Niños jugando, niños riendo, niños haciendo dibujos en el suelo, niños corriendo, niños haciendo... Cosas de niños. Tan felices. Felices. Kanna los miraba, inerte, Kagura hubiera jurado que esta vez se notaba... Triste. La peliblanco aterrizó suavemente en el cesped, apenas se mosqueó por este salto, solo sintió algunas cosquillas en los hombros. Kagura bajó junto a ella.
- ¿Qué ordenó Naraku?- Preguntó intrigada.
La pequeña se mantuvo callada unos segundos, ante la intrigada mirada de la dominadora de vientos.
- Asesinar a todos y cada uno de ellos- La voz de Kanna sonaba clara como siempre. Kagura hubiera jurado nuevamente que... su voz se quebró un poco.
Bueno... Por algo eran hermanas ¿No?
Otro extraño intento de Drabble, sentí que debía mostrar la tristeza que le produce a Kanna ver a los niños haciendo lo que hacen los niños y ella siendo una niña tambien no puede hacerlo...
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Kisshus!!