Nota de Autor:
Por el momento escribo esto porque no me ha dejado dormir tranquilamente.
No he olvidado las otras historias pero mi vida ha sido tan caótica que no he tenido cabeza para darles la atención que se merecen, especialmente "Te deseo lo suficiente"
Pero dado a que estoy obsesionada con Kenshin y Kaoru y que tengo la mente sucia escribí esto para sacarlo de mi sistema.
En base a su opinión sabre si lo continuo o no. Mientras tanto, sientanse tranquilas que es un oneshot
Dicho esto. Disfruten.
Disclaimer: Los personajes de Kenshin no son míos, la historia con sus errores de ortografía, gramática, fallas de contexto y el lemon es mío
(para mis penas y mis alegrías :3)
Capítulo único
Debí haber imaginado que había algo extraño en Kenshin la primera vez que lo vi.
Confieso que lo que me atrajo fue su cabello rojo, intenso como el fuego y esos ojos violetas hacían una combinación poco común y atrayente tanto para mí como para las otras chicas de la escuela.
En mi afán de estar cerca de él, que se fijara en mi encontré la biblioteca. Aburrida al principio para después encontrar su encanto. Verán, nunca fui muy estudiosa pero el estar rodeada de libros y viendo que los demás estaban concentrados y estudiando hizo que yo también estudiara. Lo que me gustaba más de ese lugar es que era un repelente para el club de admiradoras de Kenshin.
Nunca estaba más cerca y a la vez tan lejos de Kenshin. Pero una tarde mi corazón se rompió en mil pedazos.
Era un viernes en la tarde y el piso de la biblioteca estaba vacío pero las cosas de Kenshin estaban en el escritorio de su cubo de estudio. Me levanté de mi lugar para estirarme y caminar un poco cuando escuché quejidos y murmullos de una de las esquinas de la biblioteca, en la sección de los libros abandonados.
Tenía miedo y curiosidad, sabía de que eran los ruidos, no era ingenua. Me fui acercando a paso lento, tratando de no hacer ruido triste fue mi sorpresa y mi decepción al ver que Tomoe, la zorra de la escuela estaba dándole sexo oral a Kenshin. Vi la satisfacción y el placer en su rostro su puño en el cabello de ella para que lo tuviera más profundo mientras que la otra mano se apoyaba en los estantes de los libros.
Ahí estaba el, "el amor de mi vida", el objeto de todas mis fantasías recibiendo placer de alguien que no era yo y la definición del príncipe azul murió ahí. Lo miré con coraje, con ira, decidí alejarme y no seguir viendo más eso. Al voltear mi mano empujó unos libros, cayendo al piso, el ruido hizo que Kenshin abriera los ojos, me miró, sus ojos eran… ¿dorados? Apretó más el puño para evitar que Tomoe se detuviera y siguiera con sus menesteres "Sigue, estoy a punto de llegar" le dijo. Lo miré y sentí asco hacia él, para variar el muy maldito se sonrió y me guiñó el ojo.
Lo miré por última vez para salir corriendo pero alcancé a escuchar que llegó al placer y terminó en Tomoe.
A partir de eso me alejé de él y me enfoqué en los estudios. Seguía estudiando en la biblioteca pero me iba hasta el último piso para evitar la confrontación con Kenshin. Me cruzaba en ocasiones con él en los pasillos pero trataba de no mirarlo. A veces traía lentes, otras ocasiones me miraba pero le volteaba la cara, sentía su roce al cruzar y no me gustaba porque me estremecía, no podía olvidar y por eso al final decidí esconderme de él para no encararlo.
Esta situación duró tres meses hasta que supe algo que jamás me imaginé que fuera a pasar .
"Kaoru, Kaoru despierta. En 10 minutos cierran la biblioteca" escuché que alguien me decía mientras trataba de despertarme.
La voz y su aroma eran inconfundibles hizo que me despertara de mi sueño con un sobresalto al ver quien era, quería que la tierra me tragara: Kenshin.
