-Papá -llamó en queja en las veces que abrió la trampilla de su habitación ofreciendo tipos de dulces que no quería.

Solo porque estaba Adrien. Y el padre de Marinette se emocionaba por cualquier chico que llevaba a casa. Si es que Tom no lo traia por su cuenta.

-¡Estamos haciendo tarea!-repuso.

-¿Y que mejor que un postre? ¡Traje también chocolatada! ¿Quieres?

Adrien le brillaba sus ojos verdes y asentía mientras Marinette sin notarlo, negaba con la cabeza.

-No es necesario.

Tom desilusionando de la misma manera que Adrien. Bajo por la trampilla. Para su decepción, el rubio volvió a los libros.

Al rato...

-¿No crees que la pregunta 3 es esta? -sugirió el muchacho mientras le señalaba el párrafo.

Marinette se acercó y leyó, ruborizándose por la cercanía, sin poder evitarlo se giro a mirarlo desde esa distancia... sus ojos hicieron contacto visual.

-¡Papá!-pronunció alejándose del joven.

Al notar como por el rabillo del ojo su papá la miraba muy feliz.

-¿Que estas haciendo?

-Vine a traerles yogur y macarons. ¿Quieren?

-No papá -volvió a decir-¡Estamos ocupados!

Tom la miro de una forma peculiar.

-No crees que... -empezó Adrien.

-Si la pregunta 3 esta bien.

-No yo... -se calló al ver que el papá de Marinette se había ido y con ello sus postres.

Al poco tiempo, Tom volvió pero para la tristeza de Adrien no había traído una bandeja.

-¿Ahora que pasa, papá? -preguntó Marinette mientras pensaba en cerrarla y ponerle seguro a la trampilla.

-Solo vine a traerles esto-mostrándole el paquetito que estaba en sus manos.

Los dos tenían los ojos bien abiertos como el centelleante rubor en sus caras.

-Yo fui muy desconsiderado en interrumpirlos -esbozo una sonrisa- Pueden hacer lo que quieras, pero siempre con protección -los dos no podían hablar de la impresión- Lo deja...

-¡Papá no lo necesitamos! -exclamó avergonzada hasta la medula-por favor vete, estamos haciendo tarea.

Cuando Tom se iba a marchar con el preservativo en mano. Adrien lo detiene para la sorpresa de los presentes.

-¡Espera! ¿Podrías volver...

Marinette estaba inmóvil ¡¿Quería el preservativo?! ¡¿Lo quería?!

-...¿A traer los postres?

Los ojos de Tom emitieron un brillo de alegría.

-Por supuesto-contestó guiñándole un ojo-El sabe apreciar mis postres -dirigiéndose a su hija- ¡Ya casate rápido con el, Marinette!

A la susodicha quería que la tierra la tragase, Adrien rió suavemente.

Volvieron a los libros y a los minutos Tom apareció con primera bandeja.

-Gracias, papá-dijo-Ahora por favor dejanos solos.

-No los interrumpire- y se despidió de ellos.

Marinette le entregó la bandeja a Adrien y la chica se dispuso a cerrar la trampilla con seguro para asegurarse que no habría interrupciones.

El aludido comenzó a comer -al parecer sin notarlo- y Marinette estaba con la quijada por los suelos al percatarse del preservativo en la bandeja.

...

-¿Que sucede Tom?-cuestionó su esposa al verlo tan emocionado, parecía a punto de llorar.

El mismo, individuo que noto como su hija había cerrado la trampilla y puesto seguro.

-Adrien se va a comer nuestro postre.

Sabine no sabia que pensar al respecto.