Nota: Holaaaa bueno os dejo aqui el primer capitulo de mi primer fanfic asique espero que os gusteee un montonn.
Lily Potter estaba perdida.
Literalmente.
Todo aquel que conociera a Lily Potter podría afirmar que era la persona mas torpe y despistada que conocían ,sin embargo, afirmarían también que es la persona mas dulce e inocente que hay.
Con sus ojos amielados que atraviesan el alma cuando te miran y una cara llena de pecas desordenadas y oscuras que contrastaban con su pálida piel, y con un pelo rojo oscuro que apuntaba en todas las direcciones como el de su padre, nadie podía rebatir que Lily Potter tenia un aspecto angelical demasiado etéreo para este mundo. Y si a todo esto le añadimos que ella nunca alza la voz y que solamente habla a susurros conseguimos que sea la persona más tímida del colegio de magia y hechicería Hogwarts.
También profecía una curiosidad muy fuerte por descubrir cosas nuevas ; sobre todo cuando están relacionadas con criaturas mágicas y por esto mismo Lily Potter estaba perdida.
En uno de sus habituales paseos clandestinos por el bosque prohibido se habia encontrado con un unicornio y esta llamada por la curiosidad y fascinación intento acercarse a el para tocarlo pero , en un despliegue de su tremenda torpeza, se tropezó con una raíz que sobresalía del suelo y termino con las rodillas raspadas( nada extraño ya que eran pocas las veces que estas no lo estaban) y en un ultimo intento por tocar el unicornio se adentro por el bosque persiguiéndolo hasta que se dio cuenta de que se habia desviado de su ruta habitual y que por lo tanto estaba perdida.
A pesar de estar perdida Lily estaba tranquila ya que realmente creía que si seguía vagando un rato más conseguiría dar con la salida. Y eso sucedió.
Saliendo del bosque prohibido se dio cuenta que ya habia caído la noche y se apresuro a entrar en el castillo todo lo sigilosamente que pudo, tropezando varias veces por supuesto, consiguió llegar a la sala común de Griffindor y susurrando un: "Caramelos de limón" la puerta se abrió dejándola entrar y cuando creía que ya estaba todo hecho sin que nadie la hubiese pillado escucha un grito:
"!LILY, te he estado buscando por todo el castillo y no estabas en ninguna parte! Por favor dime que no has estado en el bosque de nuevo." Al escuchar el grito de su prima Rose Weasley se queda paralizada mirándola, no es propio de ella que le grite así. Y sin saber que contestar une sus manos y empieza a estrujarse los dedos (una manía que sale a relucir cuando esta nerviosa)
"Rosie es que me he entretenido con un unicornio..." al ver a su prima tan nerviosa Rose suaviza el tono y le responde:
"Pero no es escusa Lily, podrías haberte encontrado con criaturas peligrosas que te habrían hecho mucho daño" al escuchar esto a Lily se le agrandan los ojos.
"¿criaturas peligrosas?"
" Si, y te podrían haber hecho..." al ver que el miedo de su prima crecía más, decide dejar el tema "Bueno da igual déjalo, pero no vuelvas al bosque sola ¿vale?" Al ver que su prima asiente silenciosa le entrega un sobre y le dice: "toma, la ha traído Orión cuando no estabas. Es del tío Charlie" le guiña un ojo y se da la vuelta para sentarse en un sofá al lado de la chimenea para terminar la tarea que estaba haciendo antes de la llegada de Lily.
Mas alegre por la carta que habia recibido, Lily se acercó a una esquina poco frecuentada de la sala común y se siento en el alfeizar de la ventana que da a los bosques. Abrió la carta con manos temblorosas por la emoción y empieza a leer:
Querida Lily
Me alegra escuchar noticias de mi sobrina favorita(no le digas a Rosie que te he dicho esto) y espero que todo vaya bien por el colegio, respecto a lo que me dijiste en tu ultima carta... ¡por supuesto que tienes el puesto! Me emociona saber que no soy el único en la familia que se interesa por dragones. Tu solo tienes que centrarte en los TIMOS que tienes este año y los EXTASIS que harás después y el puesto será tuyo para cuando te gradúes. Tranquila, hablare con tus padres.
