Rayber: he decidido modificar mi primera historia…¿Por qué?...no les diré los motivos…. Leenla y espero que les guste.
Capítulo 1: Pintura.
Las historias tienen un comienzo y un final pero conocer el inicio dará a entender la historia y el origen de esta.
500 años atrás se dio a conocer la profecía del Guerrero Dragón, que fue entregada en las manos de Oogway, pero esta sabia tortuga también cometió errores, también tuvo secretos y el mas grande de todos fue el de la profecía, Oogway no contó todo, nunca reveló la historia detrás de esta...
Los datos fueron distorsionados...y no fue exactamente hace 500 años...
El valle de la paz, un lugar que ganó su nombre gracias a los guerreros que a lo largo de los años han defendido este valle, pero esto concierne sacrificio y honor. La campana que marca el amanecer sonó y cinco guerreros salen de sus habitaciones para saludar a su maestro.
-buenos días maestro- dijeron al unísono, pero alguien faltaba, el maestro Shifu caminó hacia la habitación del panda pero no abrió la puerta, esbozó una sonrisa y habló.
-dejemoslo dormir, ademas hoy tienen el día libre-el panda rojo se retiró del lugar.
-¿y ahora que?-preguntó Grulla.
-no se tú pero yo tengo planes- dijo Mantis y se fue dando brincos.
-yo supongo que planificaré algunas bromas- dijo Mono rascándose la nuca.
-¿ni siquiera se preguntan por que Shifu nos dio el día libre?- preguntó Víbora.
-es lo de siempre-Víbora no le entendió a Grulla- me explico...han pasado dos años desde que Oogway murió y todos los años y el mismo día Shifu va al durazno a meditar.
-oh...lo había olvidado- dijo Víbora.
-¿vamos a desayunar?- preguntó Grulla.
- claro, pero sin Po no hay desayuno-Víbora miró y vio que Mono y Tigresa ya se habían ido-¿cuanto tiempo pasamos hablando?
-no lo se...pero podríamos ir al restaurante del Sr. Ping, debemos dejar descansar a Po, no olvides que él derrotó a tres villanos-ambos fueron al valle y Po quedó plácidamente dormido.
Shifu recién había llegado- el viejo durazno-dijo y se sentó en posición de loto, empezó a meditar, se puso a pensar en Po, él debía ser el sucesor de Oogway por lo cual pasaría a ser maestro del palacio de jade, pero sigue siendo inmaduro, Shifu sentía que no estaba preparado pero el chi era una de las últimas enseñanzas de Oogway, ya no había nada mas que enseñarle a Po, debía convertirse en maestro pero ¿cuando?
Grulla y Víbora desayunaron en el restaurante del Sr. Ping, este les dio dos platos de fideos de cortesía de la casa, ambos charlaron de algún tema y el tiempo pasó muy rápido hasta que llegó Po.
-veo que despertó el dormilón-dijo Grulla.
Po se sentó en la mesa-¿por que no me despertaron?...aún mas importante ¿por que no están entrenando?
-¿recuerdas que día es hoy?-preguntó Víbora.
-ah...el tema de Shifu ¿no?-dijo Po.
-exacto-el estomago de Po rugió-creo que necesitas desayunar, ¿llamo a tu padre?
-no es necesario Víbora, voy a prepararme mi propio desayuno- Po se levantó y fue a la cocina, en cuanto entró recibió un sartenazo de parte de su padre- PAPÁ ...¿por que hiciste eso?
-porque nunca me visitas- Ping dejó la sartén y se puso a cortar vegetales-y supongo que esta no es una visita.
-eh...tienes razón, solo vine a prepararme una sopa-Po pensó la situación un momento- pero hoy tengo día libre así que podría ayudarte con el trabajo.
-entonces desayuna rápido y empieza a ayudarme-Ping siguió cocinando y Po se sirvió un poco de sopa que ya estaba hecha y desayuno lo mas rápido posible, se puso su típico delantal de trabajo y empezó a repartir platos.
Víbora y Grulla solo lo observaron- veo que con el señor Ping cualquier situación puede convertirse en trabajo-Grulla emitió una leve risa ante el comentario de su amiga- ¿no crees que deberíamos irnos?
-¿juntos?- preguntó Grulla.
-bueno si no tienes nada que hacer...podríamos ir a caminar por el valle-dijo Víbora.
-claro- ambos se fueron.