"¿Qué haces aquí? Le pregunté. El me miró extrañado y ¿preocupado? "Subí por un libro y te vi dormir, no quería que te quedaras sola en la biblioteca". En lo que me hablaba, guardé mis cosas en la mochila para levantarme "Gracias por despertarme, debo irme" Iba a irme cuando tomó mi mano para detenerme "Espera, ¿cómo te vas a ir?" me dijo mientras tomaba mi mano con suavidad. Lo miré extrañada, no entendía porque se portaba así conmigo.
"En camión" contesté "alcanzo a tomar la última salida" no me soltaba. "Yo te llevo, tengo coche, y me gustaría llevarte" El violeta de sus ojos era intenso, quise aceptar pero recordé el incidente con Tomoe, enojándome. Decidida me solté de su agarre y lo miré "No gracias y ya debo irme" Me voltee y me fui corriendo.
Corrí sin detenerme hasta la parada del camión. En 5 minutos pasaría el camión. Me senté en la fría banca para recuperar el aliento para que mi corazón se calmara.
El camión se iba acercando a la parada cuando escuché el chirrido de llantas. Un coche negro deportivo se detuvo enfrente de mí. Abrieron la puerta y era Kenshin. Me sobresalté, no podía moverme, Kenshin aprovechó que estaba en completo shock para tomar mis cosas y arrastrarme al coche.
Me subió y reaccioné tarde, ya que traté de bajar pero él no me dejó ya que apretó el cinturón de seguridad "¿Kenshin, qué haces? Déjame ir" le grité pero no hizo caso. Cerró la puerta de un portazo, se subió rápido al coche para pegarme al respaldo, tomar mi cara para que lo mirara; sus ojos eran dorados y estaba molesto " Kaoru, koishi. Te dije que yo te llevaba" En eso sonó su celular "nos vemos en el departamento" dijo. Colgó, para después pisar el acelerador hasta el fondo rechinando las llantas.
Tengo miedo. Kenshin maneja como si fuera un corredor de carreras de alta velocidad. Mis ojos están cerrados, temo abrirlos porque sé que si lo hago me marearé y vomitaré en la guantera del coche. Quizá debo hacer eso, eso haría que él se moleste, detenga el coche dándome la oportunidad de escapar.
Tardé más tiempo en pensarlo que en hacerlo ya que el coche se detuvo estrepitosamente. "Abre los ojos koishi, hemos llegado" Abro los ojos y sus labios están a poco de rozar los míos, mi cuerpo traicionero reacciona al querer acercarse. El me mira burlón y se aleja "No desesperes koishi, muy pronto vas a sentir el placer" Lo miro sin creerlo, mi cara está toda roja y siento una calidez en mi interior.
Baja del coche, lo rodea y abre mi puerta, vuelve acercarse a mí para quitarme el cinturón de seguridad. Yo estoy pegada al respaldo del coche pero él quiere seguir jugando y siento su lengua en mi cuello. Suelto un gemido "eres sensible, me encanta". Me molesta su actitud, lo empujo y se aleja, bajo del coche para correr y me da alcance. "No pequeña, mi departamento está acá" De un impulso me carga, me sacudo pero no sirve de nada me tiene bien agarrada "Bájame" le grito "¿Qué te crees?, Tu y yo no tenemos nada de qué hablar Idiota" Siento sus manos acariciar mis piernas "No sabes cómo me enciende tu actitud"
No entiendo a Kenshin, un momento es amable y al siguiente se porta todo altanero e irrespetuoso. No puedo creer que me haya sentido atraída a él.
Le sigo gritando que me baje sin resultado mientras entramos al elevador, del bolsillo de su pantalón saca una tarjeta y la introduce a la ranura del elevador, las puertas se cierran y tararea la canción de fondo, me molesta mucho que sepa cantar achhh!
Se detiene el elevador y se abren las puertas. Salimos del elevador y me baja, alcanzo a llegar al elevador pero las puertas se cierran, presiono el botón en vano ya que el elevador no abre. "Koishi, necesitas la tarjeta también para que suba el elevador" El escucharlo hace que me voltee para verlo que en su mano izquierda tiene la tarjeta.