Con mucho amor,
Charlie Weasley
Cinco años después…
Lily llevaba casi tres años viviendo su mayor sueño. Y ciertamente habían sido los mejores de su vida. En un pequeño parque aislado del mundo en una de las muchas cordilleras de China. Sin lugar a dudas lo que era para los muggle un Parque Geológico apenas conocido , al norte de China, para los magos era una de las mayores reservas de dragones. Pocos eran los que tenían el privilegio de trabajar en este mágico lugar. Lily era uno de esos privilegiados. Todavía no habia terminado su periodo como aprendiz de dragones pero era poco el personal del que disponían y por lo tanto Lily habia saltado los tres años requeridos como aprendiz para trabajar oficialmente como maestro de dragones.
Pero tal como decía Yui, el maestro jefe, uno no deja de ser aprendiz nunca cuando se trata de dragones y Lily lo sabia perfectamente, sus pasadas experiencias lo demostraban día a día . Los dragones eran criaturas hermosas pero también bestias y eso Lily lo sabia, habia una dragona con la que Lily se habia encariñado especialmente, habia llegado al parque el 22 de julio de ese verano . La primera vez que la vio Lily sintió una atracción mágica hacia ella. Era preciosa, el ultimo ejemplar de Opaleye que quedaban en el mundo ya que el resto o bien habían sido cazados y entrenados para matar o bien se les habia matado para comerciar con ellos en el mercado negro. El ejemplar que trajeron a la reserva estaba herido y tenia zonas en su cuerpo donde carecía de escamas por los antiguos maltratos. A los pocos días murió y con ella murió toda una raza de dragones.
Lily no entendía como era posible que hubiera gente con el corazón tan frio como para poder hacerle una calamidad como esa a criaturas tan hermosas. Como la gente puede acabar con una raza entera de dragones por cualquier excusa sin fundamentos humana. Se sentia identificada con los dragones. Al igual que ella eran incomprendidos por la raza humana. Habia veces que Lily se sentía mas cómoda en compañía de un dragón que con sus propios compañeros de trabajo. Tan cómoda se encontraba que en las noches de mas soledad, cuando la asaltaba la nostalgia por su ruidosa familia, cogía la manta de su cama y salía a los almacenes donde dormían los dragones. Nunca se aproximaba demasiado, se quedaba contemplándolos desde una distancia prudente. Los dragones son muy sensibles y propietarios. Lily habia aprendido esto a base de ensayo y error. Lo confirmaban las cicatrices que tenia por todo el cuerpo. Y también la longitud de su cabello. Si. Parece raro pero el pelo tiende a quemarse muy rápido en presencia del fuego. ¿Quién lo hubiera dicho, verdad?. A Lily le seguía precediendo raro que en tan solo dos años y medio hubiera podido coleccionar una gama tan variada de cicatrices. No creía que a sus padres les hicieran mucha gracia las cicatrices. Hace casi tres años cuando recibió la tan esperada oferta de su tío Charlie mantuvo su respuesta en secreto durante un tiempo ya que dudaba seriamente que sus padres recibieran las noticias de buena manera.
Todavía podía ver la triste mirada de su madre.
"¿Seguro que quieres hacer esto Lily? Eres joven todavía y no hace ni dos meses que has terminado tu séptimo año. Hay un montón de posibilidades aquí para ti. No es necesario que te vayas a dios sabe donde a hacer dios sabe que con dragones." Su madre, de pie al lado del fregadero de la cocina del numero 12 de Grimmauld Place la miraba con una mirada inquisidora y triste a la vez.
"Bueno" intervino Harry desde la puerta" Lily sabes que tendrías un puesto asegurado en el ministerio si ese llegara a ser el caso" Harry, con unas canas y arrugas de mas miro a su hija y al hacerlo sabia perfectamente cual iba a ser la respuesta de esta .
