Drabble que participa en la actividad del grupo de 'Zona Hero'. Segundo día, Idol.


Desde los comienzos de la banda, han tenido un fiel seguidor. Y aunque nunca quiso tomarle una vital importancia, se ha visto pensando en su sonrisa, en sus ojos… en sus labios más de lo que desearía. No puede evitar sentirse imbécil, al chico le gustaba su música, incluso se veía más interesado en Kirishima. Y aquello le hacía arder en celos. Le debían muchos de sus éxitos a este chico, se había inspirado para componer los mejores temas, sabiendo que los escucharía y cantaría con alegría.

«Tu brillante sonrisa, tu cuerpo cálido (y tu cara). Temo que no seré capaz de volver a ver y tocar nunca más.»

El reloj avanzaba y su propio orgullo le impedía poder hacer algo para estar con él, porque si Aoyama no mostraba un interés en él ¿por qué tenía que declararse? Sería perder el tiempo. Simplemente dejaría que las canciones sacaran poco a poco ese sentimiento no correspondiendo que tenía. Dejaría que la música curara su alma, como lo ha hecho toda la vida.

«Estamos espalda con espalda, mirando diferentes lugares; tratando de dejar todo a un lado. Seguiremos caminos separados.»

Lo único que necesitaba era verlo sonreír y emocionarse en primera fila ante las canciones que había compuesto para él. Aquello dejaba que su alma dejara ir un peso, al final, fue incapaz de decirle que lo amaba. Incapaz de evitar que se alejara… menos cuando lo ve en el altar, casándose con su mejor amigo.