Se acerca a mí para tomar mi mano pero me alejo, insiste hasta tomarme la muñeca y arrastrarme al sofá "Hermanito, ya llegamos!" grita ¿Qué, tiene un hermano? ¿No se supone que era hijo único?
Me sienta en el sofá y él se sienta frente a mí en la mesa central, abraza mis piernas con las suyas evitando escapar. Escucho pasos de alguien acercarse volteo y de la impresión casi me desmayo. No puede ser!
De mi lado izquierdo siento a alguien acercarse volteo y lo miro. No puede ser! Pero si es Kenshin, pero… Este Kenshin se sienta a lado del Kenshin altanero. Estoy impresionada que no puedo hablar. Sus ojos son color violeta, me miran con intensidad "Kaoru, sé que esto te sorprende pero no encontramos otra forma de que supieras mi… nuestro secreto" Toma mi mano y la acaricia tiernamente. Mientras siento unos dedos acariciar mi rodilla, dándome descargas eléctricas en todo mi cuerpo, sé que es el otro Kenshin. Por fin reacciono "Pero ¿cómo?... ¿Por qué?"
Contesta el Kenshin altanero "El cómo es cuestión genética" se rie para después ponerse serio "El por qué no es importante ahorita koishi. Te traje aquí porque quiero… queremos que seas nuestra"
"¿Qué?" le grito. El otro Kenshin le dice "Hermano…", "No Kenshin" contesta el de los ojos dorados, "estoy deseándola desde hace mucho tiempo, más desde aquella ocasión que me vio en la biblioteca y sé que tienes más tiempo que yo suspirando por ella, esperando hacerla tuya… nuestra"
Kenshin, el de los ojos violetas, me voltea a ver, con intensidad afirmándome que lo que dijo su hermano era verdad pero dura un instante porque volteó a ver a su hermano para reclamarle por haber confesado algo tan privado para él. Mientras tanto, yo me quedé viendo a la nada tratando de asimilar todo lo que está pasando. No es uno, son dos, su color de ojos es diferente, pero como… ¿por qué nunca lo noté?, la cicatriz es la misma, visten igual y los dos me desean que es lo que más me impresiona ya que desde hace mucho tiempo quería estar con Kenshin pero jamás pensé que el sintiera, que los dos sintieran lo mismo. Regreso a la realidad cuando la conversación se convierte en discusión, hablando más fuerte casi gritando. De pronto comienzo a recordar y acaricio la mano del Kenshin altanero, el que me dice koishi, haciendo que los dos dejen de hablar para mirarme y tener su atención
"Tu usas lentes para que nadie note tus ojos dorados". No pregunto, estoy afirmando. "Tú eras quien estaba con Tomoe en la biblioteca", no él señalando a su hermano. El de los ojos dorados me mira con intensidad, toma mi mano y mordisquea mi dedo índice, asiente con la cabeza para después decirme "no sabía porque le gustabas a mi hermano hasta aquella ocasión que en vez de ver tu tristeza, vi el coraje y el deseo en tu interior. El ver tu decepción me hizo darme cuenta de mi error y desde aquella vez que tengo tantas ganas de besarte y hacerte mía que no habrá poder humano y ni siquiera mi hermano que evite que lo logre esta noche" Sus palabras me hicieron que me ruborizara, me temblaran las piernas y me quedara sin respiración. Quise hacerme la dura pero no pude, después de eso apenas tuve la entereza de no decir nada y ver al de los ojos violetas que me miraba con la misma pasión que su hermano.
