La enorme casa de los Cullen estaba completamente a oscuras.
Todos habían salido de cacería, Rosalie se encontraba sola en su habitación con una revista de modas en las manos, no sentía la necesidad de alimentarse esa noche.
Escuchó el suave sonido del piano escaleras abajo, pensó que sólo era su imaginación.
Después de unos minutos, siguió escuchando lo que claramente era la canción favorita de Esme, y decidió bajar las escaleras con cuidado.
Se sorprendió al ver a Edward frente al piano, completamente absorto. Bajó un par de escalones más y se quedo apoyada en la barandilla, escuchando como la canción de Esme se iba desvaneciendo.
Empezó otra melodía, un poco melancólica, pero muy hermosa.
Se sentó en el escalón a escuchar la bella canción que interpretaba Edward, nunca antes la había escuchado, cerró los ojos para concentrarse aún más en las dulces notas del piano.
Volvió a abrirlos cuando terminó con una nota aguda pero armónica, y se levantó para no molestar a su hermano.
¿Rose?-murmuró él cuando ella puso un pie en el escalón superior.
¿Sí, Edward?-respondió, sin moverse.
Esa es tu canción-le dijo, volteando para sonreírle.
Gracias, Edward...
De haber sido humana, las lágrimas habrían salido por sus ojos, y dibujó una pequeña sonrisa en sus labios, pocos momentos la habían conmovido de esa manera.
Twilight: Stephenie Meyer