Po aún seguía sirviendo platos y siguió hasta el mediodía, decidió tomar un descanso para almorzar, luego de haberlo hecho fue hasta su habitación y se recostó, cerró los ojos pero los abrió al instante, no tenía sueño, se sentó en el borde de la cama y observó su habitación, un desorden total, al pie de su cama había una caja, la abrió y encontró sus figuras de acción, seguramente su padre las había guardado, una le llamo la atención, tomó la figura de Tigresa, a la chica que tanto quería o ¿amaba?, este sentimiento nació en Gongmen y siguió creciendo con el tiempo, miró la figura detenidamente, cada detalle.
-¿cuando le vas a decir?- Po volteó, su padre estaba al lado suyo.
-¿de que hablas papá?- preguntó Po nervioso.
-hijo soy tu padre...lo se todo- Ping tomó la figura de acción de Tigresa- dudó mucho que la tengas guardada en una caja para siempre- Ping la guardó en la caja, Po no entendió la ultima frase, acaso era una ¿metáfora?
- papá...-Ping lo miró a los ojos-...¿como uno se le puede declarar a una chica?
-bueno...podrías invitarla a cenar o... llevarla a algún lugar hermoso o especial para ella y ahí confesarle tus sentimientos- a Po se le iluminó el rostro de alegría.
-bien lo intentaré-Po se levantó dispuesto a irse.
-recuerda que si todo sale bien quiero que me traigas nietos- dijo Ping.
-PAPÁ!- gritó Po desde la cocina, salió del restaurante y empezó a caminar- algo especial para ella...algo...aaaaaah ¿por qué es tan difícil?- paró de caminar- ya sé...solo tengo que hablar con Tigresa y sacarle algún dato clave- Po fue corriendo al palacio, aunque se demoró por las malvadas y diabólicas escaleras, o al menos es así como pensaba Po, entró al salón de los héroes, vio a Mono y Mantis con un recipiente - ¿que hacen?
Ambos giraron a ver a Po, se le acercaron y Mono le susurró-esto será nuestra broma maestra- ambos rieron, Po miró el recipiente, este contenía un liquido espeso y verde, ademas olía muy mal.
-bueno...no me importa, ¿han visto a Tigresa?- preguntó Po.
-no la hemos visto desde la mañana- dijo Mantis.
-entonces iré a buscarla- Po se fue corriendo al salón de entrenamiento, pero Tigresa no estaba ahí, a Po esto le pareció extraño, siguió buscando por todos lados pero no la encontraba, y solo quedaba un lugar donde no había buscado, las barracas, en el caminó se puso a pensar, él nunca había entrado a la habitación de Tigresa, no le gustaba irrumpir la privacidad de su amiga.
Po llegó a la habitación de la felina, no sabía si entrar o no, lentamente abrió la puerta sin provocar ningún ruido, y la vio a ella sentada en posición de loto, estaba de espaldas, en el suelo habían montones de pergaminos y en uno de ellos ella parecía estar escribiendo algo, pues tenía un pincel en su mano, a su alrededor había pequeños recipientes de ¿pintura?, ella no estaba escribiendo...estaba dibujando, Po intentó acercarse pero el agudo oído de la felina lo escuchó, giró y vio a Po, inmediatamente tomó aquello que estaba dibujando, se levantó y lo puso tras su espalda-¿que haces aquí?- preguntó ella algo molesta.
-perdón...no quería molestarte, solo te estaba buscando-dijo Po completamente nervioso.
-¿para que?-preguntó la felina.
-es que quería hablar contigo-Po miró la habitación- ¿puedo preguntar el motivo de este desorden?
-no te incumbe- Tigresa, empezó a enrollar los pergaminos que estaban en el suelo y los guardaba en un baúl de bambú, el dibujo lo dejó en el suelo, Po lo recogió, la pintura aún estaba fresca, la felina había dibujado una especie de dragón de color rojo y unas cuantas flores de loto debajo de este, el dragón se veía sereno, en completa paz, Tigresa vio a Po he inmediatamente le arrebató el pergamino- no revises mis cosas-dijo enojada, lo iba a enrollar pero Po la detuvo.
-no lo enrolles, la pintura está fresca y el dibujo se va a arruinar-dijo Po.
- eso no te importa, es solo un dibujo.
-pues a mi me gusta- la felina se detuvo y volteó para ver al panda.
-¿de verdad...te gusta?-la voz de Tigresa era delicada no como en otras ocasiones.
-pienso que eres una artista- Tigresa esbozó una sonrisa- ¿quiere que te ayude a limpiar este desastre?
-claro- ambos guardaban los pergaminos, Po notó la habitación de Tigresa, tenía una cama, una mesita de noche, un armario y un baúl de bambú (ustedes ubiquen las cosas como quieran), los pergaminos tenían cosas escritas o dibujos, realmente dibujaba bien, todo era guardado en el baúl, era bastante grande, como del tamaño de la cama.
