Bueno este es mi segundo fic asi que no sean muy estrictos jejeje...
La verdad esta pequeña historia se me ocurrio el otro dia y me dieron ganas de escribirla
La verdad no se si seguirla por que podria dejarla como one-shot asi que ustedes deciden,
si les gusta la historia dejenme un review y yo hare lo que pueda por seguirla,
sino, bno... quedara como one-shot X)
Ya no los entretengo mas, espero les guste XD
Estrellas
Iba caminando hecho una furia. Había salido de su casa tirando la puerta lo más fuerte que pudo, aunque dudaba mucho que sus padres se dieran cuenta de su ausencia. Mejor así pensó. Si lo hubieran notado, cuando llegara a casa tendría grandes problemas. Sus padres probablemente comenzarían a echarle un sermón, y ese sermón se convertiría en una pelea, una pelea que ya no lo incluiría a él.
Durante sus 17 años de vida, o desde que tenía uso de razón, lo único que habían hecho sus padres era pelear entre ellos por todo. No podían mantener una conversación normal por que esta inevitablemente terminaría por convertirse en una pelea, no les importaba mucho si Naruto estaba presente o no, era por esto que el rubio se mantenía lo más alejado que podía de sus padres. Esta noche había sido el colmo, lo único que pudo hacer para deshacerse de los gritos fue salir de su casa. No podía creer que lo hubieran obligado a salir de SU casa y a esa hora. Ya era demasiado.
Sus pies inconcientemente lo llevaban al único lugar en el que conseguía distraerse, con la única persona que lograba calmarlo.
Después de zapatear… digo, caminar por unos cuantos minutos llegó a su destino. La casa blanca estaba completamente oscura, por lo que supuso que todos debían de estar durmiendo. No le dio mucha importancia y saltó la pequeña verja que separaba el pequeño jardín con la calle, trepó por un tubo hasta un pequeño techo (inner: ni que ardilla. Yo: cállate, es mi historia). Caminó por el techo hasta llegar a una pequeña ventana. Ahí estaba la recámara que le era tan familiar. Al fondo estaba la puerta y exactamente debajo de la ventana se encontraba un escritorio con una pequeña lámpara y repleto de papeles pero en este momento todo esto le importaba poco, su vista estaba fija en la pequeña cama que había en una esquina, cama en la cual dormía placidamente su mejor amiga.
Le pareció muy egoísta de su parte despertarla solo para contarle sus problemas, pero la verdad era que necesitaba hablar con ella… necesitaba desahogarse.
Dio unos suaves golpecitos en la ventana pero su amiga no despertaba. No iba a darse por vencido y la verdad, estaba dispuesto a romper la ventana para poder entrar, aunque sabía que luego tendría que pagarla. Justo cuando estaba a punto de ponerse a buscar una teja floja para poder romper la ventana (que chico tan destructivo u.u), su amiga despertó sobresaltada.
-Hey Hinata-chan!- dijo casi en un susurro- Me dejas entrar?
Ella lo miró durante unos segundos, como si no entendiera el significado de esas palabras. Por un momento creyó ver algo que no pudo identificar en esos ojos tan inusualmente blancos, pero no lo pudo confirmar ya que su amiga ya le estaba abriendo la ventana. Cuando entró al cuarto fue recibido con golpes y manotazos.
-Au au! Hinata! Por que me pegas!?- dijo el rubio, protegiéndose de la ojiperla.
-Vienes a las 12 de la madrugada a mi casa, me despiertas y tras de todo me preguntas que por que te pego? Tienes suerte de que no haya decidido tirarte por la ventana- Dijo la Hyuga en un susurro y con cara de enojo.
-Ya ya, perdona- dijo mirando a los ojos de su amiga, lo que no había podido identificar antes ahora lo veía con claridad, sus ojos reflejaban miedo casi terror. Para el rubio solo significaba una cosa- Tuviste una pesadilla- no era una pregunta, sino la constatación de un hecho.
El enojo abandonó por completo sus facciones.
-No… No tengo idea de que me hablas Naruto-kun…-dijo jugando con sus dedos. No tenía ni idea de porque ella no quería contarle su pesadilla, era solo un sueño no?
-No me mientas te sale fatal, ahora dime de que se trataba tu pesadilla- dijo el rubio cruzándose de brazos.
