Acciones o sucesos
"Pensamientos"
...Cambio de escena...
Recuerdos
-Diálogo-
Fairy tail y sus personajes son propiedad de Hiro Mashima.
CUANDO LA MAGIA SE PIERDE
Capítulo 1: El príncipe azul
En primer lugar me presento, soy el narrador. La historia que les contaré hoy es algo diferente. Una historia con un príncipe azul, una princesa en apuros, y un dragón. Pero esta vez, es el turno del dragón quedarse con la princesa.
Bien, empecemos...
...
Lucy corría, corría con todas sus fuerzas, tenía múltiples huesos rotos y muchas heridas, cortes y golpes por todo su cuerpo, su ropa estaba manchada con sangre. Estaba asustada, el miedo le hacia tropezarse continuamente, sabía que no podría huir de esas personas en su estado, que no serviría de mucho y no podría llegar demasiado lejos, pero era su ultima esperanza, que ocurriese un milagro y la salvase. Notaba el húmedo suelo de ese oscuro y tupido bosque con sus pies descalzos y su ropa hecha trizas le hacía tener un profundo frío. Las piernas le temblaban, no, toda ella temblaba. Sentía miedo, desesperación, impotencia, y dolor, cada paso le provocaba un agudo dolor. Dolía... Dolía mucho... Sentía como si se le estuvieran clavando miles de agujas por todo el cuerpo con cada movimiento que hacía. Se sentía mareada, se esforzaba al máximo para seguir corriendo. Había llegado a su límite, y lo sabía. ya no podía más. Su vista se empezó a nublar, entrecerró los ojos para intentar enfocar la vista, pero de nada servía. Se empezó a sentir mal, el mundo le daba vueltas, ya no podía más, y entonces, la maga cayó inconsciente al suelo...
...
Espera espera espera, me estoy adelantando, esta parte aún no toca, eso viene más adelante. Lo siento, error mío, vuelvo a empezar, es mejor mejor les cuento todo lo que pasó desde el principio...
...
Como de costumbre, era un día soleado en Magnolia, no había ni una nube a la vista. Todo estaba tranquilo, a excepción de un gremio de magos que destacaba sobre las casas de la ciudad. Y allí estaba, Fairy Tail, tan animado como siempre. Cana estaba bebiendo sentada en una mesa, con un enorme barril de cerveza entre las manos, y tres otros ya vacíos tirados en el suelo. Mirajane servía alegremente los pedidos a los clientes. Juvia se escondía detrás de una columna observando sonrojada al desnudo Gray pelearse con Natsu. Elfman estaba sentado en una mesa hablando con Macao. Wendy, Lissana y Charlie conversaban tranquilamente, mientras que Happy intentaba conseguir un poco de atención por parte de la gata, sin mucho éxito. Erza estaba sentada en la barra saboreando con mucho placer un pastel de fresa. Y Lucy estaba parada delante del tablón de anuncios buscando algún trabajo para poder pagar el alquiler de este mes.
-¡Hey Lucy!- Natsu había dejado de pelear con Gray para asomarse curiosamente y ver que estaba haciendo su rubia amiga. Ellos siempre iban a los trabajos juntos, así que se había acercado para saber cual sería el siguiente trabajo que la maga quería que tomasen. -¿Has escogido un trabajo?
-¡Natsu!- Gritó sorprendida y ligeramente sonrojada Lucy. Al acercarse, el pelirrosa había apoyado su brazo en el hombro de la chica, rodeándola por la nuca. Ella al sentir el contacto del chico se separó de él rápidamente, con vergüenza y ruborizada. Ya hacía un tiempo que se sentía más nerviosa de lo habitual cuando veía a su compañero. Desde el primer día que se conocieron, ella sentía una atracción por su amigo más fuerte que con los demás miembros del gremio. Al principio no le daba importancia, pero después de una conversación que tuvo con Mirajane, se dio cuenta de sus verdaderos sentimientos por él. Desde ese día, se sentía incomoda si el pelirrosado se acercaba demasiado a ella.
-¿Ya has decidido el trabajo que haremos?- Dijo el pelirrosado alegremente, sin darle importancia al comportamiento de su compañera.
-¿E-eh? Ah, si. Estaba pensando en coger este.- Con el índice señaló uno de los anuncios del tablón: "Se busca criminal que ataca mujeres rubias. Recompensa 50.000 jewells".- Es justo lo que necesito para pagar el alquiler de este mes.
-Bien, ¿Cuando vamos?- Dijo Natsu posando las manos en las caderas mientras sonreía.
-En realidad... Yo quería ir a este trabajo sola.- Explicó Lucy- Siempre que vamos juntos, rompes tantas cosas que tenemos que usar la mitad de la recompensa para pagar los daños.-dijo desanimada al recordar las numerosas veces que eso había sucedido por culpa de su pelirrosado amigo.- Esta vez necesito el dinero.
