En un segundo se esfuma mi vida. Mi felicidad, mi corazón se despedaza. Se esfumó la vida que de nuevo retomábamos tras sernos prohibida doce años atrás, a causa de la mentira que nos privó de todo lo que disfrutábamos. Nos robaron nuestros días juntos, nuestras noches a solas, tu compañía bajo la influencia de la luna, tu sonrisa, tus increíbles ojos y el roce de tu piel bajo las sábanas frías de las noches de invierno.
A penas un par de años más a tu lado no son suficientes para mi.... hubiera estado contigo toda mi vida. Por siempre. Acompañándote en la muerte... pero no. Me dejaste solo. Te fuiste antes, demasiado pronto.... Demasiado.
Cuando por fin habías conseguido la "libertad". Una libertad entre rejas doradas, pero al menos entre ellas, tu eras mío, y estabas vivo y a salvo.
¿Y ahora que? ¿Qué puedo hacer yo sin ti? Si sin tu resplandor me pierdo en la oscuridad de la luna, si ¡si no te tengo no soy nada!
Es injusto. La vida es injusta. Que sin más te arranquen el corazón para pisotear tus ilusiones rotas, y se esfume la felicidad ante la presencia del dolor al ver como la persona a la que amas muere delante tuya, sin poder hacer nada, sin poder seguirte allá a donde vas.... Sujetando con un brazo el horror de la soledad y con el otro mi propio estómago que se estremece ante la terrorífica idea de que te he perdido para siempre.
"Dios... ¡¡¡¡No!!!! Dios..... ¡¡¡SIRIUS!!!"
Mis palabras se ahogan en mi garganta, atrapadas bajo el nudo que aparece ante las contenidas lágrimas. Mientras tu cuerpo desaparece. Quiero seguirte y estar contigo hasta en la muerte.... pero no debo. Debo velar por el futuro de todos. Guiar al que acabará con la oscuridad, apoyarle y ayudarle.
Pero sin duda, algún día volveremos a estar juntos. Nos reuniremos de nuevo y ya nadie podrá separarnos jamás.