-¿desde cuando dibujas?-preguntó Po.
-bueno...desde pequeña- respondió ella con cierta inseguridad.
-¿que guardas en ese baúl?.
-cosas-respondió ella.
-¿cosas?...recuerdo que mi padre tenía muebles de bambú pero me los comí cuando era pequeño- Tigresa rió ante el comentario del panda, ella tenía una risa hermosa, cada día, hora, minuto, segundo se enamoraba mas de ella, ambos terminaron, ya había caído la noche.
-gracias por ayudarme Po- dijo Tigresa.
-denada- el estomago de Po rugió- creo que es hora de cenar.
-tu adelantate, iré de inmediato- dijo ella, Po salió de la habitación y se dirigió a la cocina.
-¿pintura?...es un buen comienzo- se dijo a si mismo, Tigresa no es radical, solo hay que hablar con ella y se puede encontrar a una felina distinta, de actitud suave y agradable, incluso alegre, pero ese baúl contiene secretos, contiene lo mas importante para Tigresa, Po llegó a la cocina y se puso a preparar sopa, sus amigos fueron llegando, primero Tigresa, luego Víbora y Grulla, y por ultimo Mono y Mantis, Po sirvió su sopa a cada uno de sus amigo y para Tigresa un plato de tofu, la cena fue tranquila, charlaron de algunas cosas, nada relevante y se retiraron a sus habitaciones, Po se quedó a lavar platos- Víbora- la reptil que estaba a punto de irse volteó a verlo- ¿podemos hablar?
Víbora se sentó y Po enfrente de esta- ¿ocurre algo?
-si...es sobre Tigresa-Víbora lo miró con extrañeza- estoy...enamorado de ella.
-AAAAAAAAAH- Po le tapó la boca a Víbora, ella quitó la mano de Po- perdón...es que esto es muy emocionante.
- el problema es que no se como decírselo-dijo Po.
-¿por qué no se lo dices con la seguridad que acabas de mostrar ahora?- preguntó la reptil.
- no es tan sencillo, cuando estoy cerca de ella se me acelera el corazón, se me enredan las palabras, me pongo completamente nervioso-dijo Po.
-¿has pensado en que decirle?- preguntó Víbora.
-no...no se como decírselo, lo único que se es que le gusta la pintura-dijo Po.
-eso es un comienzo.
-si pero que mas puedo hacer, no conozco a Tigresa, no se sus gustos y por lo que sabemos ella no es para nada cursi-dijo Po avergonzado de no saber nada de su amiga.
-por ahora descansa y mañana pensaras que hacer, además tienes todo el tiempo del mundo, no creo que Tigresa se valla a ir de la noche a la mañana-dijo Víbora, ambos se retiraron a sus habitaciones.
Shifu había terminado la meditación, tomó su bastón y volteó para irse, pero alguien lo detuvo- ¿Por qué no te quedas un poco mas?- Shifu reconoció esa voz de inmediato, volteó y vio al maestro Oogway sentado bajo el durazno.
-MAESTRO OOGWAY…..¿de verdad es usted?-preguntó Shifu aún sorprendido.
-tu sabes que yo ya no sigo con vida, soy un espíritu-contestó la sabia tortuga.
-oh…eh…tengo…tantas preguntas-dijo Shifu emocionado.
-estar aquí no es fácil, solo puedes hacerme una pregunta.
Shifu meditó un momento, sabía cual era la pregunta perfecta- ¿Cuándo Po debe convertirse en maestro del palacio de jade?
-cuando él se sienta listo, sin miedo e inseguridades-respondió Oogway- Shifu debo advertirte que no todo será paz, las cosas empezaran a cambiar desde ahora en adelante, el mal esta avanzando cada vez mas, Shifu….prométeme que lo enfrentaras y que mantendrás a tus alumnos unidos.
-yo lo prometo, pero ¿Qué clase de villano se acerca?-preguntó Shifu.
-la pesadilla….en carne y hueso- Oogway desapareció en pétalos de durazno, Shifu debía descansar por lo cual decidió irse a dormir, pero sentía un escalofrío que le decía que las cosas no van a salir bien.
El palacio era silencio a medianoche, ni el mínimo ruido en el valle era escuchado, un zorrillo pasaba por las calles con un pequeño bolso, subió las escaleras y llegó a la entrada del palacio de jade, abrió su bolso y dejó un pergamino dorado, el zorrillo bajo al valle y se perdió en la oscuridad del bosque de bambú.
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