Volteo con el otro Kenshin. "Tú estabas hace rato en la biblioteca,¿ no es verdad?, Tú eres quien muerdes el borrador del lapicero cuando estás muy concentrado" El se sorprende por lo que le digo pero su mirada inspira ternura, toma mi otra mano para besar mi palma, eso me hace estremecer "Kaoru, tú te muerdes la lengua cuando estás concentrada leyendo un libro y lo haces de una manera que me atrae hacia ti como un imán, siempre debo golpearme la cabeza para poder reaccionar antes de ir a ti y besarte con locura"
No sé que decir ante esto, yo le atraía a Kenshin no puedo pensar, ni tener lógica y claridad sobre todo cuando los dos continúan acariciándome abarcando más y más. Siento sus manos en mis piernas, en la parte interna de las rodillas haciendo que siente cosas que jamás he sentido: deseo, placer, no puedo evitar cerrar los ojos para intentar sentir más. Siento que uno de ellos está a mi lado, su respiración en mi oreja, mordisquea mi lóbulo su mano en mi vientre tratando de abrir los botones de mi camisa, siento su boca en mi cuello y me lame continuando con sus caricias para regresar a mordisquear mi oreja. Al mismo tiempo siento otras manos en mis piernas, siento el rose que se acerca a mi interior y una calidez nueva para mi en mi centro. De pronto tengo miedo, lo que me hace abrir los ojos para mirarlos y tratar de entrar en razón.
" No puedo, no debo, esto no está bien" Quiero zafarme de ellos pero no me dejan, uno de ellos me besa en los labios, me recarga al respaldo del sofá, sus manos en mi cuello mientras que el otro me quita la blusa acariciando mi pecho sobre el brassiere blanco de encaje. Quiero y no quiero que se detengan, quien me besa mordisquea mi labio para tener acceso siento su lengua dentro de mí. Eso hace que gane el deseo sobre la razón. Desde hace tiempo quería estar así, pero nunca pensé que fueran a ser dos.
Ahora siento labios y aliento en mi pecho, me mordisquea y me lame un pecho mientras acaricia el otro, gimo aún y cuando me sigue besando. Estoy encendida, no quiero que paren, quiero saber quien me besa y quien me acaricia cuando siento caricias y besos en mi estómago, en mis piernas y en mi interior.
"Tan hermosa, tan receptiva" escucho que dice uno cuando introduce un dedo dentro de mí, no puedo evitar sentir y gritar "Ah, ah mmh" "Te sientes estrecha amor" Escucho cuando Kenshin me besa mientras el otro me sigue acariciando en mi centro. La intensidad y el calor en mi interior aumenta y no puedo evitar sentir más grito y gimo a la vez, derramo lágrimas "por favor" les digo a los dos "Así koishi, llega, termina por mí" eso hace que grite más para sentir mi primer orgasmo, algo que nunca pensé que fuera a experimentar con él.
Esto supera mis fantasías. Estoy agotada y completamente desnuda, uno de ellos, el de los ojos violeta me carga. "Ahora iremos a la habitación" lo abrazo y llegamos ahí para dejarme en la cama. Veo como los dos se desnudan. Los dos tienen cicatrices y quemaduras en su espalda, voltean y los veo completamente desnudos. Me ruborizo y me quiero esconder debajo de las sábanas, jamás había visto un hombre desnudo en vivo, siempre en fotografías o videos. No puedo evitar pensar que no les voy a poder dar placer. Veo que traen puesto un condón. Se acercan a mi para volver a besarme y acariciarme. Lo que siento es fuerte, intenso, respondo a sus caricias, atraigo uno hacia mi para besarlo mientras el otro desciende a mi centro para besarme.
