gracias a Tsuki-chan! Porque créanme que a mí no se me ocurría un buen titulo! Y por ello este nuevo capítulo va dedicado a ella!

Sé que es largo pero que puedo decir! Me inspire jajajaja y además es un capitulo que explica mucho de lo que pasará más adelante.

Pero bueno…sin más se las dejo para que puedan disfrutarla! :D

A/N: Chicooos lamento muchísimo si alguno de los personajes o varios me salen muy OOC! Explicación al final del capítulo jeje nwnU

Disclaimer: KHR no me pertenece…lamentablemente le pertenece a Akira Amano! Si me perteneciese…pondría a Varia como los Principales y a Daemon no tan malo aunque malo es más sexy xD.


Capítulo Uno.

Reencuentros.

(Versión Haru).

Abrí los ojos de par en par al escuchar lo que Reborn-san tenía que decirme.

No creía que mi única y gran misión sería esta.

―Pe…pero…― tartamudeé por la sorpresa.

― Haru…recuerda que nadie te está obligando…simplemente es tu decisión― dijo Tsuna mientras intentaba buscar como siempre lo mejor para la familia.

Suspiré…

No había visto a los Shimon hace ya mucho tiempo…luego de lo sucedido entre ellos, los Vongola y Daemon Spade no supe mucho ya que para ese entonces conocí los verdaderos sentimientos de Tsuna hacia Kyoko y pase encerrada en casa casi la mayoría del Bachillerato…

Pero ya habían pasado años desde aquel entonces, y cuando digo años me refiero a diez años.

Nunca me había llevado bien con los Shimon…no los conocía en su mayoría pero aún así me pedían como única y gran misión ir a su casa…pasar allí seis largos meses como su técnica en el departamento de computo.

Decir sí o no dependía de mi pero…

No quería estar lejos de mis amigos…pero tampoco decepcionar a Tsuna…

Suspiré nuevamente.

En la vida hay que hacer sacrificios…y yo ya sabía eso muy bien.

Puse mi mejor sonrisa…esperaba no notara nada raro en ella.

―No te preocupes Tsuna-san, podré hacerlo ¿cuándo debo de partir?

"Mientras más rápido…mejor"

―Estará todo listo para mañana en la mañana, el vuelo saldría en la tarde y llegarías a Italia para el dia siguiente en la tarde; iras en un avión privado para ahorrar gastos y tiempo― informó Reborn-san mientras bajaba del hombro del ahora proclamado Décimo Vongola y se retiraba.

Tsuna me lanzó una mirada que yo conocía muy bien.

"Y comenzó el sermón…"

No le presté mucha atención…ya me conocía lo que diría…nosotros somos primero, la familia y bla, bla, bla…

Tsuna no notaba que yo había crecido prematuramente por muchas razones.

Lo detuve alzando mi mano frente a él.

―Tsuna…estaré bien, quiero hacerlo…sabes cuánto me encanta esto y Gianini-san me ha ayudado con más de solo una cosa, tengo un amplio y vasto conocimiento de los programas Vongola y de los Shimon en parte pero estaré bien― sonreí sinceramente mientras me levantaba.

Tsuna me vio algo sorprendido y luego sonrió también.

―Había olvidado que no solo yo he crecido….―okey…sonó a padre desconsolado.

Solté una risilla por mi propio pensamiento.

―Tengo que irme a hacer maletas…le daré la noticia a los demás en el comedor sería mejor así…―dije antes de dar media vuelta y salir.

Entré a mi habitación minutos después…

No…no quería irme…

Pero debía de.

Sabía que había superado muchas cosas en mi vida…superé mi debilidad, superé los conflictos internos, gané confianza, crecí como persona…pero sé que quizás en el fondo aún no supero una cosa especial.

Tsuna y Kyoko.

Habían pasado años…muchos años pero seguía de alguna manera doliendo un poco.

Dicen que nunca olvidas a un amor verdadero…solo aprendes a vivir con él y te acostumbras a ello.

Bendito el que haya creado esa frase…

Pero…esta oportunidad era la mejor para ir…y avanzar, cambiar de ambiente, crecer más, ganar más confianza y dejar algo del pasado atrás por un tiempo.

No creo que sea peor que ir a casa de los Varia.

Eso sí sería mi fin.

Pero por lo menos eran aliados, amigos, personas que ya había conocido y en cierta forma me daban ganas de volver a ver.

Sonreí amplio, era hora de arreglar mis maletas.

