Skip Beat!

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Experiencias, vivencias y rarezas.

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Skip Beat! no me pertenece por desgracia, o de lo contrario Ren aparecería en cada capítulo.
Nakamura sensei es la sádica que gusta torturarnos... al menos debió darnos un poco de Ren para navidad... algo simple como en traje de baño.

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NOTA

Ningún capítulo estará precisamente en orden, solo serán pequeños capítulos sobre la posible vida de Ren y Kyoko, una vez juntos.
Tampoco tengo fecha de actualización.

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Capítulo 1.

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Su esposa era una mujer perfecta. Hacía malabares entre su vida profesional y personal, y aún tenía tiempo para mantener la casa impecable. No es que el fuera un desordenado, desde un primer momento fue una conexión entre ellos la capacidad de mantener un control y orden sobre sus pertenencias, pero tal actitud parecía no tener mucha influencia en un infante de cuatro años.

Su pequeño torbellino de cabello cenizo y ojos miel que era capaz de voltear aquel amplio apartamento que compartían desde hacía una década atrás, en el primer descuido, solo le había tomado tres minutos recibir la correspondencia en la puerta de su casa y su hijo había desaparecido ya.

Así que cuando encontró a su pequeño rebuscando entre los cajones de su esposa el pánico inmediatamente entro encendiendo todas sus alarmas, y es que lo último que deseaba era otra conferencia sobre cómo era un padre permisivo incapaz de corregir a su hijo.

Claro que al final, en lugar de corregirlo lo envío su habitación (a jugar) mientras el reorganizaba todo el desorden hecho... si definitivamente era un "Oya baka", pero era muy difícil no serlo con la influencia que tenía de su propio padre, además no era como si pudiera durar media hora hablando de las virtudes de su pequeño retoño, solo lo hacía por diez minutos, lo había practicado para no pasar ni un minuto más.

Tras un largo suspiro el famoso actor internacional comenzó a guardar con cuidado los tesoros de su esposa, Corn y su Princesa Rosa se quedaban en casa hacía ya un tiempo, desde que la vida núbil le abandono y su apariencia debía ser más glamorosa, según palabras de su adorada esposa, aun cuando para él siempre era perfecta.

Sin embargo mientras reacomodaba los tesoros de la mujer de su vida no pudo evitar denotar algo diferente, era una pequeña placa de plástico, específicamente un corazón enmicado.

Ren juraría que era de la liberta de LoveMe, que estaba también en ese mismo cajón libro desde hacía años, pero ahí estaba esa solitaria hoja protegida en el fondo del cajón de su esposa. Los dedos le picaban pues quería saber que era tan importante que le había conservado totalmente aparte de todos sus recuerdos de su tiempo en la sección LoveMe.

Finalmente cediendo a sus oscuros deseos tomando la tableta entre sus dedos, alzándola logro girarla para observar claramente un viejo sello que solo se mantenía por la cuidadosa conservación plástica en que estaba envuelta.

"∞ (infinito) pts. Te esforzaste muy duro"

Y algo muy profundo en su pecho se calentó mientras recordaba como su esposa le había platicado alguna vez que ese viejo sello era parte de sus amuletos que le hacían sonreír en el tiempo en que se buscaba a sí misma, negaba el amor y cuando la adversidad la azotaba, esa había sido la magia de Tsuruga Ren en ella.

De pronto la habitación comenzó a bajar su temperatura, un fallo en el termostato tal vez, pero cuando un duro calosfrió corrió su espalda sabía que esto no era una falla eléctrica y que posiblemente su vida estaba en peligro.

—Kuon —se escuchó una voz de ultratumba a sus espaldas y el rubio actor inmediatamente supo que estaba muerto.

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Gracias por leer.