-Mooo~ Luce, vayamos juntos...- Se quejó el mago.
-Por una misión que no haga contigo no va a pasar nada Natsu.- Natsu ponía caras infantiles que demostraban su desacuerdo mientras la rubia le hablaba.
-¡Te prometo que esta vez no romperé nada!- Lucy suspiró.
-De acuerdo... - Accedió ella finalmente al ver que era imposible convencerle de ir sin él.
-¡Bien!- El mago sonrió victorioso cruzando los brazos- ¿Cuando salimos?
-Mañana cogeremos el tren a primera hora.- Al dragonslayer le cambió la cara instantániamente al escuchar la palabra "tren".
...
Ya se había hecho tarde, así que la maga celestial volvía a su casa, caminando por la orilla del río como solía hacer. Los amables barqueros que siempre pasaban por ahí la saludaron. Ya estaba llegando a su casa, cuando vio que un joven con una bicicleta se dirigía a toda velocidad hacia ella.
-¡CUIDADO!- Gritó el hombre haciéndole señas a Lucy para que se apartara. Lucy se apartó rápidamente cayendo al suelo, ensuciándose su falda nueva.
-Ouch...- Dijo ella un poco adolorida.
-Perdón, perdí el control de la bici.- El desconocido le extendió la mano a la rubia para ayudarla a levantarse, ya que aún estaba en el suelo. La maga le cogió la mano y le miró a la cara. Quedó asombrada. Ese chico era realmente apuesto. Se preguntó si se lo estaba imaginando, ¿Una persona tan apuesta realmente existe? Parecía un modelo de los que salen en las revistas: musculoso, alto, moreno, con los ojos de un profundo azul cielo y el pelo un poco largo y castaño muy claro. Se levantó con la ayuda del joven y se quedó unos segundos mirando su rostro.- ¿Estás bien?- Le preguntó preocupado el chico una vez Lucy estuvo de pié.
-S-Si. -Respondió la rubia, quién aún estaba asombrada por ese chico. Si eso fuera un cuento de hadas, podría afirmar sin ninguna duda que él haría el papel de príncipe azul.- Pero mi falda nueva se ha ensuciado... Mooo~
-De verdad que lo siento, permíteme que te invite a comer algo para compensártelo.- Al decir eso miró a Lucy directamente a los ojos. Ella se perdió en su mirada. Cerró la boca que había dejado abierta y desvió la mirada para un lado, sonrojada.
-No hace falta, da igual, sólo ha sido un accidente...- Claro que quería ir a comer con ese chico, pero dejar que le invite sería abusar de su simpatía.
-Por favor, si no aceptas después me sentiré mal.- La volvió a mirar a los ojos y le rogó con la mirada. No pudo negarse.
-De-de acuerdo entonces...- Sentía que su cara ardía. Esa sería su primera cita, ¿De verdad tendría su primera cita con un galán como él? Al pensar eso se entristeció un poco, se sentía como si estubiese engañando a Natsu, aunque entre ellos no hubiese nada. A pesar de que ella estaba enamorada del pelirrosa, iría a cenar con un tipo que acababa de conocer. ¡NO! ¡Que fueran a cenar juntos no significaba nada! Además, no era como si ella y Natsu estubieran saliendo, ¡No era nada malo! Se dio unas palmadas en las mejillas para volver a la normalidad. Cuando salió de sus pensamientos vio al chico mirarle con cara de extrañado ante el extraño comportamiento que ella acababa de tener.
-Esto... ¿De verdad te encuentras bien?
-E-eh...- se sonrojó cuando se dio cuenta que acababa de hacer el ridículo.- S-si.- Contestó sonriendo.- Pero, antes de que vayamos a comer necesito cambiarme de ropa, esta está hecha un desastre. -Dijo estirando un poco su falda para mostrar la suciedad que tenía al chico.- Voy a ir a cambiarme y en nada vuelvo, espérame aquí.
-Genial, de acuerdo. Por cierto, soy Dane.- Al decir eso sonrió, mostrando unos dientes dignos de un anuncio de dentífricos.
-Yo soy Lucy.- Respondió ella devolviéndole la sonrisa.- Voy a cambiarme, ¡En 10 minutos vuelvo!- Dijo mientras se iba corriendo a su casa, despidiéndose de Dane con la mano.
-¡Hasta ahora!- Gritó él para que la rubia pudiese oirlo, puesto que ya se encontraba lejos de donde él estaba. En cuanto Lucy se dio la vuelta y dejó de ver al chico, Dane esbozó una sonrisa llena de maldad.- Lucy, eh?...- Sonreía como un psicópata, con los ojos extremadamente abiertos y las pupilas contraídas, mirando a Lucy, que aún se podía ver corriendo a lo lejos hacia su casa.- Por fin te he encontrado, Lucy Heartphilia...
Continuará...
