Disclaimer: Naruto es propiedad de Kishimoto.

Algo de SasuHina a esta cuenta no le hace mal, sobre todo en una época que casi nadie toca: la niñez. Espero les guste. Cualquier sujerencia es bienvenida.


Primera impresión


Hinata miraba desde lejos a Uchiha Sasuke mientras este practicaba con los kunais. Él le parecía muy lindo y misterioso, como las demás niñas del montón, pero, Hinata jamás se atrevería a abrazarlo como lo hacía Ino, o atosigarlo como lo hacía Sakura. Ella prefería observarlo de lejos, sin perturbarlo, sin desconcentrarlo de su entrenamiento. No era como las demás, que le parecía físicamente lindo y solo deseaban captar su atención para presumir entre las niñas de la academia que Sasuke les había hablado, obvio siempre exageraban y las mentiras a veces rayaban en lo absurdo, Hinata no entendía eso. Jamás lo haría.

Dio un largo suspiro, el décimo en quince minutos, o quizá fue el onceavo, no estaba segura, había perdido la cuenta. Estúpido Naruto y sus anécdotas de travesuras con Sasuke. Le habían llenado la mente de idioteces e ilusiones, ilusiones que jamás en la vida podría cumplir, después de todo, él era un Uchiha, tarde o temprano saldría a relucir su lado serio que caracterizaba a los integrantes de su extirpe. Debería conformarse con el tierno recuerdo del niño arrojando kunais y molestándose cuando lograba dar en el blanco.

«Si tan solo pudiera hablarle» pensó Hinata, mientras se dejaba caer de una vez por todas al suelo. «Eres una tonta, Hinata».

—No me pareces una tonta, al menos a mí.

Hinata giró asustada, imaginando los peores escenarios si resultaba ser que algún compañerito suyo se enteraba de que espiaba a Uchiha Sasuke, sería su fin. No era un compañero suyo. Era Itachi Uchiha, el hermano mayor de Sasuke. No quería ver su cara en ese momento, ¡seguro era un tomate andante!

Se levantó, dispuesta a irse de allí. Pero Itachi le cortó el camino.

—Me parece tierno que espíes a mi hermano —dijo, acariciándole la cabeza y desparramando sus cabellos al hacerlo. Hinata levantó la cabeza para poder verlo a los ojos en un arrebato de valentía, Itachi se sorprendió al ver sus ojos blancos—. ¡Oh! Al parecer eres una Hyuga, en ese caso es un placer de que seas la futura novia de Sasuke. —Hinata no demoró ni dos segundos en desmayarse.

Itachi la miró perplejo, preguntándose si eso era normal en los Hyuga o solo en la niña. Se alzó de hombros, alzando a la niña y sentándola en el suelo tal como la había encontrado, se quedó ahí hasta que vio que Hinata iba a despertar, entonces desapareció, no quería incordiar a la pequeña.

Cuando Hinata se levantó, lo primero que hizo fue ver si Sasuke o alguien más, quien fuera, andaba cerca. Cuando se jactó de que no había nadie, cubrió su rostro con sus manos, completamente roja y con una sonrisa tonta oculta entre sus manos, arrojó una exclamación de felicidad al aire.

¡Su cuñado la aprobaba! Qué mejor manera de acabar el día, pensó.