Title: Party Clown

Pairing: Shizuo x Izaya; Shizuo x Akane

Rating: T and a later M

Bueno, esta historia es algo que me salió muy random, espero de verdad les agrade, e informo que la continuación de esta historia depende de ustedes, yo ya no le he seguido por temor a que no este muy buena y este perdiendo algo de mi tiempo cuando puedo seguir con otra, así que por favor dejen reviewers y espero les guste!

Disclaimer: Ninguno de los personajes de esta historia me pertenece.

-Por favor Shizu-chan... -. pidió la pequeña con mirada suplicante.- Asista a mi cumpleaños... yo quiero que usted vaya...-. dijo casi derramando algunas lagrimas.

El rubio la miro frunciendo el ceño, no quería hacer llorar a la niña, claro que no era su intención, pero...

-Vamos Shizuo, no te pasa nada con asistir vestido de - Tom soltó una risilla, que le resulto inevitable de contener- p-payaso.. hahaha.- de inmediato callo al ver la mirada amenazante de Shizuo; que enfadado ya estaba apretando sus puños; Enseguida sintió como abrazaban fuertemente sus piernas y se lograban escuchar sollozos entre ellas. Dio un largo suspiro, y se agacho, despegando a la niña de sus piernas para ponerla frente a el, estando ya así a su altura.- ¿Realmente quieres que vaya? -. pregunto viéndola fijamente, a lo que ella solo asintió, limpiándose con las mangas de su suéter las lagrimas. Cerro los ojos, meditando lo que estaba apunto de hacer, pero bueno, ¿Que mas podía hacer? , no quería ver a la niña llorar, y si tenia que vestirse de payaso en su fiesta...

-De acuerdo, iré, pero no esperes que me quede mucho tiempo, solo haré lo que tenga que hacer. Y no esperes un regalo, porque esto ya lo compensa.-dijo masajeándose la cien.- "y mucho" -. Pensó. Luego volteo a ver a la pequeña, para después sonreír al ver su cara alegre.

"Supongo que no puede ser tan malo... ¿o si?"

_

Por fin, el tan dichoso día, de el cumpleaños la pequeña akane.

Había esperado ansioso este día, sobretodo porque tendría lugar en la casa de los Awakusu, la cual por cierto, era una enorme mansión. ¿Que mas se podía esperar de los jefes de una prestigiosa empresa?, recordaba solo levemente, la vez que hablo con la pequeña, y como la engaño de que Shizu-chan era un asesino. -sonrió de lado- había sido algo divertido. Y ahora que fue invitado a esa fiesta, aprovecharía para conseguir información de lo que tuvieran entre manos.

Caminaba feliz, por los grandes campos de la mansión y vio como varias limusinas se estacionaban en la entrada de esta. No es que no haya tenido el dinero suficiente para una, simplemente el quería ir de una manera menos lujosa.

Entro por la parte trasera de la mansión, entrando así a lo que seria la enorme cocina, donde podía ver toda la comida ya preparada en el lugar, su mirada se centro de inmediato en un plato lleno de su adorado otooro. Cualquiera que lo viera, podría jurar que sus ojos brillaron.

Se acerco y tomo uno así metiéndolo a su boca. Se obligo a detenerse ahí mismo, concentrándose a lo que iba; Salió de la cocina, y subió las escaleras, si no se equivocaba, la oficina de Mikiya estaba en el segundo piso... ¿o en el tercero? bueno, tal vez esto le tomaría un poco de tiempo. Pudo escuchar como todos los niños que se encontraban en la gran sala, aplaudían y reían alegres a la aparición de... ¿Tal ves era un payaso?, le quito importancia, pobre desafortunado al que le haya tocado lidiar con toda esa bola de mocosos.

Siguió revisando cada habitación, deseando encontrar al fin su objetivo. Cuando escucho un grito de enfado... ¡Esperen! el conocía esa voz... Se asomo por la barandilla de la escalera.

-Mocoso, ya te dije que te daría el globo después de el!.- decía irritado cierto rubio a uno de los niños, que no hacia mas que empujar a los demás niños y exigirle un globo de inmediato- ¡Pues muévete estúpido payaso!, Si que te toma tiempo! -. dijo el niño de forma arrogante, mientras sonreía de lado; Los demás niños asustados se alejaron, casi podían jurar que vieron una vena brotar y empezar a palpitar de la cien del rubio (que incluso el maquillaje que llevaba puesto no la cubría).

