¡Hola! Bien nuevo fic…sacado del horno. No sé solo estaba en mi jardín viendo a la luna y me vino la idea. Además me gustó la idea porque todos los fics de EXB terminan con boda y este es todo lo opuesto.
Si un beta está leyendo esto, le pediría que me ayudara por favor.
Resumen: Para enriquecer a su familia Bella ha sido sometida a casarsecon Edward Cullen contra su voluntad. PeroEdward y Bella llegan a un acuerdo sobre que se casarán pero solo estarán juntos por dos años. Dos años, pasan volando pero ¿qué pasaría si Bella se llegara a enamorar de él?
Capitulo 1: El acuerdo
¿Por qué demonios estoy haciendo esto? Ya sé que en este momento es un poco tarde pero… ¿En serio amo a este chico? Volví a mirarlo a los ojos tratando de responder mi pregunta. No, no lo amo, ni siquiera lo quiero. ¿Entonces por qué carajo estoy aquí? Uno vocecita en mi interior respondió mi pregunta: Mi "familia".
Pero en serio debo de pagar este caro precio por AGRADAR a mi familia, lo medité dos segundos. No, no vale la pena. El reverendo seguía con su discurso mientras que yo seguía con mis dilemas.
El tiempo se fue volando y en un abrir y cerrar de ojos ya me estaba preguntando si quería desposar a este tipo.
Yo…yo-tartamudeé.
Las lágrimas inundaron mis ojos…no iba a hacer esto. No. Me quité el anillo de compromiso y lo aventé al suelo. No iba a casarme, no con un extraño y no a mis dieciocho años de edad. Me levanté el vestido y salí corriendo de la Iglesia.
No iba a ser como mis hermanastras, tías, o primas. No me iba a casar por conveniencia, quería ser libre y disfrutar la vida, terminar mis estudios y trabajar, no una vil ama de casa.
Tal vez Edward sea muy guapo y lindo pero no siento nada por él. Solo recorrí unas cuadras y me senté en el suelo enfrente de una fuente, no soporté más y empecé a llorar, llorar y liberarme.
Pero mi libertad no duró mucho. Mi madrastra se acercaba furiosa hacia mí.
¡ISABELLA MARIE SWAN!-gritó- ¿Quién te crees que eres para HACER ESO?-ME GRITÓ DE NUEVO- ¿Sabes cuánto dinero tiene su familia?-me tomó del mentón para que la mirara- Ahora regresa allá y cásate- me ordenó.
No-murmuré.
¿Qué?-
No me voy a casar con alguien que no amo Agatha-respondí firmemente, pronunciando su nombre como si fuera una mala palabra.
Y con un arranqué de ira, mi madrastra me dio una bofetada. Después me agarró fuertemente por los brazos y me ordenó:
Isabella, si no te veo de regreso en quince minutos…Olvídate de la Academia de Música-me amenazó. Ese era un golpe bajo, mi único sueño era estudiar música no pedía más.
Agatha mostró su sonrisa malévola, y regresó por donde vino. Odio a mi madrastra, desde que papá murió todo ha ido de mal en peor, mi madre biológica también está muerta, es decir, soy huérfana y no podía recibir mi herencia ya que tenía que ser mayor de edad y me faltaban cuatro años para tener veintiuno.
Mi "familia" quería que me casaracon Edward Cullen para que ellos recibieran riqueza pero yo ni siquiera lo conocía bien. Estamos en el sigloXXI y me estoy a punto de casar por conveniencia, anticuado.
Más lágrimas cayeron de mis ojos y cada una de ella relataba mi triste historia. A lo lejos oí que alguien se acercaba otra vez. Espero queno sea Agatha de nuevo.
Bella, ¿Estás bien?-me preguntó una dulce voz.
No Edward- respondí- perdón por lo de allí dentro solo que yo…yo no quiero ni puedo.
Te entiendo- apretó los labios- Sabes yo si te quiero, pero comprendo que todo esto fue un matrimonio arreglado y sé que no es justo para ti.
Sonreí ligeramente- Al menos alguien me entiende- la sonrisa se apagó-pero tengo que volver porque mi madrastra me va a matar si no lo hago…-otra lágrima cayó de mis ojos.
Edward se arrodilló y me limpió las lágrimas con su suave mano.
Te tengo un trato-propuso y miré fijamente sus hermosos ojos verdes- Vamos a casarnos pero solo durante dos años, después de eso serás libre y tu familia no te podrá decir nada, al fin y al cabo van a obtener lo que quieren- se encogió de hombros.
Mi rostro se iluminó- ¿En serio?- pregunté ilusionada- ¿Solo dos años?
¿Quieres menos?-inquirió.
No así está bien- traté de sonreír-pero…
Juro que no te tocaré si tú no quieres-prometió.
La esperanza había vuelto a mis ojos y sabía que había una solución para este embrollo. No pude contener mi euforia y me lancé a los brazos deEdward. El era de los pocos caballeros que quedaban, iba a ser mi mejor amigo.