-.-

Jueves 9 de Septiembre del 2014.*

Querido diario:

Hoy es mi última noche en casa de los Vongola…mi familia, mañana estaré rumbo a lo que será mi hogar por seis largos meses…la casa de la familia Shimon, en Italia. Hoy en la cena hablamos con todos y no lo tomaron tan mal como esperaba, pero está bien así, es mejor que también piensen que será bueno para mí…me da esperanza.

Supongo que las cosas irán bien, veré personas que en algún momento considere amigos, que no he visto y me agradaría volver a ver.

Bueno no es que no los he visto, en realidad solo una que otra vez en estos años pero supongo que no cuenta mucho.

Recuerdo sus nombres, sus caras pero solo de cuando los vi de pequeña, supongo no han cambiado mucho. El chico que se supone será mi jefe, Enma Kozato, se parece mucho a Tsuna…pero no es el mismo y sé que ayudará mucho en mi nuevo autodescubrimiento…aprovecharé muchísimo estos meses allá.

Ya debo irme, son las 3am y debo despertarme en tres horas para irme temprano al aeropuerto.

Buenas noches.

Haru.

-.-

Eran las 7am…debía de haberme despertado hace una hora.

―¡Mierda!― exclamé mientras salía corriendo al baño para darme una rápida ducha y cambiarme.

No es que la mansión este tan cerca de la ciudad…es más estaba más que lejos, así que debía apresurarme si quería salir a tiempo y estar en el aeropuerto antes de las doce del día.

Opté por ponerme lo primero que vi de la poca ropa que dejé en el armario.

Me iba solo seis meses no toda la vida… ¿cierto?...

Aggg…ya pensaba estupideces.

Tomé los vaqueros y la blusa ajustada negra con el chaleco blanco y las botas del mismo color.

No sabía muy bien como estaba el clima allá pero acá hacía algo de frio, dejé mi cabello suelto para que caiga por mi nuca y la cubra un poco, me maquille ligeramente, tomé el bolso de mano y salí; por suerte y las demás maletas habían sido bajadas la noche anterior.

Estaba tan apurada que no noté el pasillo vacio…naturalmente siempre hay amas de laves corriendo por todos lados o los chicos caminando de un lado para otro pero estaba vació, supuse y era por la hora.

Bajé rápidamente las escaleras, ya me había despedido de todos los guardianes, sus esposas (las de los que tenían) y de mis amigos, no necesitaba alargar la despedida pero…

La familia…es la familia.

Me sorprendí mucho al verlos a todos esperándome frente a la puerta de salida, algunos con pijamas, otros cambiados…inclusive las amas de llaves estaban allí.

― ¿Pero q…― no pude terminar de preguntar, las palabras se quedaron perdidas en mi mente.

Tsuna quien estaba al lado de su esposa Kyoko sonrió.

―No podíamos dejarte ir sin despedirnos…―dijo calmadamente pero con cierta melancolía.

Okey…estaba casi sucediendo lo que estaba deseando no.

Quería llorar.

Aspiré hondo y sonreí para distorsionar mi mirada rota.

Kyoko fue la primera en abrazarme.

―Haru-chan…te extrañaremos mucho…si tienes algún inconveniente, o problema no dudes en llamarnos, sabes que cuentas siempre con nosotros― soltó atropelladamente en un susurro mientras intentaba contener sus propias lágrimas.

Demonios… ¿por qué seguía siendo tan sentimental?

―Claro que lo sé― dije mientras me separaba un poco para limpiar una lágrima que bajaba de mi mejilla.

Lambo e I-Pin también me abrazaron, Gokudera se burló un poco pero me abrazó de igual con sus mejillas algo arreboladas por la pena, Yamamoto no pudo evitar despeinarme como si aún tuviese quince años, Ryohei…bueno el casi me disloca el hombro, Hana me abrazó y me dijo unas palabras tan hermosas que casi rompo en llanto sobre su hombro, Chrome se despidió con algo de lágrimas en sus ojos, Mukuro…siempre tan aterrador…pero fue lindo al despedirse, Hibari…no estaba allí pero Kasukabe dijo que me deseaba la mejor de las suertes en Italia, Gianini no pudo evitar llorar al igual que Bianchi quien intentaba contener su llanto, Fuuta intentó andar tranquilo…los años le habían dado más que solo una increíble apariencia también tranquilidad y comprensión, Reborn sonrió se sentó en mi hombro y se despidió, no pude evitar abrazarlo como peluche de navidad.

