En el reino Takenouchi reinaba la pobreza, debido al mal tiempo las cosechas de los pueblos pertenecientes al reino no eran muy buenas, la sequía hacía que los hermosos jardines tomaran un color mas café, alejando con esto a los ricos que pasaban y se quedaban unos días, así que el turismo tampoco daba frutos
El rey era una persona amable, se esforzaba por sacar adelante su pueblo, lamentablemente su preocupación causaron que se enfermara, sabía que si no se calmaba pronto moriría, pero como calmarse, su gente se moría de hambre. Para empeorar la situación, los reinos vecinos se enteraron de la mala condición de Takenouchi y planeaban pelear para invadir el reino
La reina era una persona desagradable, le gustaba hacer sufrir a la gente a espaldas de su marido, le gustaba visitar los poblados y elegir personalmente a sus victimas. Corría el rumor que a veces llegaba al poblado, reunía a todos los hombres y se llevaba a los que le gustaban para estar un rato con ellos, si la complacían los dejaba como sirvientes en el castillo, si la defraudaban terminaban torturados en los calabozos
Todos hacían lo que ella decía por miedo, solo un hombre se había atrevido a contradecirla, no quiso ir con ella, a la mañana siguiente encontraron su cuerpo descuartizado junto con el de toda su familia
Su hija era una hermosa jovencita llamada Sora, tenia 16 años, de cabello rojizo y con ojos del mismo color, tenía una linda figura ya que le gustaban mucho los deportes, era una persona amable y alegre, pero tenía un carácter fuerte, si se enfadaba podía llegar a ser mas cruel incluso que su mamá
Los reyes creían conveniente casar a su hija lo mas rápido posible, para alejarla de la tormenta que se avecinaba, el elegido era un príncipe llamado Tai Kamiya, un joven castaño de cabello alborotado, de la misma edad de Sora, era bien parecido pero tenía problemas con su ego, creía que nadie podía ser mejor y si descubría que alguien trataba de superarlo lo mataba
Sora y Tai no se llevaban bien, casi nunca se hablaban, se decía que el joven príncipe estaba enamorado de alguien mas, que por ese motivo le desagradaba la idea de tener que casarse con Sora. A ella simplemente le caía mal, no lo aguantaba, así que no quería casarse con él
Sus padres acordaron todo, y por la oposición de sus hijos la boda se planeo en 3 años, en los cuales, esperaban con ansia el momento en el que se enamoraran
En un poblado a las orillas del pueblo vivía Matt Ishida, un joven de 16 años, un guapo rubio que tenía unos enormes ojos azules que hacían suspirar a cualquier chica que lo viera pasar, era muy agradable, a pesar de ser un imán de miradas femeninas no se sentía la gran cosa, ni siquiera había tenido novia y mucho menos besado a un chica, su familia era dueña de una pequeña posada, pero debido al mal tiempo no habían tenido mucha clientela, casi nadie se hospedaba ahí, solo una que otra mujer lo hacía para poder ver al joven pasar a su lado, lo cual era muy raro por la condición en que todos se encontraban. Para ellos era muy duro pues tenían que mantener a Matt y su pequeño T.K., que era un jovencito un poco mas joven que el otro, también era bien parecido pero no causaba tanto escándalo como su hermano
Sabían que era egoísta pero sus padres esperaban que el atractivo de su hijo mayor le permitiera casarse con alguna mujer rica, no importaba la edad, incluso deseaban que fuera vieja, de esa manera no esperarían mucho el que se muriera y heredaran toda su fortuna.
Nada de esto lo sabía su hijo, pero aunque lo supiera ellos sabían que no podría negarse, como hijo mayor tendría que ayudar a la familia a salir del hoyo en el que estaban metidos
Un día una señora como de unos 40 años se hospedo en la posada, su nombre era Tachikawa, lucía muy elegante, así que los padres de Matt no perdieron la oportunidad y le pidieron a su hijo la atendieran alegando que estaban muy ocupados
Matt se dirigió a la Sra. Tachikawa, pensó que era muy guapa, ocultaba sus arrugas con maquillaje, así que aunque pareciera de 40 probablemente fuera mas vieja, llego a la mesa donde se encontraba y le sonrió, provocando que la señora se sonrojara
Matt: Buenas tardes ¿puedo ayudarla en algo?
Sra. Tachikawa: (En voz baja) en lo que se te antoje guapo
Matt: ¿disculpe?
Sra. Tachikawa: (avergonzada) quiero decir, a… me… me gustaría un cuarto, si, un cuarto
Matt: ¿Con cuantas camas?
Sra. Tachikawa: (sonriendo seductoramente) una es mas que suficiente
Matt: ¿Cama individual o matrimonial?
Sra. Tachikawa: Matrimonial, (mirando a Matt fijamente) no quieres que me caiga de la cama o si cariño
Matt: (un poco nervioso) ¿Cuántos días planea quedarse?
Sra. Tachikawa: pensé que 2 estarían bien pero ahora creo que me quedare mas tiempo, todavía no se cuanto
Matt: No se preocupe, la cuenta la puede pagar antes de irse, quiere ver alguno de los cuartos
Sra. Tachikawa: Solo si tu me lo muestras (después de decir esto le guiño un ojo)
Matt: ¿el cuarto?
Sr. Tachikawa: Si el cuarto, aunque si quieres enseñarme otra cosa…
Matt: ¿podría esperar un momento?
Sra. Tachikawa: Todo lo que quieras
La Sra. Tachikawa no le aparto la vista mientras el joven se alejaba, esto lo incomodaba mucho, no le gustaba que le hablaran de esa manera, sentía como si quisieran comérselo en ese momento. Entro a un cuarto en el fondo de la posada en donde estaban sus padres platicando, en cuanto abrió la puerta sus padres lo miraron nerviosos
Sr. Ishida: ¿Va a hospedarse?
