Jamas pense que pudiese pasar.
No quiero que pasé. No, no quiero.
No quiero que vengas de nuevo, no, no quiero.
Quiero que te vayas, quiero que te vayas y nunca más volverte a ver.
Me haces daño, ¿no lo ves?
Yo no soy así, y tu… Tu me cambiaste. Yo no era así.
Antes podia considerarme alguien feliz. Claro, claro que era feliz. No, no lo era…
No, si lo era. Miento, estaba normal.
¿Qué es ser feliz? ¿Sonreir todo el tiempo? ¿Tener amigos? ¿Qué?
¡Dimelo tú que pareces conocer todo aquello que desconozco!
No sé que estar feliz. No sé que es estar infeliz.
Yo estaba bien. Me gustaba creerlo.
Pero luego llegas tú. Me haces dudar en todo lo que yo había construido para protegerme, para sobresaltar, para ser inmune, para no necesitar a nadie, para estabilizarme, para cumplir mis ideales, mis ambiciones…
Pero tenías que aparecer y destruir todo eso que me hacía estar bien y seguir adelante.
Odio pensar todo esto porque sé que esta mal. Yo no puedo pensar todo esto. Yo no puedo permitirme sentir todo eso porque lo aborrezco. Pensar todo esto es un obstáculo para mi vida.
Yo sé que volverás. Te volveré a ver mañana cuando salga de mi casa, de este lugar que me gustaría llamar "hogar".
Y te veré todos los días. Y no quiero… ¿Por qué me haces sentir esto?
Pero ya no te veré más. No, nunca más.
Porque es momento de partir.
Momento de seguir. Momento de pasar a la segunda etapa.
Yo tengo una vida que cumplir y odio pensar que gasté tantos días aquí solo por ti…
Pero ya es momento, lo sé, yo debo seguir. No puedo…, no puedo quedarme aquí.
- Sasuke-baka… - era una voz quebrada.
¡Déjenme!
¡Déjenme!
¿Qué no lo entienden? ¿Qué no lo ven?
¡Es tan obvio! Todos podrían entenderlo pero no quieren.
Es más fácil y divertido marcar limites, verse diferentes y hablar de vidas ajenas. Idiotas. Son todos iguales. Vacíos.
No lo ven, no me ven a mí…
- Sasuke-baka… - era una voz quebrada.
¡No, no, no, basta! ¡Cállate! ¡No te quiero oír!
¡Te odio, ¿me escuchas! ¡Te odio! ¡Eres solo un estorbo! ¡Un obstáculo en mis ambiciones!
Arruinas mi vida.
La estas arruinando, ¿lo escuchas? ¿Lo puedes ver?
Arruinas mi vida.
- Sasuke-kun, por favor, quédate. No… no te vayas… - le dijo su compañera de equipo entre sollozos – Sasuke-kun…
El pelinegro no se dignó ni a darle la cara a sus compañeros.
Partió sin decir adiós.
- Sasuke-baka… - le dijo el rubio, siempre serio - ¡Ándate Sasuke, ándate! Ándate y cumple lo que anhelas, la gente no importa, ¿no? Tampoco tú…