Todos habían terminado de despedirse y solo faltaba Tsuna.

Me miró con una sonrisa pero la tristeza reflejada en su rostro…

Tragué saliva tan fuerte que creo todos escucharon.

―Espero tengas un buen viaje Haru…estaremos esperando noticias de ti y ya sabes, cuando necesites puedes llamarnos y estaremos allá contigo― sonrió y no me contuve así que lo abrace fuertemente.

Él correspondió el abrazo con dulzura.

―Las cosas no serán lo mismo sin ti mejor amiga…

Sí…con el tiempo yo y él habíamos llegado a ser eso.

Mejores amigos.

Cosa que obviamente le frustraba a Gokudera y a mi corazón.

Nos separamos con dificultad, él por dejar ir a su mejor amiga…yo por decirle adiós a mi amor por siempre…

Entré al auto, cerré la puerta y mientras dejábamos atrás la gran mansión Vongola me quebré en llanto.

Algo me decía que quizás…todo iba a cambiar en más que solo una cosa.

-.-

¡El vuelo fue increíble!

Luego de llegar al aeropuerto y hacer todos esos trámites innecesarios para mí pero que me tocaba hacerlos subí al avión y fui rumbo a Italia, la atención perfecta, los asientos cómodos, todo hermoso.

Ya había olvidado lo sucedido en la mansión cuando revise mi celular y vi unos mensajes de los chicos.

Les gustaba hacerme sentir culpable.

Pero los deje allí…contestaría con calma cuando llegue a la casa Shimon.

Y en eso estaba, contestándolos y diciéndoles lo hermoso del viaje.

Admiraba de vez en cuando el hermoso paisaje que me regalaba la bella Italia y sus alrededores mientras el chofer de los Shimon me llevaba hasta su residencia.

Signorina Haru, siamo venuti*― dijo con un Italiano impecable el chofer mientras aparcaba fuera de unas puertas negras grandes.

Alcé una ceja…no entendía muy bien el Italiano.

―Disculpe… ¿podría traducir lo que dijo?― pedí cortésmente.

El chofer sonrió y asintió con la cabeza.

―Hemos llegado, señorita Haru.

Oh eso…

Esperen…

―Pero… ¿tengo que caminar…hasta adentro?― estaba bromeando ¿verdad? Eran casi las seis de la tarde y andaba más muerta que gallina degollada.

―No signorina, uno de los jóvenes Shimon la escoltará hasta la mansión― dijo mientras se bajaba a abrirme la puerta.

Vaya…los Shimon eran más ostentosos que los Vongola.

Bajé y camine hasta el gran portón negro y me paré allí un instante.

Alcancé a ver un auto negro grande dirigirse hasta mi posición.

El Mercedes Guardian se parqueó del otro lado de la puerta mientras esta se abría de par en par.

No pude quitar la vista de ese auto…era increíblemente hermoso….me recordaba al gusto de Ryohei en cuanto a los autos, grandes y ostentosos.

Un chico alto de cabello color verde algo extraño con anteojos y mirada seria se bajó del Mercedes.

―Tú debes de ser la chica enviada por el Vongola… ¿no es así?― preguntó mientras me inspeccionaba de arriba abajo.

¿Por qué demonios los de la mafia son tan desconfiados?...

Ahm…esa pregunta fue estúpida.

―Sí, yo soy Miura Haru― dije con una sonrisa mientras caminaba hacia él y con la mano despedía al chofer que ya había arreglado mis maletas en el nuevo auto.

El chico sonrió un poco también.

― ¿No me recuerdas verdad?― dijo mientras se arrimaba a un lado del auto.

Parpadee un par de veces e intente recordar.

―Oh…Kami-sama… ¿Koyo?...Koyo Aoba ¿cierto?― sonreí al recordarlo.

¿Cómo demonios iba a esperar que lo recuerde cuando la pubertad le ha hecho más que bien?

Claro que sabía quién era él…Ryohei y Koyo habían peleado por el pecado Vongola y toda esa sarta de tonterías entre mafiosos y terminaron condenados al Vindice…hasta que Tsuna con algo de ayuda claro terminaron sacándolos de allí a ellos y a los demás.

Fueron épocas oscuras para ambas familias.

Pero era bueno volver a verlo.

―Sí soy yo― sonrió mientras abría la puerta para mí― Nos esperan en la mansión, los chicos quieren ver que tan cambiada estas― añadió mientras cerraba la puerta y subía para llevarme a la mansión.

