Fairy Tail no me pertenece.
Fic para la actividad de ritual de iniciación del foro Cannon Island.
Lo que me gusta… y lo que no.
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Le gusta: Elogiar
Si tuviéramos que decir sobre algo que le gusta a Jellal Fernandez era que le gustaba admirar todo de Erza, absolutamente todo.
Por eso ahora que ella estaba de pie frente a ellos junto a Mirajane hablando de todo lo que había ocurrido con Tartaros… bueno el peli azul no estaba prestando la debida atención.
Y es que desde que había llegado el chico de inmediato había pensado ¿Cuánto tiempo tenia que no la veía? Porque podría jurar que se veía más hermosa que nunca.
Casi podía comparar el brillo de sus ojos con los resplandecientes rayos de sol que se colaban entre las hojas de los arboles, igual de cálidos a pesar de que su mirada solo demostraba lo fiera que era esa mujer. También miro sus labios y entonces las yemas de sus dedos cosquillearon, deseando acariciarlos y sus labios se entreabrieron casi saboreándolos.
Por último se fijo en su cabello que ahora llevaba recogido en una coleta y Jellal amaba cuando se peinaba así porque sus sonrosadas mejillas se veían preciosas.
-¿Qué opinas Jellal? – la voz de Meredy hizo que se saliera de sus pensamientos, parpadeo un par de veces no entendiendo y la peli rosa suspiro. – olvídenlo, al parecer Jellal cree contemplar la belleza de Erza es más importante que nada.
Jellal la fulmino con la mirada pero ella no se inmuto, se levanto caminando con Mira y ambas se perdieron de su vista rápidamente, vio a Erza sonrojarse por el hecho de haber quedado solos; el peli azul se levanto y se acerco a ella.
No pudo evitar que su mano se moviera sola acariciando sus mejillas y encontrando que quizá ver los sonrojos podría convertirse en uno de los mayores placeres en la vida. Se miraron por unos momentos y fue Jellal quien sonrió primero, a lo lejos el grito de Meredy indicándole que era hora de irse le hizo fruncir el ceño pero al regresar su mirada a Erza el enojo se desvaneció.
-Ya deben irse – susurro ella con melancolía y Jellal solo pudo asentir. Su mano tomo un mechon escarlata de ella y su sonrisa se hizo más grande.
-Te vez linda de coleta.
Y después siguió su camino dejando atrás a una Erza sonrojada y sonriente. Jellal la miro de reojo y también sonrió, por que amaba deleitarse con la belleza de Erza, con cada cosa que ella tenía y era, porque simplemente no terminaría si tuviera que decir todo lo que podría gustarle de ella.
Por eso cada que le vería le diría algo diferente, porque si existían tantas cosas que le gustaban de ella era mejor hacérselas saber y ver como ella se sonrojaba por ello.
Tal vez era que también amaba la manera en la que ella reaccionaba cuando ella le elogiaba.
Tal vez por eso a él le encantaba elogiar, y que mejor si era a ella.