El siempre habia sabido que el alma de su hija era indomable y por lo tanto un trabajo en el ministerio de magia seria como una jaula para un espíritu descabellado y torpe tan parecido al suyo. De sus cuatro hijos sabia que Lily iba a ser la que saliera volando de la jaula. Pero a pesar de todo no podía evitar preocuparse por ella, Lily no conocía la maldad de la que es capaz el ser humano en el mundo real. Y Lily nunca habia salido de la jaula para realmente conocer lo que es el mundo de verdad. Siempre la habia protegido lo mejor que pudo dándoles a ella y a James, Al y Teddy lo que Ginny y el nunca tuvieron.
"Oh papa ¿como puedes decir eso?, sabes que no podría vivir si tuviera que trabajar en el ministerio sentada detrás de un escritorio con una ventana en la habitación que ni siquiera muestra el verdadero exterior" susurró con una voz tranquila mientras miraba a través de un mechón que se le habia soltado de la coleta de su por aquel entonces largo pelo. Sabia que su padre la dejaría ir pero como es natural antes prestaría un poco de resistencia paternal, en cambio sabia que su madre iba a ser mas difícil de convencer.
"Lily" hablo de nuevo su madre, que la sorprendió con lo siguiente que dijo" Ve si quieres ir" intercambio una mirada con Harry mientras Lily les miraba con la boca abierta por la sorpresa "solo espero, jovencita, que nos escribas al menos dos veces por semana" relajando la mirada y tomando la mano de su esposo, añadió " y también recuerda que estés donde estés esta siempre será tu casa y espero que tu habitación no coja polvo entre visita y visita". Dicho esto , se acerco a su hija y le dio un abrazo , como los llamaban en broma, al estilo Teddy bear. " Uff creo que mataré a Charlie por meterte ideas descabelladas en tu pequeña cabecita loca." Resoplo en el oído de Lily mientras seguían abrazadas.
Pero a pesar de lo dicho, la habitación de Lily si cogió polvo ya que hace dos años y tres meses que no volvía a Londres. No porque ella no quisiese sino porque el entrenamiento con los dragones no se lo permitía. Habia llegado en el momento mas difícil. Cada día aparecían mas dragones y los maestros y aprendices seguían siendo los mismos. El parque estaba desbordado y Lily sin querer desaprovechar la oportunidad de pasar mas tiempo con los dragones no se entristeció al saber que no podría volver a casa durante las primeras vacaciones fuera de casa. Pero sabiendo que ya casi hace dos años y medio de su partida las noches de nostalgia se hacían insoportables y por eso decidió que ya era hora de volver a casa.
De ahí que estuviera tirada en el suelo de la que habia sido su habitación durante dos años y medio, intentando organizar su baúl. Odiaba ordenar. Lo consideraba tedioso y sin sentido.¿ A caso no podía uno vivir sin tener que ordenar? No. En el mundo humano, no. Soltó un suspiro y se incorporo para seguir con la tarea. Para cuando paso una hora intentando hacer su baúl ordenadamente, empezó a meter sus pertenencias sin ni siquiera molestarse en saber si caían dentro del baúl o no.
Pasadas la hora de comer decidió salir ya que no aguantaba la pena que sentía por dejar este lugar, se habia acostumbrado tanto al paisaje y a su naturaleza salvaje que no podía visualizarse viviendo en otro sitio que no sea al lado de dragones. Bajando una colina cercana a las habitaciones de los aprendices de dragón habia una taberna(la única taberna en 200 km alrededor ) donde podía viajar por flu a la aldea muggle mas cercana. La aldea contaba con tres casas en las que vivían diferentes miembros de la familia Xin.
La primera vez que decidió venir a la aldea los niños que jugaban con un palo atado a una cuerda hecha a base de tallos y ramas salieron corriendo y gritando como si hubieran visto a un fantasma en vez de a Lily. Lily que era muy curiosa por supuesto, decidió volver a la aldea al día siguiente en busca de una explicación por el extraño comportamiento de los niños. Se los volvió a encontrar pero esta vez no salieron corriendo sino que se acercaron a ella acorralándola en un circulo. Lily supo el porque de su comportamiento cuando sintió unas pequeñas manos tirar de un mechón de su pelo. Al mirar hacia abajo descubrió a una pequeña niña que la miraba con unos ojos rasgados preciosos.