Izaya, no quería darle crédito a sus ojos... ¿En verdad estaba viendo al rubiovestido de payaso, en una fiesta dando globos a los niños?

Vestido de payaso

Shizuo Heiwajima...vestido de payaso

El monstruo de Ikebukuro... ¡¿vestido de payaso?

Se tallo los ojos una ultima vez., comprobó que en verdad no alucinaba, y no pudo evitar una carcajada tan fuerte, que todos voltearon a verlo.- ¡NO ES VERDAD! -se limpio una lagrimita del ojo- ¡¿SHIZU-CHAN?

-Jodida Mierda...- dijo el rubio, no podía creer que tuviera tanta mala suerte. ¿Que hacia la pulga ahí?
-Shizu-chan... quien diría que no encontraríamos aquí... y ¿de esta manera?.- recalco divertido, otra risilla escapo de su boca.- ¿El monstruo vestido de payaso?, a que se debe esta, incompensable sorpresa.- dijo en un tono divertido, lo cual enfado aun mas a Shizuo, que ya estaba preparándose para golpear al pelinegro, pero fue detenido por unas pequeñas manos que sujetaron la suya.- ¡Shizu-chan no es ningún monstruo!, El vino vestido así porque yo se lo pedí, y porque lo invite, a usted nadie lo invito a mi fiesta!, deje a Shizu-chan en paz!.- dijo la pequeña akane enfadada, y sus ojos llorosos por el mismo enfado, Shizuo la miro, y no pudo evitar sonreír, esta niña si que le agradaba... repentinamente se dio cuenta, que le alegraba haber venido para hacerla feliz. Y por primera vez en su vida, decidió hacer a Izaya a un lado, ignorarlo, y hacer lo que venia a hacer.

"Todo por ti pequeña".- pensó Shizuo, mientras cargaba a la niña, y le daba un globo, y un pequeño beso en su frente. La niña sonrió alegre ante esto, y lo abrazo, para después dirigirse los dos (y la bola de niños detrás de ellos) a donde se encontraba el pastel y todos los regalos.

Izaya no podía creer lo que había pasado, ¿Desde cuando era ignorado olímpicamente por el rubio? , y ¿Que había sido ese pequeño sentimiento irritante, al ver a Shizuo tan cariñoso con la pequeña akane?... No estaba seguro, pero de lo que si estaba seguro es que nadie, NADIE, ignoraba a Orihara Izaya...

_

La Fiesta estaba llegando a su fin, eran alrededor de las 7:30 y varios niños se estaban retirando al fin, por lo que Shizuo decidió ir a quitarse esas incomodas ropas de una vez. La pequeña akane le llevo al cuarto de baño del segundo piso, ya que el primero estaba aun ocupado con varios invitados. Shizuo llevo su ropa y se encerró en este. Miro a su alrededor, apreciando lo grande que era el baño, aunque, no entendía para que se quería un baño tan grande si normalmente, solo una persona entraba a este. Se encogió de hombros, pensando que eso era "cosa de ricos". Se quito la camisa verde-fosfo y el chaleco azul. Quedando así finalmente sin camisa, estaba apunto de quitarse sus pantalones, cuando sintió unas manos rodear su cintura, y un cuerpo pegarse completamente a su espalda.

-Shi-zu-chan.- susurro Izaya en el oído del rubio (teniendo que ponerse de puntillas), a lo que el rubio se tenso, al sentir esas manos recorrer lentamente su abdomen.- Me pone triste que me cambies por akane-chan.- dijo el informante, sonriendo de medio lado, pero con una chispa en sus ojos. Una que advertía que el no iba a dejarse ganar por una mocosa. ¿Porque mierda hacia esto? Bueno, simplemente... toda, absolutamente TODA la atención de Shizu-chan era para el, si no fuera así ¿Para que demonios habían servido todos esos años de hostigamiento y maldades contra el rubio? Todo fue con el propósito de hacer que solo se fijara en el. Y el que una niñata llegara así como si nada a estropearlo todo, definitivamente, no estaba en sus planes.

