Just one conformist more

Henrietta despreciaba a todos los conformistas que había a su alrededor, pero sobre todo despreciaba a Bebe Stevens.

A pesar de que nunca había interactuado directamente con ella, sus entrañas ardían cada vez que la veía.

Odiaba su cuidada y perfecta cabellera, como sus elaborados rizos caían por sus hombros al igual que una cascada de mantequilla, ¿quien se creía? ¿Ricitos de Oro?, ¿creía que estaba en un cuento de hadas donde podía saltar alegremente con sus dorados rizos al viento? Pobre ilusa, pronto se toparía de frente con la realidad, cual oso enfurecido para comérsela.

Odiaba como sus carnosos labios siempre estaban embadurnados con aquel irritante labial de cereza, haciéndolos ver de un irreal color rosado, ¿acaso es que quería hacer creer que la vida tenia un sabor dulce y afrutado?, ¿que la vida era de color de rosa? Niñata estúpida.

Pero sobretodo odiaba como la hacía sonreír, sonrojar y soñar con pastelosas historias de amor que nunca llegarían a ser verdad, como si ella solo fuera una conformista más.


En verdad no sé que ha sido esto, lo siento xD