Gracias-murmuré contra su pecho- Gracias en serio.
Siempre que quieras-respondió y hundió su rostro en mi cabello.
Solté una lágrima más y me separé de él sonriendo.
Tenemos que regresar a la iglesia-recordé y me puse depie, Edward me imitó y nos fuimos juntos a la Iglesia con su brazo en mi cintura.
Entramos a la iglesia en la misma posición y nos detuvimos en el altar. Mi madrastra estaba rebozando felicidad por que iba a recibir su dinero muy pronto. El reverendo tuvo que volver a dar su discurso pero un poco más rápido y cuando me preguntaron la cuestión primordial…ahora sabía que responder.
Sí-susurré y miré a Edward a los ojos, mi rostro aún reflejaba pánico y temor. Mi corazón empezó a latir más rápido.
Y tuEdward Cullen ¿aceptasa IsabellaSwan como tu esposa?-preguntó el reverendo.
Acepto-su rostro estaba serio e inescrutable y el mío teñido de un rubor rojizo.
Si alguien tiene una razón para impedir que esta joven pareja se case-anunció- que hable ahora o calle para siempre-
Quería que alguien gritara" Yo me opongo" pero este lugar estaba repleto por mi familia egoísta y avariciosa. Mientras que la deEdward era serena y tranquila.
En fin-prosiguió el reverendo- Los declaro marido y mujer-anunció y un escalofrió recorrió mi cuerpo- Puede besar a la novia-
Los dos nos miramos a los ojos yo los tenía abiertos del pánico y él con preocupación clara. Simplemente se acercó a mí e hizo que nuestros labios se juntaran, para que después nuestras lenguas jugaran entre sí. Estaba llorando cada vez más notablemente, pero no de felicidad por el contrario tristeza. No sentí otro sentimiento más que ese mientras él me besaba.
La iglesia se llenó de aplausos y encorvé mis labios en algo que debería ser una sonrisa "feliz". A lo lejos solo veía el rostro complacido de mi familia, quien se estaba empezando a retirar. Al menos la familia deEdward nos vino a felicitar pero yo no quería estar aquí…solo quería que esos dos años pasaran volando y pudiera ser libre de las amenazas de mi familia.
Carlisle fue el primero en felicitarnos juntocon Esme. Los dos parecían sumamente felices por nosotros pero yo no podía decir lo mismo de mí.
Carlisle era rubio de ojos verdes comoEdward y muy pálido, Esme tenía cabello color caramelo y ojos negros comoAlice y Emmett. Los gemelos Hale: Rosalie y Jasper eran rubios y con ojos azules. Rosalie era esposa deEmmett y Jasper era marido deAlice.
En algún sentido yo los envidiaba ya que ellos eran felices con alguien que síamaban, todos eran sumamente hermosos –incluyendoEdward- y no se parecían en nada a mi egoísta familia…bueno con una excepción.
Cuando llegó el turno para "felicitarnos" deRosalie- la rubia escultural- pude sentir una carga de tensión. Sabía que ella no estaba de acuerdo con esto del matrimonio -al igual que yo- ya que ella pensaba que mi familia –incluyéndome-lo habíamos hecho solo por el dinero, y por ende, me odiaba. La cosa es que sus pensamientos tenían algo erróneo: Yo no quería casarme.
Después del abrazoa Edward, Rosalie me lanzó una mirada asesina y solo estrechó mi mano. Me quedé congelada en mi lugar y un escalofrió recorrió mi espalda. Sabía que aunque intentara aclarar las cosas algún día- lo cual probablementesería improbable ya que soy una cobarde- no iba a escucharme ya que ella no era de las personas que se detenían y escuchaban as explicaciones.
Felicidades Bella- me felicitó Alice dándome un gran abrazo-bienvenida a la familia.
Alice era todo lo opuestoa Rosalie. Ella siempre era tan alegre y amistosa. Hiperactiva y cariñosa. No estaba totalmente segura que ella supiera la historia completa, al menos sabía las partes más importantes, pero ella siempre me trató como una hermana. Era mi mejor amiga.
No te preocupes-murmuró en mi oído- todo va a salir bien, ya lo verás.
Creo que han sido las mejores palabras de aliento que he escuchado en todo el día. Pasaron diez minutos y todos los invitados se fueron de la iglesia.
Edward me tendió su mano y le tomé con gusto. No quería tropezarme y hacer el ridículo como siempre. Mi cabeza estaba llena de pensamientos incoherentes y confusos.
Entramos a la limosina negra y mientras veía a la iglesia alejarse segundo por segundo, pensaba en los dos largos años que tendría que pasar para recuperar mi libertad. Pero dos años es mejor que una vida entera y le tenía una enorme gratituda Edward quien me había sacado de un gran apuro.
Es el 13 de Agosto del 2007, son las cuatro y media de la tarde y el contrato de amor había empezado.