-.-

Aparcamos en frente de una gran puerta café bellísima con adornos espectaculares, era…simplemente una mansión hermosa de antaño, de esas que imaginas en los cuentos de hadas.

Koyo abrió mi puerta y baje, vaya aun existen caballeros en el mundo.

La puerta se abrió de par en par dejando ver a los integrantes de la familia.

La primera en correr hacía mí fue la que recordaba como Shitt-P

― ¡Haaaaaru-chan!― gritó mientras me abrazaba.

No pude evitar sonreír.

―Shitt-P ¿verdad?― no podía estar equivocada, ella y Gokudera tenían algunas cosas en común.

― ¡Claro que sí! Ay ¿Cómo has estado? Te he extrañado mucho estos años― dijo mientras hacía un leve puchero.

Noté que ya no llevaba esos anillos inflables a su lado. Sonreí.

―Lamento mucho eso pero ya sabes cómo son las cosas cuando te gradúas― me excuse abrazándola de nuevo.

Ella devolvió el abrazó feliz.

Logré divisar a los demás chicos.

Kaoru, Adelheid, Rauji, inclusive Julie estaba allí pero…

Faltaba uno que se debería de estar allí.

Iba a preguntar por él luego de saludar a todos cuando escuché un gran estruendo dentro.

Vaya…llegó y comienzan los problemas…

-.-

―Chicos…no está despertando….― les dije por séptima vez mientras pasaba un ligero algodón empapado de alcohol bajo la nariz del pelirojo.

Habíamos entrado preparados para cualquier cosa que ataque la mansión cuando notamos a un pelirojo bajo un candelabro largo y alto.

Aspiré hondo y me acerque a querer ayudarlo.

Adelheid suspiró, Julie chistó, Shitt-P y Rauji rieron, Koyo bufó y Kaoru se preocupó mientras me ayudaba.

Parecía normal que cosas como estas le sucedan a su jefe.

Enma comenzó a abrir lentamente los ojos.

―Hey, ¿estás bien?― pregunté mientras me agachaba solo un poco para ver si no daba algún indicio de contusión o algo semejante.

Sus ojos se abrieron de par en par al escuchar mi voz y su rostro se puso del mismo color de su cabello.

Intentó levantarse o más bien alejarse de mí pero terminó cayendo al suelo nuevamente.

No pude contener una risita.

Me miró colorado mientras desviaba un poco la mirada.

Oh sí…lo recordaba, muy bien.

Enma Kozato…

El mejor amigo de Tsuna.

Lo había visto en la mansión muchas veces y cada que me veía me ignoraba, pensaba que me detestaba hasta que Tsuna me explicó que él era así, tímido y casi no hablaba con nadie.

En parte le recordaba a Tsuna.

―Enma… ¿qué pasó con tus modales?― inquirió Adelheid mientras alzaba una ceja viéndolo algo inquisidora.

Enma respiró hondo, seguía sin verme.

―Ho-hola…bienvenida…―dijo en un leve susurro que si los demás hubiesen seguido riendo no se hubiese escuchado.

Sonreí ampliamente.

Se lo veía tierno.

―Gracias Enma-kun― dije sin quitar mi sonrisa y la mirada sobre él.

Parecía que sentía mi mirada, y se sonrojaba más.

Me recordaba a Chrome.

Volteó a verme cual semáforo y sonrió un poco.

Mi corazón dio un vuelco.

"Que…lindo…"

Había que admitirlo, y mucho…a todos los había cambiado la pubertad…

Sus facciones tiernas sobresalían mucho pero aun así se lo veía tan guapo y atractivo…

Alto de saco y corbata negros con una camisa blanca por dentro y la corbata algo zafada, cabello rojo despeinado pero que le quedaba muy bien, ojos rojos con el signo de Shimon plasmado en ellos…

Y esa sonrisa…

Tuve que contener un suspiro.

La pregunta era ¿por qué?

¿Por qué demonios tuve que usar una fuerza sobrehumana para apartar mi vista de sus ojos?

Kami… me sacas de una para meterme en otra…

-.-

Sábado 11 de Septiembre del 2014.

Querido diario:

Bueno…ya llegué a la mansión Shimon y debo decir que me agradó mucho verlos de nuevo.

No es que los haya olvidado…

Bueno…algo… algo pero…ya sabes cómo son las cosas.

Enma Kozato…

¿Quién diría que llegaría a ser y no ser al mismo tiempo el pequeño chico que conocí hace muchos años atrás en mi hermosa Namimori…?