-De… De nada de lo que tengas que preocuparte. Solo fue un sueño nada más- le dijo con una sonrisa para tranquilizarlo. Él siempre se preocupaba por ella.
El rubio solo suspiró y se dejó caer en la cama, colocando su brazo sobre sus ojos, no estaba de humor como para comenzar a cuestionar a Hinata. Al poco tiempo sintió como el colchón cedía bajo el peso de su amiga, que se había acostado a su lado, sin embargo él no se movió por lo que la ojiperla comenzó a acariciarle el cabello. Como le encantaba sentir esos cabellos dorados entre sus dedos.
-Tus padres otra vez?- él solo asintió- Ya verás que todo se va a solucionar, no pueden pelear por siempre. No te preocupes.
-Llevan peleando desde que tengo memoria, Hinata. No creo que paren de pelear así como así. Después de estar así durante tanto tiempo no entiendo por que no se separan y ya. A veces pienso que les gusta discutir.- dijo el ojiazul quitándose el brazo de los ojos y viendo al techo. Como lo tranquilizaban esas manos rozando sus cabellos, le encantaba como se sentía.
-Pues claro que pelean, no pueden permitir que a su pequeño Naruto le pase algo, a los niños de hoy en día les puede pasar cualquier cosa- dijo tratando de levantarle el ánimo
-Oe… No digas eso que ya estoy lo suficientemente crecidito para cuidarme solo- dijo con cara de fastidio y una pequeña venita en la frente.
-Naruto, no puedes hacerte un desayuno sin antes quemar toda la cocina.
-Eso solo fue una vez! No es mi culpa que la cocina de gas no sirviera y que las instrucciones de los hot cakes estuvieran en alemán!- dijo casi gritando, pero al ver la cara de su amiga decidio bajar la voz
- Ejem, no es escusa suficiente
- Da igual... si quemara toda la casa y muriera en el incidente pelearían por saber quien tiene la culpa y no por mi. Ya te lo he dicho Hinata, preferiría ser huérfano a tener los padres que me tocaron.
-Sabes que en verdad no piensas eso.
-Claro que sí Hinata, no les importo ni a ellos ni a nadie… Estoy completamente solo…- dijo el rubio bajando la mirada, todo rastro de enojo se había esfumado por completo.
Hinata lo contempló unos segundos y luego lo abrazó, conocía bastante bien esa expresión aunque muy pocas veces su amigo la dejaba verlo en ese estado. El chico simplemente bajó la cabeza para acomodarse en el hombro de la ojiperla. Eso era lo que sin saberlo había venido a buscar desde el principio: consuelo. Dejó que las lágrimas salieran, con ella no tenía por que contenerse, podía ser él mismo cuando estaba junto a Hinata, no tenía por que fingir una sonrisa cuando estaba desmoronándose por dentro, como últimamente había estado haciendo con el resto de sus amigos. Desde pequeños siempre se habían apoyado el uno en el otro. Cuando Hinata lloraba Naruto siempre la había hecho reír, aunque en los últimos años había sido al revés.
-Y… no estas solo Naruto-kun, siempre me tendrás a mi, jamás lo olvides.
Era cierto, se recriminó por haber olvidado a la persona más importante en su vida. Nunca estaría solo mientras Hinata estuviera a su lado, eso lo tenía asegurado.
Cuando sintió que su amigo estaba ya lo suficientemente calmado, se separó un poco para verle la cara, limpió con sus dedos los pocos rastros de lágrimas que quedaban luego lo levantó de la cama tirando de su mano. Le dio un pequeño beso en la frente como si fuera una madre consolando a su pequeño hijo.
-Vamos a visitar a nuestras amigas, hace tiempo que no las vemos- dijo con una cálida sonrisa a lo que el rubio solo asintió.
Fue conducido de nuevo hacia la ventana donde, con un poco de esfuerzo, lograron llegar hasta la parte más alta de la casa. Ahí se acostaron, viendo el hermoso paisaje lleno de constelaciones que les ofrecía el cielo nocturno. Se quedaron en un silencio cómodo durante mucho tiempo, siempre hacían lo mismo y la verdad se conocían bastante bien como para que el silencio no les molestara.
-Hinata…- la mencionada puso atención- Gracias.
-Cuando quieras- fue su sencilla respuesta.
Después de esa corta conversación siguieron disfrutando de su pasatiempo favorito, hasta que terminaron por caer dormidos.
Bno como ya dije arriba ustedes deciden
Conti...?