"Señora ¿ porque tiene el pelo del color de los tomates?" pregunto en un el mismo dialecto utilizado en la reserva. Lily alegrándose de saber como contestar dijo;
"Pues… supongo que porque mi mama también lo tiene así" contesto extrañada.
"Entonces su madre es un tomate?" Lily al escuchar esto no pudo evitar reírse.
" La ultima vez que lo comprobé no lo era. Pero seria divertido que lo fuera¿ verdad? Entonces yo seria un hibrido vegetal-humano" la niña la miro mas extrañada aun y Lily sin parar de reír ante la imagen de su madre con cara de tomate llego a la conclusión de que en esta aldea nunca habían visto a un pelirrojo.
Desde aquel entonces se hizo amiga de todos los niños, en especial Chi , la niña de los tomates. Iba a jugar con ellos cada vez que le era posible. Le encantaba la inocencia de estos niños que no conocían mas mundo que el que vislumbraban día a día . Sabiendo que le iba a costar despedirse de ellos se apresuro a sus casas para acabar antes con la tortura. Dejo en ultimo lugar la casa de Chi y armándose de valor llamo a la puerta. Tiempo después la abrió una pequeña niña que se lanzó a sus brazos gritando:
"¡Mama! Es Lily." Lily le devolvió el abrazo al pequeño torbellino y intercambiando una mirada con la madre de Chi al decirle que irían a pasear un rato.
Tomadas de la mano salieron por el sendero que dirigía a un prado cercano mientras Chi hablaba sin cesar.
"¿Sabes que Lily? He decidido que de mayor quiero ser como tu." Lily bajo la mirada para encontrarse con unos ojos muy ilusionados. "quiero tener el pelo como un tomate y quero tener una mama tomate también"
Sonriendo Lily contesto" Vaya Chi, gracias. Pero, ¿sabes que Chi? Me gustaría que cuando seas mayor fueras tu misma ." agachándose para quedar a su altura, Lily tomo sus pequeñas manos entre las suyas y continuo " Me gusta la Chi que conozco y me gusta su pelo negro y los ojos tan bonitos que tiene"
"¿De verdad?" pregunto la tocándose el pelo.
" Si, de verdad de la buena." Poniéndose de pie Lily siguió caminando hasta que volvió a hablar." Chi me tengo que ir"
"Lo se, pero vendrás mañana verdad?" pregunto con la esperanza de conseguir que Lily jugara con ella al día siguiente.
" No Chi me voy... a casa" al ver que la niña se detenía y perdía poco a poco la sonrisa Lily no pudo mas que sentirse horrible. Como si estuviera cometiendo el crimen mas detestable.
"Pero… " con la voz entrecortada y unas gruesas lagrimas resbalándole por sus rechonchas mejillas la niña intento hablar en vano.
"Escúchame Chi esto no es un adiós, es un hasta luego" le acaricio las mejillas limpiándole el rastro que habían dejado sus lagrimas de bebe." Hecho de menos a mi mama tomate y ha mi papa y mis hermanos y y… a mi familia. Pero como podría yo abandonar a mi pequeña Chi? Volveré y cuando lo haga espero que me cuentes todas las aventuras que tendrás con los chicos de la aldea." Volvió a acariciarle las mejillas.
" ¿Me prometes que volverás?" le pregunto limpiándose la nariz con el dorso de la mano de una forma muy adorable.
Lily dudó durante un segundo pero respondió rápidamente.
"Volveré." Al ver que empezaba a oscurecer Lily se incorporo. " Anda vete ya, que luego me regañara tu madre como siempre ocurre" dándole un pequeño empujoncito la alerto " seguro que ha hecho ese dulce que tanto te gusta. Hoy es viernes ¿recuerdas? " agachándose le dio un beso en la frente y espero a que desapareciera de su vista para irse.
Una sensación de tristeza la invadió y en ese momento supo que aquel episodio de su vida habia terminado y ya no habia marcha atrás que valiese. Odiaba esa sensación que le creaba el saber que la vida avanza y que tal vez si cerraba los ojos durante un segundo de más, la vida la dejaría atrás y se olvidaría de ella como si nunca hubiera existido.
