Summary:

Bella se muda a Phoenix para estudiar en la universidad. En seguida conocerá a Edward, el chico guapo de la universidad que sueña con ser famoso médico y con Jacob, el mejor amigo de Edward y que quiere ser un simple mecánico para seguir con el negocio familiar. ¿Qué camino elegirá Bella?

Los personajes no me pertenecen, yo sólo me dedico a jugar con ellos.


Fireflies.


BPOV.

-Buenos días chicos. –Dijo un profesor bastante joven y guapo. Era moreno con el pelo rizado y bastante musculoso. –Soy Emmet Mccandy y seré vuestro profesor de derechos constitucional. Los libros que os tenéis que comprar están puestos en el tablón para cualquier duda que tengáis ya sabéis donde estoy. Estoy seguro de que les contareis a vuestros nietos que vuestro mejor profesor fue el que os daba derecho constitucional. –Dijo con una risita haciendo que nosotros también nos riésemos. –Seréis más pesados que vuestros abuelos con las batallitas de la guerra. –Ahora sí nos reímos más personas, está clase tenia buena pinta.

-No sé si les contaré que era el mejor, pero que era el que estaba más bueno, fijo. –Dijo la chica que estaba al lado mío haciendo que me riese. -¡Eh, no te rías! ¿Tú no se lo contarás? –Dijo con una pequeña risita.

-Claro que sí. –Y entonces por primera vez la miré. Me sonaba mucho su cara y a ella parece que le pasaba lo mismo pero ninguna de las dos caíamos de que nos conocíamos hasta que un click le sonó en su cabeza y yo, claramente, lo noté.

-¡Bella! –Dijo mientras me abrazaba haciendo que algunas personas se girasen para mirarnos mal, por suerte estábamos demasiado lejos como para que el profesor nos escuchase.

-Eh, hola. –Dije sin saber qué hacer. Me sentía mal, fuese quien fuese la chica ella se acordaba de mí y yo de ella no…

-No sabes quién soy. –Dijo separándose un poco. –Tranquila es normal. Soy Angela Weber. –En cuanto pronuncio su nombre no pude evitar que una lágrima se me escapase y la abrazará. Angela era mi mejor amiga de la infancia, pero cuando mis padres se divorciaron yo me fui de Forks. Realmente no tuve un hogar fijo, nos solíamos cambiar cada poco tiempo por el trabajo del nuevo marido de mi madre, no me importaba el mudarme pero era demasiado agotador, así que decidí irme a vivir sola cuando empezase la universidad, y eso mismo hice, pero no esperaba encontrarme con mi mejor amiga de la infancia aquí.

-¿Qué tal todo? –Le pregunté sin apartar la vista de ella, ¡es que no me lo podía creer!

-Genial. Te tengo que contar un millón de cosas. –En ese momento el profesor pasó cerca de nuestra mesa y nos miró con una cara de esas que hace que te calles por el resto de la clase.

No veía cuando la clase se podía acabar, tenía demasiadas ganas de poder hablar con Angela de todo lo que le había pasado estos años. En cuanto terminó la clase recogimos nuestras cosas y salimos escopetadas al pasillo.

-Cuéntame. –La dije ansiosa.

-¡Tengo novio! Ha venido aquí conmigo. Se llama Ben te va a encantar. –Dijo con una gran sonrisa en la cara que no pude evitar devolvérsela. –Mis padres están bien y quedan bastante con tu padre. Ahora cuéntame algo de estos años.

-La verdad es que hay poco que contar. –Dije poniéndome un mechón de pelo detrás de la oreja. –No he tenido residencia fija durante estos años por el trabajo del nuevo marido de mi madre. Estoy aquí sola y no tengo novio.

Hablamos durante unos minutos más sobre cómo nos había ido estos años y dándonos los números de teléfonos. Después cada una se fue para su clase, que por desgracia no era la misma.

¡No me lo podía creer! Había encontrado a mi mejor amiga de la infancia, a la que daba por perdida.

-¿Has visto a Edward? ¡Esta como un queso! –Dijo una chica que andaba detrás de mí sacándome de mis pensamientos. ¿Cómo un queso? Me tuve que morder el labio para no reírme.

-Jess, está es nuestra clase. –Dijo la chica que iba con ella y metiéndose en una clase de primero, también eran nuevas. En cuanto desaparecieron por la puerta me reí de su comentario, realmente no conocía al Edward ese pero que una chica de dieciocho años dijese que estaba como un queso como un preadolescente era bastante ridículo.