Es mucho lo que siento y es tan intenso que vuelvo a llegar, "Estás lista amor" uno se pone detrás de mi, me acomoda en su pecho mientras el otro se acomoda en medio de mis piernas, es el de los ojos violeta "Esto sólo dolerá un momento" me besa para después sentir como entra lentamente en mi "Eres tan bella y tan estrecha" Mientras lo siento más en mi interior más me duele, grito del dolor pero el otro Kenshin, de los ojos dorados me besa y acaricia mi pecho con sus dos manos. Sus caricias hacen que el dolor se me pase para sentir placer "Así koishi, siente" me dice en susurros. El otro Kenshin comienza a moverse con lentitud y yo siento placer, quien está dentro de mi toma mis manos como soporte para tomar impulso, el ritmo es lento al principio pero va en aumento, gimo, me muevo "Si… así, más… se siente bien" Escucho gemir al otro Kenshin, vuelvo a perder el sentido de saber quién es quien. El ritmo se acelera más, siento que voy a llegar, las caricias en mi pecho no se detienen hasta que vuelvo a sentir el placer absoluto y los labios de Kenshin en los míos. No me dan descanso ya que al que siento ahora es el kenshin de los ojos dorados, mientras el otro besa mis caderas y lame mi ombligo. Escucho su voz "koshi, así koishi, tan húmeda, yo sé que esto te encanta" y es así, me encanta y quiero sentirlo más en mi interior. El de los ojos violetas acaricia mi clítoris mientras me besa, los dos toman turnos para besarme en los labios y mordisquear mi pecho comienzo a decir "Si, así Kenshin" cuando el de los ojos dorados disminuye el ritmo se acerca a mi oreja, siento su aliento "Battousai, koshi. Cuando esté así dentro de ti me dirás Battousai si no quieres recibir un castigo" me dice para después mordisquearme los labios. Comienza a moverse más rápido, el de los ojos violeta vuelve a besarme "amor, yo soy kenshin" para después introducir su lengua en mis labios jugando con mi interior al mismo tiempo que Battousai está en mi. El calor se intensifica, mis sentidos se expanden "Battousai, ahhh" grito más fuerte, las caricias de kenshin y el ritmo de Battousai en mi centro hacen de que sienta placer otra vez. Siento que Battousai llega también, se pone sobre mí para besarme, se detiene para darle espacio a Kenshin para que también me bese. Uno de ellos, se levanta de la cama para ir al baño, escucho el correr del agua. Regresa y trae una toalla húmeda se acomoda entre mis piernas y comienza a limpiarme con tanta calma y reverencia, como si yo fuera un gran tesoro. El otro toma otra toalla para secarme, soy sensible a sus caricias, vuelvo a reaccionar pero estoy agotada. Los dos me miran con pasión y deseo, se que quieren volver a estar en mí pero también noto su preocupación. Tiran las toallas en el piso para después acomodarse a mi lado, me cubren con la manta y con sus brazos. Es la primera vez que me siento protegida, mimada. Los dos me acarician los brazos, mi rostro, cruzan sus piernas con las mías. Si esto es un sueño, no quiero que nadie me despierte.
Los dos me dejan descansar un tiempo para después volver, la promesa de Battousai se cumple varias veces y Kenshin también es codicioso conmigo y con mi placer.
Es en los ratos de descanso que conozco más su historia, porque por protección deben aparentar ser uno sólo y como de ser juego un juego de niños llegó a volverse serio cuando atentaron contra ellos y que en un intento de secuestro, quemaron la casa, lograron salir pero con quemaduras en su cuerpo siendo Battousai el más dañado. Por eso su padre optó por declararlo muerto quedando un sólo Kenshin. "Mi verdadero nombre es Shinta" me susurró Kenshin al oído para después besarme. " ¿Y la cicatriz?" pregunté Kenshin fue quien me respondió "Shinta se lo hizo al pelear con el ex novio de Tomoe, para seguir con la farsa me tuve que hacer la misma cicatriz" acaricié la cicatriz de Kenshin para después besarlo. Los miré a los dos "¿es malo sentir algo por los dos?" "¿Qué sientes koishi?" preguntó Battoussai mientras me acariciaba "atracción, deseo, amor" contesté. Los dos me miraron y contestaron al mismo tiempo "yo siento lo mismo" para seguir amándonos hasta el amanecer.
Desde entonces hemos estado juntos. Nadie ha notado que son dos, su secreto sigue a salvo entre pocos. El club de admiradoras de Kenshin se deshizo desde que me amenazaron y recibieron una advertencia de Battousai de dejarme tranquila.
Los libros de la sección abandonada de la biblioteca son testigos del placer que siento al estar con uno u otro, juegan conmigo, me incitan a portarme mal y yo acepto. Estoy con el origen de mi placer y felicidad y lo tengo por partida doble.
FIN
(ustedes deciden si quieren la versión del... los kenshin jojo)
