Perfecta sincronización:

Basado en el manga "Parfait tic", Amu es una estudiante normal que adora a los niños, los únicos con los que de verdad puede mostrar su verdadera personalidad. Un día dos apuestos primos, Ikuto y Kukai, llegan a su vecindario y se trasladan al piso que hay justo encima del de Amu. Ella se enamorará de uno de los chicos pero los acontecimientos darán giros inesperados... Amuto, AmuxKukai.

Pues como ya dije, este fic esta basado el en manga shojo "Parfait Tic", de Nagamu Nanaji, manga que probablemente no haya leído mucha gente por aquí pero aun así recomiendo. Decidí hacer esta adaptación porque me encanta Parfait tic y porque adoro Shugo Chara, principalmente el amuto. Bueno, mentira, principalmente adoro a Ikuto XDD.

En el manga Kukai encarna a Daiya; alegre, despreocupado y muy amable. Aunque con un punto pervertidillo, sobre todo en los primeros capítulos, de ahí el posible OOC que os podáis encontrar en ese aspecto. La verdad es que el punto pervertido le pega más a Ikuto, pero en todo lo demás creo que le sienta mejor el papel de Ichi, el chico frío y... misterioso, je.

En cuanto a las protagonistas de las respectivas historias... bueno, yo siempre digo que hay un aquetipo fijo en todas las protagonistas femeninas, y que aunque cada una tenga sus propias peculiaridades, generalmente son bastante parecidas y facilmente adaptables por lo tanto.

Los otros personajes que incluiré serán Utau como Akyou-sempai del manga, Yaya y Rima como las dos amigas de Amu, Ami como la hermana MAYOR de Amu que además es mangaka shojo (LOL), la mamá de Amu y... lo demás puede que surja XD

—¡Soy la amiga de los niños buenos! —gritaba la chica de la máscara monstruosa. Brazos alzados en posición de ataque y postura amenazadora.

Los niños alrededor de la chica la miraron con ojitos expectantes, todos reunidos.

—... A los niños que son malos... ¡Les haré cosquillas!

La joven empezó a perseguir con pasos pesados y fingidos a todos los niños que trataban de huir mientras reían y corrían emocionados.

— JUA, JA, JA, JA...Gyagh! — gritó cuando, al tropezarse con una piedra fue a parar directamente al suelo...

La chica se levantó pesadamente, con las manos cubriéndose la cara —Uurgh...

—¡Onee-chan! ¿Onee-chan. estás bien?

—¡Amu-chan resiste!

Una mirada traviesa se asomó de los huecos de entre sus dedos

— ¡Bromeaba!

— ¡Amu-chan es una cría, qué cruel!

— Je, je... ¡picasteis! —y, guiñando un ojo, comenzó a perseguirlos como una niña más.

Era marzo y un nuevo curso escolar comenzaba. Para Amu este sería el primer año en la escuela preparatoria Seiyo, tenía 15 años y unas ganas tremendas de pasar los tres años que le quedaban llenos de diversión, actividades extraescolares, amigos y... amor. Es decir, todo lo que cualquier chica de primer año podría esperar de su idealizada vida escolar...

En fin.

Aun así tenía la amarga certeza de que las cosas no saldrían como ella quería. Porque, si ni siquiera podía mostrar su verdadero yo... ¿cómo se suponía que lograría todo aquello?

Amu suspiró algo abatida. En parte por la carrerita, y en parte por la situación...

Hinamori Amu. 15 años. Apodada la "genial y sexy Hinamori Amu", era malinterpretada allá donde iba... Nadie sabía que su actitud era una manera de ocultar su timidez, y que en realidad, bajo toda esa fachada solo se escondía una insignificante chica, llena de sueños y debilidades, deseosa de enamorarse del príncipe de la escuela y de gritar al mundo su amor por las cosas lindas. Nadie conocía su verdadera personalidad, ni siquiera sus padres, y el único momento en el que podía ser ella misma era cuando jugaba con todos aquellos niños.

Eran tan alegres, llenos de vida... sabía que ellos no la juzgarían.

Amu observó a los niños corretear unos metros por delante y sonrió, quitándose la máscara. Entonces lo vio, un camión de mudanza parándose frente a ellos...

—Mirad niños, es un camión, ¿vamos a verlo?

Se sorprendió un poco, hacía mucho que no llegaban vecinos nuevos... ¿como serían los propietarios?

Justo entonces alguien salió del vehículo. Parecía de su edad, un tipo alto, delgado y... guapo. Rematadamente guapo. Tenía facciones finas y una expresión seria. Sus cejas, levemente fruncidas, estaban cubiertas por un largo flequillo azul oscuro, como sus ojos. Y sus labios, levemente rosados, constituían una fina linea recta en una mueca de impasibilidad. Amu pensó que todo él era condenadamente frío y sexy...