Ha cambiado, claro…para bien quizás.

Aún no se eso lo averiguaré mientras pase aquí…llamaré mañana a Tsuna y a los demás…no quiero dejarlos preocupados aunque conociéndolo ya tuvo que haber llamado a Enma y ya le tuvo que haber preguntado por mi y eso…

Vaya reencuentros los de hoy…

No fueron tan malos después de todo.

Hablamos luego amigo mío.

Haru.

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Reencuentros.

(Versión Enma)

Temblar era poco…

Parecía que en algún momento me iba a dar epilepsia…

Veía a Adelheid mirarme con cara de "Oh, vamos…cálmate"…pero…no estaba bajo mi poder eso.

Sólo con saber que mañana…mañana vendría la chica que nada más y nada menos me quitaba el aliento en secundaria y la que cada vez que veía en la mansión Vongola en Japón y aún causaba el mismo efecto…me hacía temblar.

Y a la vez querer hacer que la tierra me trague.

Suspiré pesadamente.

Reborn-san…

Había sido su idea.

Su gran idea la de traer a una técnica para nuestros sistemas; es cierto que quizás tengamos problemas en cuanto a protección, Julie estaba muy ocupado con otras cosas para tratar el problema y los demás eran ineptos en el asunto pero…

¿Por qué de todos los técnicos que tienen los Vongola se le ocurría mandarla a ella…?

Haru Miura.

―Aggg….―susurré mientras me despeinaba un poco.

Esta situación me estaba sacando de mis casillas…y lo peor de todo.

El papeleo que me seguía esperando en el escritorio no ayudaba.

―Enma… ¿qué sucede?...―preguntó Adel mientras se sentaba en el sofá cerca del ventanal.

―Ella vendrá…―suficiente tuve que decir para que sepa a quien exactamente me refería.

Ella conocía todo de mí…era como una hermana/madre que nunca tuve y si la tuve me falto por motivos personales que no quisiera ni conmigo mismo tratar.

Pero…el que conozca todo y me conozca tan bien no ayudaba en nada a mi situación…

Sonrió un poco y se apoyo en sus piernas.

― ¿Quieres decir esa ella?― ven…ella lo sabe todo.

―Sí…― dije casi en un susurro, ¿por qué se empeña en restregármelo aun en la cara?

― ¿Y cuándo se supone viene?...Sabes que no tenemos nada listo para recibir a una invitada ¿no?

Aggg…quería gritar…si es que eso no era poco…

―Sí…lo sé…y…viene mañana…― me senté en el escritorio y hundí mi cabeza entre mis manos.

Como no podía matar a Reborn-san…asesinaría a Tsuna por permitirlo.

Aunque sé que quizás él tampoco tuvo opción pero ya que…

Adel se levantó con cuidado…sabía a dónde se dirigía.

Solté otro suspiro…

Mañana sería un largo día.

-.-

―Demonios…

Sip…era hoy…

Y yo no paraba de dar vueltas alrededor de mi oficina…

Quería verla…

Pero a la vez no.

La vida odia a las personas como yo.

―Jefe~ ya están aquí~― dijo Shitt-P mientras entraba a mi oficina sin entrar…como siempre.

―O-ok…voy en un minuto…―dije esperando que entienda la indirecta reflejada en mis palabras.

― ¡Claaaro jefe!― salió.

1…

2…

3…

― ¡AHHHHHH! ―grité contra el almohadón del sofá.

Mierda…mierda… ¡Mierda!...

Estaba peor que embarazada haciendo ejercicios de respiración…

―Eres el jefe…has cambiado…de seguro ni te reconoce…―susurraba para mí mientras salía de la oficina.

Mi corazón no paraba de latir y eso me frustraba…era como si todos pudiesen escucharlo por la fuerza a la que iba.

Genial…hasta mi propio cuerpo estaba en mi contra…y eso si que se notaba a leguas…

Me solté algo la corbata, me comenzaba a dar calor y estábamos en Septiembre… ¡SEPTIEMBRE! Debería de hacer frio en estas épocas pero no…a mi cuerpo se le ocurre morirse de calor por los nervios…

"Nervios…aggg…"

Escuché unas voces lejanas y asomé un poco la cabeza a un lado de la escalera que daba frente a la puerta.