-Aleja tus asquerosas manos de mi, pulga... - dijo Shizuo de manera amenazante, apretando sus puños, esperando a que el pelinegro lo soltara, pero en vez de eso, se apretó mas contra el.- No quiero~.- dijo juguetonamente, para después sonreír, pero sus sentidos no advirtieron lo rápido que el rubio se había movido dando la vuelta , para dejarlo contra la pared, tomándolo fuertemente del cuello.- Pulga... turealmentequieres morir joven ¿cierto?-. dijo Shizuo, con una sonrisa peligrosa, Izaya vacilo un poco, pero se convenció de que no debía dejarse intimidar.

- Pero, Shizu-chan... solo te estoy diciendo que me da celos que con akane-chan seas tierno y lindo , y conmigo no...- fingió una mirada de tristeza, la cual Shizuo no se trago, ni por equivocación.- ¿Y de quien crees que sea la culpa pulga?, Ya deja de decir tonterías y prepárate para tu muerte.- dijo sonriendo de lado, apretando cada vez mas fuerte el cuello del informante, disfrutaba ver esos esfuerzos ahora muy notables del informante por zafarse, la desesperación empezaba a notarse en los ojos carmesí del pelinegro. Y fue interrumpido por la puerta.

-Shizu-chan! Es hora de abrir mi regalo que me has traído! Vamos, solo quiero abrirlo contigo Shizu-chan!.- Shizuo suspiro, miro una ultima vez a Izaya, y lo soltó.- Salvado por la campana pulga.- se alejo de el, y cogió su camisa, y se la puso rápidamente, decidió dejar sus pantalones, para evitar otro accidente como ese. Solo se escuchaban los jadeos y el esfuerzo de Izaya por recuperar el aire.- Shizuo abrió la puerta, dispuesto a salir, Izaya al ver esto, como de nuevoera cambiado por akane, no pudo evitar un ataque de celos.- ¡SHIZUO!... .- espeto, no entendiendo muy bien porque había hecho eso. El rubio volteo a mirarlo sorprendido y expectante; El pelinegro no supo que decir, solo abría y cerraba la boca, pero no, nada salía de ella, no encontraba palabras con que excusarse.- am... yo... umm.- ¿Pero que demonios le pasaba?, ¿Desde cuando el, Orihara Izaya, tenia problemas para encontrar palabras adecuadas que decir?... y sobretodo... ¿con el bruto?

Shizuo, confundido, se volteo completamente a mirarlo.- Izaya... ¿Te... encuentras bien?.- pregunto. Realmente era algo impresionante ver al informante tan confundido, sin su mascara de superioridad. Izaya bajo la mirada, dándose cuenta que estaba quedando como un completo idiota.- Olvídalo... vete con... akane.- dijo con algo de resentimiento al mencionar el nombre de la pequeña; El sabia que era extraño tenerle celos a una niña, pero bueno... el nunca había sido alguien cuerdo.

-Hoy estas raro pulga...- se acerco lentamente a Izaya, hincándose para estar a su altura, tenia demasiada curiosidad por lo que le pasaba al informante porque... No era cosa de todos los días ver al pelinegro de esta manera. Izaya se percato de como el rubio se hinco frente a el, y levanto la mirada... quedando así frente a frente. Izaya no pudo evitar ver esos labios, que en esos momentos se encontraban tan cerca, poso su mano en el hombro del rubio y fue acercándose poco a poco a esa boca que lo llamaba, era inconsciente de lo que hacia, ahora ya no estaba prestando atención a la vocecita que siempre le decía como y como no actuar. El rubio sorprendido se mantuvo estático, analizando lo que estaba ocurriendo, pero, por alguna razón, no quería alejarse...

-¿Shizu-chan?... ya estas lis-... -una pequeña voz los interrumpió, y fue cuando se dieron cuenta de lo que estaban a punto de hacer. Rápidamente se separaron, y Shizuo se levanto de inmediato, para ir con la niña, que había visto sorprendida y curiosa la escena anterior.

-¿Que fue eso Shizu-chan?
-N-Nada Akane, vamos... - dijo Shizuo tomando la mano de la niña y jalándola para salir de ahí.

Izaya, estaba pasmado, ¿Que estaba apunto de hacer? -se tomaba la cabeza masajeándose la cien, realmente confundido-

"Nuevo descubrimiento, ahora es cuando se dio cuenta, que no era exactamente odio lo que sentía hacia nuestro querido bartender..."

¿Continuara?