"Mmm... ¡Wooo! Es mi tipo" pensó mientras se agarraba las mejillas con una sonrisita tonta. Segundos después recuperó la compostura, y la cordura. Los niños la miraban atónitos.

— Onee-chan, ¿qué te pasa?

El chico de pelo azul, que sostenía una caja entre sus manos, se puso a hablar con uno de los empleados que empezaron a sacar otras cajas.

— Es el segundo piso de ese edificio —dijo señalando el edificio en el que vivía Amu.

Su mandíbula cayó, ¿ese edificio? ¿le estaban queriendo decir que ese bombón iba a mudarse justo al piso de encima del suyo?

Felicidad. Estaba tan feliz que olvidó su carcasa de chica dura y sin pensárselo dos veces se acercó al chico de pelo azul...

—Ho... ¡hola! Encantada de conocerte, soy Hinamori Amu y vivo en el primer piso, como acabas de mudarte, si necesitas algo no dudes en pedírmelo.

—... Ah. Gracias.

Y, dándose la vuelta, comenzó a subir las escaleras del edificio.

Amu lloró lagrimones cómicos. "Esto es lo que pasa cuando me deshago de mi fachada cool y atrevida... ¿será tímido?"

—¡Onii-chan, onii-chan! ¿acabas de mudarte aquí?

—¡Onii-chan, onii-chan, ¿cuál es tu nombre?

Los niños comenzaron a agruparse detrás de la chica, aunque aquel tipo ni siquiera se dio la vuelta. Los ingnoró.

—H-Hey...

—¡Onii-chan, onii-chan!

—¡Eh, tú! ¿qué te pasa? ¡te están hablando a ti! —gritó la chica agarrándole firmemente de la chaqueta, haciendo que la caja que el chico sostenía en sus manos se precipitara hacia abajo. El suelo se llenó de trozos de cerámica de lo que parecía que solía ser una taza.

—Ah... lo siento.

Rápidamente, el joven se agachó y comenzó a recoger los pedazos.

—Tú... — y alzó la vista. Sus ojos, amenazadores, reflejaron el peligro —¡qué pasa contigo! — gritó enfadado. Los niños se asustaron y comenzaron a llorar.

Amu se congeló en el sitio. Para empezar él había sido el único maleducado con los niños y, oh, vamos, solo era un taza, ¿no?

—¡Oh! bragas a cuadros.

Fue una voz proveniente del pie de las escaleras. Amu se giró lentamente, solo para encontrarse con otro chico de su edad, pelo castaño y alborotado, amables ojos verdes y una sonrisa radiante.

—Las vi.

Amu, desde el peldaño más alto, enrojeció por completo hasta el punto de tropezar y casi caer.

—¡Jajaja! —rio, y se dirigió a los niños ¿la malvada onee-chan os hizo llorar?

Amu infló los mofletes de vergüenza e indignación —¡No fui yo, él les hizo llorar!

—¿Oh, te refieres a Ikuto? —preguntó mientras jugaba con uno de los niños, cogiéndole en brazos, haciendo como si volara...

Conque al parecer así se llamaba el peliazul. Por otro lado estaba esta persona, Amu pensó que era alguien peculiar. Parecía disfrutar de la compañía de los pequeños.

—¡Onii-chan, onii-chan, ahora yo!

—¡Waah, no puedo con todos a la vez!

¿Quién era ese chico?

—Oh... vuestra mamá me está mirando mal, que miedo. Venga, venga, tenéis que ir con ella.

—¿Ma...mamá? ¿te refieres a mí?

—Claro... ¿no eres su mamá?

—...

—¡Jaja! ¿no me digas que me he confundido?

—¡Un momento, solo tengo quince!

—¡Oh! Entonces tienes la misma edad que yo, creí que eras una madre joven

—...

— Bueno, en cualquier caso debo seguir con la mudanza. Adios... —dijo con un tono repentinamente seductor— la proxima vez, quiero ver bragas con flores.

Amu se sonrojó violentamente y el chico entró riendo a su casa.

Desde luego, ¿quién demonios eran esos dos?

Bueno, eso fue todo, espero que no estuviera demasiado mal XDD

Y bueno, lo que voy a decir ahora es IMPORTANTE así que, bueno, allá va.

Podemos dividir este fic en arcos donde cada uno de los chicos sera el protagonista, por lo que la verdad es que no me voy a centrar en una única pareja, sino que más bien esto va a ser un triangulo bastante igualado, como podréis comprobar eventualmente... lo cual no significa que yo no tenga preferencias sobre una de las parejas.

Así que, primero viene el arco de Kukai, luego el de Ikuto..., luego otra vez Kukai pero, en fin, llegados a ese punto voy a improvisar porque mi fic no tendrá el mismo final que el del manga.