Y allí estaba ella…

Tan radiante…tan frágil y fuerte a la vez…tan serena…sonriente…radiante…

"Tan bella…"

Estaba por inconscientemente ir hacia allá cuando sentí como un peso inmenso se me venía encima y luego…negro…

Todo negro…

-.-

Chicos…no está despertando….― escuché a una voz suave y con cierto tono agradable decir.

Si había muerto y Kami se había apiadado de mis pecados y me había dejado entrar al cielo…pues era un lugar hermoso y quería despertar…

Si por el contraría era el infierno…seguía siendo hermoso y seguía queriendo despertar.

Sentí que podía mover mis parpados y comencé a abrir lentamente los ojos.

―Hey… ¿estás bien?...

Su rostro estaba a centímetros…y menos del mío…

No pude evitar ponerme colorado.

Intenté levantarme o más bien alejarme lo más que podía en el pequeño espacio en el que estaba pero termine cayendo al piso nuevamente.

Fantástico…

Me joderán la vida después de esto…

Haru soltó una risita y no pude evitar ponerme más colorado…

¡Kami! ¡¿Cómo si eso fuese posible?

Desvié un poco mi mirada…no podía seguir viéndola…no así…no en esta situación.

―Enma… ¿Qué pasó con tus modales?...

Para variar…Adel me hizo quedar peor que un imbécil.

Respiré hondo…esta vez si hubiese pensado en verla de nuevo no hubiese funcionado…no con este último comentario…

―Ho-hola…bienvenida…― no logré sacar más que un susurro.

Pasó unos segundos de silencio y me incomodé…

―Gracias Enma-kun…

¡Cielos!...Dijo mi nombre de una manera tan…hermosa…

No pude evitar el voltearme a verla cuando sentí su mirada sobre mí…sonreí un poco.

Había que ser algo amables ¿no?

No había ido a visitar a Tsuna en muchos meses y sólo la había visto una que otra vez desde que nos graduamos pero…seguí siendo tan hermosa como siempre…

No usaba más palabras como "Hahi" y eso…lo extrañaba pero había que dar crédito a que crecimos…de alguna manera pero lo hicimos, ya no hablaba en tercera persona, pero seguía siendo ella…en esa manera tan suya…era ella.

La chica que desde la primera vez que la vi…me robo más que sólo un sonrojo.

-.-

―…Haru…―suspiré mientras me lanzaba a mi cama luego de un dia larguísimo como el de hoy.

Quien diga que los hombres no suspiran por amor…

Está muy equivocado.

Lamentablemente eso de los suspiros también nos afecta…además de las sonrisas estúpidas que tenemos plasmadas en el rostro durante todo el maldito día.

Y con las cuales…sé que Julie, Koyo y Shitt-P me pasaran jodiendo los seis meses que Haru pase aquí…

Es increíble cómo se puede amar de esta manera…lamentablemente lo es…

Ella…

Es obvio que no me corresponde y nunca lo hará pero…que me regale una sonrisa alumbra todo el día…y quizás pueda sobrevivir con eso…

Quizás…

Me pregunto… ¿será difícil…dejarla ir cuando sea el momento…?

¿Será difícil…tenerla aquí pero saber que no la tengo…y que luego se irá…y no regresará…?

Quizás hoy…sea una larga…noche.


*: Tomando en cuenta que la autora publico el manga en el 2004 y que ellos en ese entonces en la historia tenian 14 años y que como en la historia son mayores y han pasado como 10 años y tienen algunos 23 otros 24 pues use esa fecha para no se hacer una equivalencia :D

¿Y qué les pareció? owo

Sip se que esta no es una pareja muy común y hay poco de ella pero me parece tan tierna y y y tan romántica que no pude evitar escribir sobre ella *w* y bueno hasta ahora ya ven que los personajes son medio OOC pero ._. no me he leído el manga aun jajajaja solo he investigado sobre el asunto pero espero les haya gustado mucho.

En: a mi me gusta como me sacas…se me ve más maduro… ./.

A: AAAAAH! Q hermooooso! *te abrazo al estilo oso*

E: No….re….respir…..respiro….!

A: aii perdón jeje y oe habla más la próxima vez ewe…

E: nwnU lo lamento jeje…

A: Sean buenos conmigo TwT no me lancen muchos tomates si no les gusta y déjenme mejor criticas constructivas, opiniones, ideas, cosas así para mejorar la historia y las demás y crecer como escritora!

E: y a nosotros como personajes…

A: sip eso xD!

Bueno me voy yendo~

Tengo historias que actualizar jajaja.

Se los quiere un mundo!

ATT:

Andre~!*