Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, lamentablemente ( O afortunadamente, como lo quieran ver).


Habían pasado tres meses desde que estaban saliendo, al menos oficialmente. Antes de eso estaba ese extraño periodo gris en el cual Sting prefería no pensar. Lo importante era que todo salió bien al final. Y, dado que todo salió bien, ahora podía ocupar su mente en otros asuntos que, si bien le habían interesado desde el comienzo, había pospuesto en beneficio de problemas más importantes.

Por ejemplo, ahora que observaba a su novio durmiendo en el sofá, no podía evitar preguntarse cuál era la historia detrás de la cicatriz que adornaba su nariz. Era un lugar extraño después de todo, sobre todo si consideraba la forma de esta.

Sintió la tentación de acariciar la curiosa marca que tantas dudas le causaba pero lo más probable es que eso hubiera despertado al durmiente y no era su intención que eso pasara. No después de todo lo que le costó convencerlo de que tomara una siesta a medio día.

Estaba haciendo un buen trabajo evitando que se sobre exigiera, o al menos eso opinaba él. Rogue insistía en que lo dejara en paz, aunque al final siempre terminaba haciéndole caso.

Suponía que eso era bueno, así como también era bueno el de hecho de que estuviera aprendiendo a distinguir cuando el otro estaba molesto de verdad y cuando solo fingía estarlo.

En base a su experiencia, intuía que probablemente estaría molesto de verdad si lo despertaba por una tontería como esa. Así pues, resistió la tentación y decidió aguardar por una oportunidad mejor.

Dicha oportunidad jamás llegó, así que, siguiendo su naturaleza, optó por la confrontación directa.

"¿Rogue?" Preguntó un día justo en medio de la comida, que habían decidido tener en casa.
"¿Hm?"
"¿Cómo te hiciste la cicatriz en la nariz?"

Cuando el otro escuchó la pregunta, estuvo a punto de escupir la comida, mientras súbitos recuerdos inundaban su mente.

"¿A qué viene la pregunta?"
"No sé, siempre he tenido curiosidad"
"No me acuerdo"
"Oh… ¡Oh! ¿Me estás mintiendo?"
"Claro que no"
"¡Me estás mintiendo! ¿Por qué no me quieres decir?"
" No es algo importante"
"Dimeeeeee. Quiero saber"
"No puedes tener todo lo que quieres"
"¡Dime! Puedo decirte como me hice la mía"
"No me intere…"
"Me cayó un frasco de galletas en la cara"
"¡¿Qué?!"
"Ahora si quieres saber, ¿cierto? Te cuento si me dices"

Sting sabía que lo había atrapado. Podía no parecerlo pero era casi tan curioso como él mismo, sólo que lo ocultaba mejor. Estando los dos solos, dudaba que pudiera resistirse a una historia tan prometedora. Sólo tenía que esperar un poco más y…

"Está bien…" Fue la respuesta a su proposición, como bien sospechaba.
"Bueno, pues resulta que mis padres pretendían reducir mi consumo de galletas ya que pensaban que podían hacerme mal si comía demasiado. Así que decidieron ponerlas sobre la alacena, donde alguien tan pequeño no podría alcanzar. O al menos eso creían."
"¿Por qué no me sorprende?"
"Cuando descubrí que las habían puesto allí, esperé a que no estuviera ninguno de ellos cerca y llevé una de las sillas del comedor hasta la cocina. Como incluso con la silla no alcanzaba, tuve que ponerme en puntillas y sacar el frasco con la punta de los dedos. El problema fue que no calculé el peso y no pude sostenerlo, así que me cayó encima, en plena cara."

Rogue dejó escapar una risilla antes de comentar
"Supongo que tus padres no estaban muy contentos"
"Bueno, se asustaron primero, había un montón de sangre por todos lados, pero al final no fue para tanto" Respondió Sting con una sonrisa culpable "Solo tuvieron que ponerme tres puntos"
"¿Te parece poco?"
"Lo peor de todo es que después comenzaron a esconder mejor las galletas"
Rogue negó con la cabeza lentamente, con una expresión divertida.

"Ahora es tu turno"
"¿Mi turno de qué?"
"Rooooogue, prometiste que lo harías"
"Yo no prometí nada" Dijo el joven levantándose de la mesa.
"¡No huyas!" Sting fue tras él, derribándolo sobre el sillón y atrapándolo allí "Dime"
"¡No! Te vas a reir"
"No lo haré"
"Si lo harás"
"¡No! Dime o no te dejaré salir"
"Bien" se rindió Rogue después de pensarlo unos momentos
"¿Y entonces?" Insistió el rubio tras unos segundos de espera. El otro respondió algo pero, como tenía el rostro escondido tras uno de los cojines, no pudo entender nada. "¿Que dijiste?"
"Me choqué con un árbol" Fue la respuesta, esta vez más clara.
"¿¡Qué!?"

"Eso"
"¿Cómo te chocaste con un árbol lo bastante fuerte como para dejar una cicatriz?"
"Iba en bicicleta"
"¿¡Que!?"
"Eso" Rogue alejó su rostro del improvisado refugio en el cojin y se quedaron mirando a la cara por unos momentos, hasta que Sting no pudo controlarse más y estalló en carcajadas. Rogue soltó un gruñido y se lo quitó de encima de un empujón, enviándolo al suelo donde se siguió riendo.
Por supuesto que se iba a reír.


Es el Stingue Weekend en tumblr y esta vez no me pude detener :P

Este OS debería ir tras el final de Sputnik, mi amor (mi otro fic) pero dado que no está ni cerca de terminarse, traté de hacerlo lo más neutral posible... En fin :P