Matt: Si, pero yo no la quiero atender, ¿puede ir alguno de ustedes?
Sr. Ishida: ¿Por qué? Creí que querías ayudarnos a atender el lugar
Matt: Pero esa señora no me agrada, me mira muy raro, su sonrisa me pone algo nervioso
Sra. Ishida: (saltando de felicidad) le gustas, le gustas, ¿creen que tenga mucho dinero?
Sr. Ishida: Por la ropa que usa yo diría que sí, no debe ser de por aquí
Matt: ¿De que están hablando?
Sr. Ishida: Matt, es hora de que nos ayudes, como sabes no tenemos mucho dinero, si no quieres que el rey nos quite nuestra posada por falta de pagos debes cooperar con nosotros
Matt: Si quieres puedo conseguir un empleo, o puedo pedir dinero mientras toco algún instrumento, o puedo hacer mas publicidad para la posada
Sr. Ishida: No Matt, quiero que hagas otra cosa
Los señores Ishida miraron fijamente a su hijo, lo miraron de manera seria, como cuando lo regañan por algo, esa mirada puso nervoso a Matt
Matt:… ¿Qué… quieren… que haga?
Sr. Ishida: Vas a ir con esa señora y la trataras lo mas educado que te sea posible, como si fuera la única persona que vale la pena en este mundo
Matt: (un poco aliviado) no te preocupes, yo soy educado, especialmente con la gente mayor
Sr. Ishida: (acercándose) No entiendes, queremos que seas mas…
En ese momento se abrió la puerta, por la que entro T.K., al ver a su padre casí encima de su hermano puso cara de confusión
T.K.: ¿Sucede algo malo?
Sra. Ishida: Guarda silencio T.K., estamos hablando de algo muy delicado
T.K.: (emocionado) ¿Puedo escuchar?
Sr. Ishida: Si, será mejor que estés al tanto de todo, así no interferirás
Matt: Me estas asustando, ¿En que no puede interferir T.K.?
Sr. Ishida: (tomando a su hijo mayor por los hombros) eres un joven de 16 años, atractivo y simpático, por la condición económica en la que estamos es mejor que te cases rápido
T.K.: ¿Vas a casar a Matt? ¿Con quien?
Sr. Ishida: Yo no voy a casar a Matt con nadie, no por ahora, quiero que atiendas a esa mujer muy bien, quiero que le coquetees, ya sabes, háblale bonito, que te dediques a ella las 24 horas, ¿entiendes?
Matt: pero…
Sr. Ishida: Nada de peros, esto es una orden, tienes que casarte con ella
Matt: ¿y si no quiere?
Sr. Ishida: La convences
Matt: ¿Cómo?
Sr. Ishida: No sé Matt, te la llevas a la cama
Sra. Ishida: QUERIDO
Sr. Ishida: Solo si es necesario, si ella no esta muy convencida, tal vez así decida casarse con él
Matt: ¿y si no quiero?
Sr. Ishida: Entonces te recluto como criado en el palacio, tal vez a la reina le guste carne fresca en su cama. Ahora vete, ya tiene mucho rato esperando ahí sentada, anda
Matt: No quiero, papá, hay otras maneras, puedo conseguir un empleo, dos, hasta tres, podría trabajar incluso toda la noche, no hay necesidad de venderme
Sr. Ishida: No te estoy vendiendo, pero es la única solución, no hay nadie en el reino que quiera contratarte, no pueden pagarte
Matt: ¿Pero que tal si ya esta casada?
Sr. Ishida: La gente rica siempre llena de dinero a sus amantes, puedes convertirte en el suyo
Matt: Papá, esa señora puede ser mas vieja que mi mamá
Sra. Ishida: Matt yo no soy vieja
Sr. Ishida: Ya basta de discusión, si no quieres que te haga entender a golpes ve a atender a esa señora
T.K.: Yo quiero ser el padrino de bodas
Despues de dedicarle una mirada escalofriante a su hermano, Matt salio del cuarto
Mientras tanto, por todo el castillo se podía escuchar los gritos de la joven princesa
Sora: NO QUIERO, NO QUIERO, NO QUIERO
Sirvienta: ya señorita, por favor, deje de gritar así, su padre se enfadara
Sora: Que me importa, yo no quiero casarme con "mister perfección", NO QUIERO, NO QUIERO
Reina: ¿No crees que te estas portando de manera infantil? Es lo mejor para el reino, si te casas con ese príncipe su reino nos protegerá de cualquier guerra, además nos brindara sustento económico para superar nuestra condición ¿No querías lo mejor para el pueblo?
Sora: Si, pero yo no lo amo, ni siquiera me gusta
Reina: Creme hija, no necesitas amor en un matrimonio, esas tonterías déjalas para los cuentos de hadas
Sora: ¿Tu nunca amaste a papá?
Reina: ¿Yo? ¿amar a tu padre? No digas tonterías, nunca estuvimos juntos por amor, solo por conveniencia
Sora: ¿Por eso traes a cuanto inútil se te cruza para acostarte con él?
Reina: Esos son los privilegios de saber lo que uno quiere y controlar la situación, olvídate del amor, además, ¿Crees que tu padre no trae a cualquier gata para revolcarse?
Sora: Papá no es así, ni yo tampoco
Reina: Como quieras, solo te digo que no tienes otra opción, te casaras con él
La reina salio de la habitación, Sora se sentía decepcionada, ella sabía que sus padres no se querían pero pensó que antes se amaban, ahora solo le quedaba resignarse y casarse con Tai