De repente me choqué con un chico haciendo que todo lo que llevábamos en las manos se cállese.

-Lo siento. –Dije algo nervioso. – Estaba despistada.

-No pasa nada. –Dijo el chico haciendo que le mirase y solo pudiese ver su pelo color cobre. –Los dos íbamos despistados. –Dijo mirándome y haciendo que me perdiese en esos ojazos verdes que Dios le había dado.

-Sí. –Dije con una risita nerviosa que consiguió que me insultase a mi misma en mi mente llamándome de todo mientras me ponía de pie y me moría de la vergüenza.

-¿Eres nueva, no? –Preguntó mirándome fijamente a los ojos haciendo que apartase mi mirada.

-Sí, primer año. ¿Hacéis muchas novatadas? –Pregunté inocentemente haciendo que se riese.

-No lo sé, yo también soy nuevo. –Dijo pasándose una mano por el pelo haciendo que mirase su reloj y viese la hora que era.

-Lo siento. Me tengo que ir, llego tarde a clase. –Dije mientras salía corriendo y dejaba al chico plantado en mitad del pasillo.

El primer día de economía llegue a una conclusión, odiaba economía. Nunca se me dieron demasiado bien los números y creo que eso no iba a cambiar este año. La clase no se me pasó lo suficientemente rápida, pero en cuanto se terminó salí lo más deprisa que pude a la siguiente clase.

Me costó demasiado encontrar la siguiente clase, entré medio segundo antes que el profesor, y por desgracia me tuve que sentar entre las primeras filas. La clase se me pasó bastante rápido, era bastante entretenida y bonita, estaba segura de que se me iba a dar bastante bien. Cuando se terminó la clase no salí disparada como en las dos clases anteriores, fui más tranquila. La siguiente hora era la de la comida, es decir hora libre.

Cuando salí de clase vi apoyado en la pared de en frente con el chico que me había chocado. Parecía un chico de esos que solo ves en las revistas que sale solamente con unos calzoncillos y mirando fijamente a la cámara. No pude evitar sonreírle y él me la devolvió.

-Así que la señorita despistada va a mi misma clase. –Dijo cuando pasé cerca de él.

-¿Tú también vas a derecho constitucional? –Le pregunté.

-Sí, estaba sentado detrás de ti, más o menos. –Dijo algo tímido.

-Ah, pues no te había visto, la verdad. –Le dije mientras seguía la mirada del chico que iba miraba a una chica morena con el pelo corto y bajita que estaba al otro lado del pasillo, supongo que era su novia.

-Eh, ¿me dices cómo te llamas? –Dijo bastante nervioso y algo sonrojado que le hacía monísimo.

-Isabella, pero prefiero Bella. ¿Y tú?

-Edward. –Dijo mientras miraba a la chica que parecía que se quería acercar. –Me están esperando. Adiós y encantado de conocerte Bella. –Dijo mientras me guiñaba un ojo y se iba directo hacia la chica, dejándome varios segundos en shock.

Después de salir del estado de shock me dirigí al comedor. Los restaurantes de las universidades no tenían buena fama por la calidad de su comida, pero por lo menos eran baratos y hasta que no encontrase un trabajo era lo único que me podía permitir. Entré y enseguida la vi sentada en la mesa con un chico, del que me imaginé que era su novio, así que me compré algo para comer y me senté con ellos.

-Ben, ella es Bella. Mi mejor amiga de la infancia. –Dijo con una gran sonrisa en la cara. –Bella, él es Ben, mi novio.

-Encantada. –Dije con una sonrisa que él me devolvió. Parecía bastante simpático y se notaba que la quería y que estaba enamorado de ella.

La hora de la comida pasó rápido, por suerte ya solo quedaba una clase para terminar mi primer día de universidad. Había sido bastante raro, pero en el buen sentido, seguramente había sido bueno. Después de la última clase me dirigí al aparcamiento para irme de una vez a mi casa y volver a buscar en el periódico un trabajo decente, realmente era lo único que hacía por las tardes últimamente. Cerca de mi coche vi a la chica que Edward estaba mirando cuando estábamos en el pasillo y cuando pasé cerca de ella me sonrío, yo se la devolví, parecía bastante simpática.


Mi primera historia :) ¿Qué os pareció? Ya sé que es muy común y hay mil historias con el mismo argumento pero dará un giro inesperado.

Solo dejare comentario los días que sean necesario, e intentaré responder a las rewiers en las que me pregunteis dudas o me deis ideas o cosas así.

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